Al PSOE le interesaría revalidar el Gobierno de coalición, pero no con Podemos. Es la tesis que desde este fin de semana maneja la formación liderada por Ione Belarra, en parte tras el largo debate interno que mantuvieron el sábado y en parte a raíz de la presentación de Sumar el domingo, en la que Yolanda Díaz no hizo mención a sus compañeros. Los morados lo atribuyen a las presiones de los socialistas.
"Es evidente que al PSOE no le interesa Podemos como socio de Gobierno", ha señalado este lunes Pablo Fernández, portavoz nacional del partido. "No lo quiere, porque somos el partido que negocia de forma incansable, porque les arrastramos a políticas transformadoras. Por eso en las próximas semanas va a haber presiones para que no pactemos con Sumar".
Ni en Ferraz ni en Moncloa ocultan su cercanía con la vicepresidenta ni Díaz disimula su sintonía con los socialistas, con quienes despacha habitualmente en los Consejos de Ministros mientras Ione Belarra e Irene Montero se mantienen al margen. En Podemos chirría esta complicidad, que interpretan como una especie de pinza para despojarles de su bandera, sus leyes y su electorado.
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"Lo que le molesta a algunos del PSOE es que nosotros estamos aquí para disputarles el Estado, no para ser su muleta", resumía estos días en privado uno de los dirigentes del partido. Dicho de otro modo, que prefieren la competición virtuosa con Díaz a las aspiraciones de crecimiento de Podemos, que siempre mira arriba hacia el sorpasso.
Aunque Pedro Sánchez siempre se haya jactado de "respetar la autonomía" de sus socios, el PSOE no es neutral ante el maremoto que se está gestando a su izquierda. Distintos miembros de la dirección socialista llevan meses advirtiendo de que tres son multitud para revalidar la Moncloa, empujando para que la izquierda a su izquierda vaya unida a las elecciones generales, pero no a cualquier precio.
De ganar las elecciones, la coalición sería el mal menor para ellos, que interpretan el contexto actual de pugna por las primarias como ideal para refundar –de nuevo– el espacio, esta vez con Díaz al frente y con Podemos fuera, pacificando así las relaciones de la izquierda y el centroizquierda. Ahí se revuelven los morados.
La vicepresidenta declaró este lunes en una entrevista al diario El País que "Sumar no sería un fracaso sin Podemos", algo que Pablo Fernández recoge con preocupación.
"Es evidente que somos espacios políticos distintos, proyectos que tienen diferencias, pero no solamente podemos llegar a un acuerdo sino que es necesario", resolvió sobre Yolanda Díaz. "La unidad es la clave. Es nuestro objetivo esencial, ineludible, y es el deseo de la práctica totalidad de las personas progresistas. Nos sorprende que Yolanda no haya apostado de forma rotunda incontrovertible por ella".