Podemos plantea una cadena de súper con 50.000 empleados públicos y sin bajar precios a corto plazo

El socio minoritario del Gobierno asegura que la cadena crearía más de 50.000 empleos directos (y públicos), pero asume que con ellos no conseguiría bajar el precio de la cesta de la compra, disparada pese al frenazo de la inflación. Al menos, no de momento.

En palabras del portavoz parlamentario, Pablo Echenique, la creación de la cadena de supermercados sería una medida "a medio plazo" que no resolvería el problema de los precios. Para lograr ya ese objetivo, la formación morada defiende otras medidas que llevan meses reclamando, como topar los alimentos básicos y la bonificación en caja de la cesta de la compra, como se hizo con los carburantes.

"Hacen falta medidas urgentes", reclamaba este martes Echenique, "pero en el medio plazo este operador ayudaría a que el oligopolio no vuelva a ocurrir".  La cadena de establecimientos, además, podría incluir divisiones en otras esferas como el transporte o el almacenamiento y procesado, también sin efectos inmediatos.

Por ejemplo, Echenique ha recordado que en otras áreas "existe" Renfe, en materia ferroviaria, o Navantia en el caso de la fabricación de barcos. "Hasta hace poco teníamos una línea aérea, Iberia, o una gran empresa de telecomunicaciones como es Telefónica, y hasta hace pocos años en España había bancos públicos", ha insistido el portavoz parlamentario para abogar por la intervención pública en mercados estratégicos.

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La creación de operadores públicos es una constante en el ideario de Podemos, que en su último programa para las elecciones del 28-M ya contempla, además de Precios Justos, la creación de una red de inmobiliarias del Estado para confrontar al sector privado. En el caso de la cadena de supermercados, el documento de 42 páginas es tan vago como ambicioso.

El apartado relativo a la "intervención de los mercados" justifica que las grandes cadenas de distribución privadas operan "en situación de cuasi oligopolio", con tres empresas ocupando cerca del 40% sector. "La existencia de operadores públicos lo suficientemente potentes como para competir de tú a tú con los grandes supermercados privados haría, en términos coloquiales, que se les acabase el chollo", reza el texto.

"Circuito alternativo"

"Asimismo, se promoverán mecanismos para que el sector público pueda entrar en el ámbito de la distribución y generar, de este modo, un circuito alternativo partiendo desde la compra en origen", aclara. El año pasado, Unidas Podemos ya propuso topar los precios de los alimentos para que las grandes cadenas de supermercados no se siguiesen haciendo "de oro" a costa del contribuyente.

En este ámbito, todo el espacio político lleva meses amenazando con aplicar "el artículo 13", en referencia a un apartado de la Ley de Comercio Minorista. Según este apartado, el Estado puede fijar los precios o los márgenes de comercialización en caso de productos de primera necesidad y materias primas; precisamente lo que son los alimentos básicos en la cesta de la compra. Otra cosa es que el PSOE lo permita.

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Siguiendo el argumentario morado, es cierto que las principales cadenas de supermercados han logrado más beneficios por vender más en 2022, pero no por incrementar sus márgenes de beneficio, como aclama Podemos.

A pesar de ello, Echenique insiste en que se debe actuar "donde el libre mercado funciona de manera imperfecta", aunque sea un horizonte lejano.

"Sabemos que es difícil, pero es lo que haríamos si tuviéramos la fuerza suficiente. Tampoco vamos a escribir un programa sobre 'hasta dónde creo yo que me va a dejar llegar el PSOE'", ironizaba la semana pasada una fuente de la dirección morada sobre el programa electoral.

De hecho, justifica la misma persona, el propio concepto que rodea a un programa marco es que es más una guía de conducta —en este caso, para las comunidades y ayuntamientos— que un programa que haya que intentar cumplir al pie de la letra. De nuevo, porque el PSOE no se lo permite.