La misión de diputadas del Parlamento Europeo que está visitando Madrid protagonizó este martes un incómodo encuentro con la ministra de Igualdad, Irene Montero. Durante la reunión, la titular de la cartera llegó a negar que la Ley del sólo sí es sí haya supuesto tantas rebajas de penas a condenados por delitos sexuales como se ha publicado y cuestionó los datos ofrecidos por los juzgados.
Según aseguran a EL ESPAÑOL asistentes a dicha reunión, Irene Montero se situó fuera de cualquier autocrítica por los llamados efectos indeseados de la norma. "¿De dónde sacan ustedes esos datos?". "¿Les han dado datos oficiales?", llegó a preguntar, antes de señalar a la ministra de Justicia, Pilar Llop, por no facilitarle cifras.
A día de hoy, hay un total de 544 agresores sexuales beneficiados por la Ley del sólo sí es sí y 48 de ellos han sido excarcelados. Estos datos han sido notificados por los distintos Tribunales Superiores de Justicia y las Audiencias Provinciales de distintas comunidades autónomas.
Además, fuentes oficiales del Ministerio de Justicia estiman que podría haber al menos 400 casos más, ya que hay varias Audiencias Provinciales que no están haciendo públicos sus datos. Esta situación ha provocado que gran parte de la sociedad y muchos partidos —el PSOE incluido— pidan una reforma urgente de la ley. Desde Moncloa hablan recurrentemente de un auténtico "clamor social".
Este lunes aterrizaron en Madrid nueve eurodiputadas de la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo. El objetivo era conocer las políticas y leyes en igualdad de género españolas, consideradas pioneras, pero se han encontrado a un Ejecutivo profundamente dividido a causa de la reforma de la norma.
Según fuentes presentes en la reunión con Montero, la ministra no se ha mostrado en ningún momento dispuesta a reformar la ley, a pesar de que las diputadas le han trasladado que entidades de la sociedad civil con las que se han reunido lo consideran necesario, y le han pedido que lo considere.
Montero, en cambio, ha dicho que "una minoría de jueces incumple el derecho transitorio en nuestro país" y se ha amparado en un escrito de la ONU, que no ha especificado, en el que se explica que hay jueces que aplican la ley con "estereotipos de género".
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En ese momento la jefa de la misión, la eurodiputada polaca del Partido Popular Europeo Elzbieta Lukacijewska le ha pedido que intente llegar a un acuerdo y ha recordado a la ministra que "los jueces aplican la ley que hacen los legisladores".
Al finalizar la reunión se volvió a vivir un momento tenso porque Montero pidió que se le concediera el turno de palabra a la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, a pesar de que no estaba programada su intervención. Lukacijewska tuvo que rechazarla porque no les daba tiempo a llegar a su siguiente encuentro y le pidió que mandara por escrito cualquier información adicional, a lo que Montero respondió: "Si nos preguntan, nos tienen que escuchar".
Tensión con Carmen Calvo
Antes de la reunión con Irene Montero, la misión había acudido al Congreso de los Diputados donde se reunió con la Comisión de Igualdad de la Cámara Baja, presidida por Carmen Calvo. Según aseguran las fuentes, la exvicepresidenta del Gobierno tomó la palabra en nombre de todos los miembros de la comisión, aunque no había pactado el contenido de lo que iba a decir.
Cuando las eurodiputadas abordaron la reforma de la Ley del sólo sí es sí y le contaron que Pilar Llop les había trasladado que ahora dependía del Congreso, Calvo respondió a la defensiva: "Espero que no vengan a hacer una interferencia en las leyes de España".
Ante sus palabras, Elzbieta Lukacijewska intervino. "No es una intromisión. Nosotras trasladamos todos los lamentos y preguntas que nos hacen los ciudadanos españoles y europeos. Lo que esperan es que les escuchemos y les respondamos. Es nuestro trabajo", dijo contundente.
Con toda esta tensión en las reuniones, algunas eurodiputadas lamentan la imagen que se están llevando los representantes de la Unión Europea con este asunto. "Vienen a un país donde saben que hay unas políticas de Igualdad que son de las más avanzadas de la Unión, y se han encontrado con que indudablemente hay un problema importante y que es un problema político", reflexiona una de ellas.
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