De Castro, presidente de Melilla: 'Marruecos dice que nos respeta, pero pone música alta de madrugada'
"Melilla tiene que acoger los bancos y empresas que salieron de Gibraltar por el Brexit" / "Con el cambio de postura en el Sáhara hemos perdido más de lo que hemos ganado" / "Lo menos apropiado en un país normalizado es tener gente con una ideología como la de Vox".
10 mayo, 2023 03:15Eduardo de Castro llegó a presidir Melilla por esas extrañas sorpresas que guarda la aritmética parlamentaria. A pesar de que su partido de entonces, Ciudadanos, sólo obtuvo un escaño en la ciudad autónoma en 2019, este funcionario aterrizado en la política se granjeó el apoyo del PSOE y de CpM, el partido musulmán, como hombre de consenso.
Ahora, a tres semanas del 28-M, está de salida porque no busca la reelección. Eso le da la libertad para decir lo que piensa, dirán unos; y De Castro les corregirá respondiendo que él siempre ha dicho lo que pensaba, que por eso le ha ido como le ha ido. Ciudadanos le expulsó en 2021 por no informar de que estaba imputado, aunque él asegura que fue por ser una voz crítica.
Durante su mandato, las relaciones entre España y Marruecos se han redefinido y todo lo que ha sucedido entre Madrid y Rabat ha tenido su resaca en Melilla, desde la presión en las fronteras al salto de la valla que el pasado 24 de junio se cobró la vida de al menos 23 personas.
Pero el marroquí no es el único frente, también aspira a que Melilla sustituya a Gibraltar tras el Brexit como casa de numerosas empresas. Ha impulsado la relación de la ciudad autónoma con la Unión Europea y reflexiona sobre la convivencia de culturas en esta entrevista con EL ESPAÑOL, una de las últimas antes de recoger los bártulos y rellenar la solicitud de reincorporación al funcionariado.
El presidente del Senado marroquí habla de Ceuta y Melilla como ciudades ocupadas y llama a "recuperarlas" por la vía de la negociación. ¿Tiene algún viso de realidad o son disparos al aire?
Creo que no tiene ningún viso de realidad, son entelequias de este señor. Supongo que tiene que decirlo porque hay que mantener ese discurso cuando les interesa. Cuando Marruecos tiene problemas internos, siempre le viene muy bien sacar Ceuta y Melilla. Pero saben que es una batalla perdida.
Tenemos 525 años de historia, cuando Marruecos ni se sabía que iba a existir. Lo que pasa es que tienen su propio criterio imperialista, de agrandar su territorio. Es cierto que Ceuta y Melilla son enclaves en África, pero no en Marruecos. Y son enclaves españoles, pero también europeos.
Quiero insistir en esto: somos las dos únicas fronteras terrestres de la Unión Europea en todo el continente africano, que es un continente que está creciendo y que va a decir mucho en años venideros.
España y Marruecos se comprometieron en la última RAN a evitar todo lo que ofende en cuanto a soberanía. ¿Se está cumpliendo? ¿Sigue vivo el espíritu de cordialidad de la RAN o se ha desvanecido?
Yo creo que la cordialidad está ahí. Las relaciones con Marruecos tienen que existir y tienen que ser muy estrechas. España es su primer socio y les introdujimos en Europa como socio preferente. La buena vecindad es lo deseable, pero también supone respetarse mutuamente. Supone reciprocidad y que la balanza esté equilibrada, que no esté siempre a favor de Marruecos.
¿Marruecos no nos respeta, entonces?
Ellos dicen que sí, pero yo entiendo que un vecino que te respeta no pone la música a las 3.00 de la mañana y muy alta.
"En nuestras relaciones, la balanza está siempre a favor de Marruecos"
Publicamos en EL ESPAÑOL que Marruecos está haciendo construcciones en la llamada "tierra de nadie", esa franja que rodea Melilla y que, técnicamente, no pertenece a ninguno de los dos países. ¿No se sienten a veces un poco estrangulados por las políticas marroquíes?
Sí, totalmente. Forma parte de la política exterior marroquí estrangular a Ceuta y a Melilla. Hay una teoría que se llama la guerra híbrida y ahí hay zonas grises. En esas zonas grises se mueve Marruecos. Están estudiadas, son un mecanismo alternativo a mecanismos belicosos. Es decir "te hago la guerra de otra manera". Me muevo en estamentos internacionales, en prensa, en legislaciones que puedan vulnerar o debilitar a la otra parte... Eso es lo que hace Marruecos.
¿Cómo lo hace?
Cerrando una aduana, que data de 1866, o cerrando la frontera con la excusa del Covid. Es verdad lo del Covid, pero fue una coartada que usaron para calmar a su gente que vivía del comercio atípico, que querían acabar con él.
También tienen apoyos muy evidentes, como el de Donald Trump, que reconoció el Sáhara de Marruecos y luego ha llevado a relaciones estrechas entre Marruecos e Israel… Por otra parte, ellos son soberanos a la hora de hacer su trabajo y, aunque nos afecte negativamente, lo están haciendo bien. Están consiguiendo sus objetivos.
Menciona las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla. Se iban a abrir en enero, se decía. Tras la RAN, iba a ser inminente. Pero llevamos casi medio año y no se han abierto.
Deberían estar abiertas, aunque no como antes. Los países tienen fronteras por algo, no hay ninguno que no la tenga. La de Melilla, además, no es una frontera cualquiera. A ambos lados hay una diferencia de renta per cápita de diez veces. Es muy conflictiva.
Ha venido a Madrid por el Día de Europa...
Sí, porque siento la impronta europea desde antes de ser político. Europa es el futuro. Cuando llegan los gendarmes marroquíes a una frontera y ven la bandera española ya están acostumbrados y no reconocen determinadas cosas. Cuando ven las de Europa, o ven Frontex, dicen "cuidado".
Es bueno pertenecer a Europa, es bueno pertenecer al Comité de Regiones. Justamente ayer estuve hablando de esto con el secretario de Estado de la UE [Pascual Navarro]. El Comité de Regiones es un ente consultivo muy importante donde se deciden cuestiones localistas y no se puede legislar sin su informe. Sería bueno que estuviéramos en él. He estado luchando por eso y hemos conseguido cosas. Ahora que España empieza con la Presidencia de la Unión Europea es un buen momento, crucial, para preparar esa entrada en 2025, que es cuando se renueva el Comité de Regiones.
¿Se va a materializar, entonces?
Espero que sí. Yo le escribí una carta a Pedro Sánchez. Me contestó, lo agradeció y dijo que le parecían muy bien las opciones que le daba.
También dijo que se iba a abrir una sede de Melilla en Bruselas.
Eso va bastante bien, sí.
Dijo que era antes de que acabase su mandato, y su mandato acaba en tres semanas.
Queda un poco más. Después de las elecciones tienen que ponerse de acuerdo los políticos que salgan para formar gobierno. Pero eso es inminente, solo falta que se publique en el BOE. Firmamos un protocolo que es como si de facto, administrativamente, tuviéramos ya la sede.
Sólo falta que el embajador nos diga "este es vuestro despacho", por decirlo de una forma gráfica. De hecho, estuve en noviembre con él en Bruselas y me dijo que estaban haciendo una reforma y que tenían en la cabeza la oficina.
¿Va a afectar al plano económico?
Claro, estar allí nos acercará más a los fondos europeos, se podrán gestionar más directamente. Es muy importante. Es estar cerca de las soluciones.
¿Y en qué direcciones? Porque tengo entendido que Melilla no tiene facilidad para desarrollar industria.
No, claro, tenemos 12 kilómetros cuadrados y no tenemos pesca, ni ganadería, ni agricultura. Tenemos que irnos al sector servicios. Y en un mundo que vivimos con las cuestiones digitales y la IA…
Gibraltar es muy pequeño, eso sí es una colonia, y ahí había miles de bancos y de oficinas que se han ido por el Brexit. En Melilla hay ventajas fiscales, aunque son poco conocidas, y lo que queremos es que vengan empresas.
Quieren acoger lo que salió de Gibraltar, entonces.
Claro, exacto.
Volviendo a las fronteras. Parece que se ha endurecido el paso de los marroquíes a España. Antes de la pandemia había 30.000 cruces diarios…
Y más, incluso.
Y ahora hay unos 3.000. ¿A qué se debe ese cambio? ¿No contradice lo de las fronteras inteligentes que iba a facilitar el paso en 2023 sin tener que sellar pasaportes y demás?
Se debe al cierre de la frontera y hay una apertura progresiva, aunque a mi parecer es muy lenta. Yo estaba de acuerdo con el ministro de Exteriores cuando me dijo que lo vamos a hacer gradualmente, poco a poco. Pero podemos llegar del punto A al punto B en primera marcha, en segunda, en tercera o en quinta. A lo mejor, quinta no, pero sí podíamos ir en tercera.
Vamos a darnos un poco más deprisa. También es verdad que la frontera inteligente tiene que estar terminada, para ver quién entra. Pero no podemos volver a lo de antes, que entraba todo el mundo, no se miraba nada y la Policía no daba abasto.
¿Y qué opina del cambio de postura que ha tenido España respecto al Sáhara Occidental?
Creo que esa opinión tendrá alguna respuesta. Hemos perdido más de lo que hemos ganado, porque somos amigos de Marruecos pero los de Argelia están más enfadados. En plena crisis energética… creo que ahí perdemos. Espero que se reconduzca todo esto y que se normalice. ¿Hasta cuándo? Hasta que Marruecos quiera.
Recientemente se ha publicado el estudio 'Vulneración de derechos humanos en la Frontera Sur del Estado español 2021-2022' de las organizaciones Iridia y Novat. ¿Se vulneran los derechos humanos en el territorio que usted preside?
Entiendo que no. Evidentemente, cuando hay un enfrentamiento, un salto violento que no es legal y hay un encontronazo con las fuerzas de seguridad españolas, esa contención hay que hacerla. Ver a 25 guardias civiles parando a 2.000 subsaharianos que, además, no vienen con flores…
Es verdad que cuando pisan el suelo se ha acabado el problema. Van al CETI [Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes] y se les trata magníficamente bien. Y en la ciudad no dan ningún problema. Nada, ni delincuencia ni alboroto. Porque no es su objetivo. Yo entiendo su objetivo, es normal, pero no se puede invadir territorio de otro país sin una consecuencia.
Dice que cuando se pisa el suelo español se acaban los problemas, ¿no hay devoluciones en caliente, entonces?
Cuando pisan territorio y van al CETI, si luego hay alguna repatriación…
Digo en la frontera. El Defensor del Pueblo publicó un informe en marzo diciendo que se hacían. La Unión Europea también lo ha dicho.
Parece ser que alguna ha habido. Unos dicen que se puede hacer, otros que no. Europa decía en un momento que se podía hacer y luego que no. Son temas muy controvertidos. Es que el que llega ahí y dice que lo persiguen por no sé qué, a lo mejor es verdad o es mentira, hay que investigarlo.
Es un problema complejo, no es nuevo. La gente está desesperada por salir de sus países y lo que tienen que hacer Europa y Occidente es invertir en los países de origen, hacer los contratos en origen y regularizar todo en origen. Lo otro es ir parcheando.
¿Pondría la mano en el fuego porque no hubo muertos en el lado español de la valla cuando saltaron el pasado 24 de junio en Melilla, donde fallecieron 23 personas?
Según mis noticias, no los hubo. La mano en el fuego no la pongo por nadie, porque yo no estaba ahí.
Es usted la autoridad del territorio.
La autoridad local no es informada por la autoridad nacional. No nos dan novedades de ninguna manera. Sí que vi imágenes, que me gustaría no haberlas visto nunca. Es una barbaridad ver a los gendarmes tirar por ahí los cuerpos como si fueran seres inertes.
Respalda entonces la actuación de la Guardia Civil.
Sí, por supuesto. Es que eran veintitantos guardias civiles contra esta gente que lo tiene todo perdido, que tienen veintitantos años, fuertes, que llevan 3.000 kilómetros en el cuerpo tras cruzarse media África, que vienen de pasarlas canutas no, peor, y dispuestos a morir en el intento… Es muy difícil de controlar. Sé de lo que hablo, sé lo que es un tipo de estos enfadado.
¿Cree que el ministro del Interior ha dado todas las explicaciones que tenía que dar?
Según su versión, sí. Según los demás, no.
Nos interesa la suya.
Todo lo que sea explicar y esclarecer hechos que sean dudosos está bien.
Ahora se habla de saltos, pero antes se hablaba de menores no acompañados. ¿El foco de una situación ha robado el foco de otra?
Los menores bastante acompañados están bastante bien. No se ven casi, más desde el cierre de la frontera. Sí es verdad que sigue existiendo algún tipo de acciones delictivas por parte de algunos, no todos, pero no como antes. En ese sentido, la Consejería está haciendo una buena labor. No es que no se habla de ello porque ahora se hable de lo otro, antes se hablaba de los dos.
Hay partidos que en territorios con muchos extranjeros, pienso en Vox, hablan de choque de culturas. ¿Existe en sitios como Melilla, que hay presencia abrumadora de las dos culturas por igual?
No. Vox tiene su idea histriónica de la política. Lo menos apropiado para un país normalizado es tener a gente con esa ideología. Pero en una ciudad como Melilla es muy peligroso, es echar gasolina. Nuestra convivencia es centenaria y no hay un problema serio. Es lo mismo que puede haber en cualquier barrio de Madrid o de Sevilla. Claro que hay problemas, pero no más allá de lo doméstico. Creo que hay una convivencia ejemplar.
Cambiando de tercio, siempre ha existido una imagen de Melilla como una ciudad corrupta. ¿Cree que se ha revertido durante su mandato o quedan cuentas pendientes?
Hay un dato. Cuando la Guardia Civil entra en una asamblea dos veces no entra porque estén aburridos y no tengan otra cosa que hacer. Con el anterior gobierno hubo dos operaciones y entraron y se llevaron documentación y se llevaron por delante a un montón de gente.
Me acuerdo de que había una foto que circuló en la que se veía que el 80% del anterior gobierno tenían causas de corrupción. Yo lo tengo muy claro, la corrupción, venga de donde venga, hay que atacarla de raíz. Por eso, a iniciativa mía, se creó una oficina antifraude y anticorrupción con personal externo a la ciudad. Pero la otra parte del Gobierno [el PSOE] no la ha dotado de presupuesto.
Usted ha estado investigado por dos causas…
¿Yo? No, por más. Por ocho.
¿Y en qué situación están?
Sobreseídas todas ellas. Esto obedece a unas maniobras de acoso y derribo del anterior gobierno y del anterior presidente. Denunciar es muy sencillo: voy y denuncio, que no cuesta dinero, y ya está investigado.
Pero un juez tiene que ver que hay indicios.
El juez investiga y luego cierra. Eso es lo que me ha pasado a mí con todas las causas. Desgraciadamente, denunciar es gratis y es una forma de hacer política.
Gratis tampoco, poner una denuncia falsa es un delito tipificado.
No necesariamente. Eso hay que demostrarlo también. Es que no denuncian nada en concreto, dicen que aquí hay una cosa que huele a prevaricación, y ya. El sistema procesal es complejo y los juzgados son lentos. Es algo que no debería ocurrir, pero forma parte de una maniobra.
Si antes había esa imagen de corrupción, durante su mandato entonces…
No la ha habido. Ninguna denuncia ha prosperado. No la ha habido y a esos niveles va a ser difícil que vuelva. Y ahí están ahora, los que protagonizaron los casos de entonces son los mismos que se quieren presentar otra vez. [El anterior presidente, Juan José Imbroda, del PP, concurre a la reelección] Llevan 25 años en política, algunos incluso más. ¿Qué tendrán en la política? Pues a lo mejor lo que pasa es no tienen nada fuera de la política, estarían en el paro.
Alberto Núñez Feijóo ha estado recientemente en Melilla apoyando a su candidato, Juan José Imbroda.
Creo que podrían haber buscado a una persona más joven, más actualizada. Yo creo que Feijóo se ha equivocado dejando que se presente otra vez. Si fuera yo el que designa, no estaban ni él ni los cuatro o cinco que van con él. Otros sí, el Partido Popular es un partido nacional y necesario, y no va a desaparecer.
"Ciudadanos no es que esté muerto, es que ya huele"
Usted llegó a la Presidencia por Ciudadanos y el partido le expulsó asegurando que no había informado de una imputación por una concesión del servicio de grúas. ¿Cómo ve la deriva del partido desde la barrera?
Ciudadanos se equivocó conmigo. A todos los del sector crítico nos echaron a la calle. A todos, prácticamente. No es que estén muertos, sino que ya huelen. Cuando perdieron 47 diputados y perdieron Cataluña nadie respondió y siguió Inés Arrimadas, que era la responsable, diciendo tonterías.
Cuando crearon la gestora [en 2019, de perfil continuista] ya dije que no. Sólo cuatro levantamos el cartel diciendo que no. Cuatro. Y todo el mundo se estaba quejando medio minuto antes. Alguno muy conocido que estaba a mi lado diciendo que era una vergüenza y, a la hora de la verdad, levantó el cartel verde.
¿De quién hablamos?
De Juan Marín, vicepresidente de Andalucía. Y alguno más había.
¿Y qué va a hacer ahora?
Volver a mi trabajo. Cuando me cesen, ese mismo día, saldrá en el BOE y me iré a mi casa y echaré los papeles de reingreso a mi trabajo y ya está.
Eso es hacerse un Mariano Rajoy, que volvió al Registro de la Propiedad.
Si fuese como Mariano Rajoy estaría bastante mejor, que gana bastante más fuera de la política. Pero, bueno, no estoy aquí por dinero.