Alberto Núñez Feijóo está ultimando un documento con las medidas que pretende aplicar durante sus 100 primeros días de mandato, si tras las elecciones del 23-J llega al Gobierno. En esa hoja de ruta, la economía tiene un peso notable, con iniciativas como "retocar" algunos aspectos de la reforma laboral o suprimir la ley de Vivienda.
Las pensiones, sin embargo, no las tocará en ese tiempo. Y es que el líder popular, descarta a corto plazo derogar la reforma diseñada por el ministro José Luis Escrivá y aprobada en marzo pese al rechazo del PP. Sí se plantea, según fuentes de su entorno, promover una reforma "en profundidad" durante la legislatura, para garantizar así la sostenibilidad del sistema en el futuro.
Esto matiza sustancialmente las intenciones manifestadas, hasta ahora, por la cúpula popular, donde se daba por hecho una sustitución de la reforma de pensiones nada más llegar a la Moncloa. Ahora, el camino a recorrer es diferente.
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Como avanzó EL ESPAÑOL este miércoles, si Feijóo se convierte en presidente, tendrá que negociar con Bruselas cualquier cambio que quiera llevar a cabo en pensiones. De lo contrario, se arriesga a devolver el dinero que España ya ha recibido de los fondos europeos por la reforma de Escrivá.
El PP insiste en que las modificaciones introducidas por el Gobierno en el sistema, para el desembolso del dinero europeo, son un "parche" que podría aguantar "hasta dos legislaturas" seguidas; con el déficit en torno al 3% aproximadamente. Eso sí, a partir de 2037 el panorama que dibuja el partido es más bien sombrío.
La mochila austriaca
Las mismas fuentes aseguran que, si no se da una vuelta a las pensiones, su viabilidad se vería comprometida. La intención de Feijóo, por tanto, no es dejar todo tal y como está para sobrevivir en la próxima década. El objetivo, remarcan en su entorno, "es conseguir que los jóvenes de hoy puedan cobrar una pensión mañana".
Para ello, en el PP creen que el diagnóstico es la primera clave. Uno de los principales dirigentes del partido defiende la importancia de trazar un buen análisis sobre las deficiencias del sistema, basándose en las conclusiones de instituciones independientes, como el Banco de España o BBVA Research. Y, a partir de ahí, emprender una negociación con los agentes sociales.
Entre las posibles soluciones que barajan en la dirección popular para aliviar los elevados costes del sistema de pensiones hay distintas alternativas, pero destaca una: la conocida como mochila austriaca, un fondo individual para trabajadores que se mantiene gracias a las aportaciones del empresario.
Actualmente es una idea, defendida por las tesis económicas liberales y que en su momento sólo planteaba Ciudadanos, que sirve a Génova de inspiración para las posibles recetas a aplicar desde el Gobierno. Al menos, los populares consideran que se podría ofrecer a algunos trabajadores la opción de tener un sistema mixto de reparto, que reciba aportaciones público-privadas.
En este contexto, lo que no niega ningún dirigente popular es que la solución para garantizar que el sistema de pensiones sea sostenible a largo plazo, no es sencilla. De hecho, en estas semanas una de las cuestiones a la que más horas están dedicando los redactores del programa electoral del PP para el 23-J es el capítulo de pensiones.
En su última entrevista con EL ESPAÑOL, Feijóo dijo que "si no se crean 1,7 millones de puestos de trabajo, el sistema es insostenible". Según su razonamiento, con la jubilación de los nacidos en el boom demográfico en España, entre 1957 y 1977, el gasto para estas prestaciones se elevará hasta pasar de los 193.000 millones actuales a 300.000 millones en 2050.
Creación de empleo y FP
Esa cuantía, con los ingresos de los que ahora mismo dispone el Estado, sería imposible de sufragar por las arcas públicas. De ahí que el presidente popular y su equipo económico estipulen la creación de empleo como prioritaria para multiplicar las cotizaciones a la Seguridad Social y así asegurar la viabilidad del sistema.
En materia laboral, en el PP creen que hay margen suficiente para mejorar. Especialmente, en dos vías: replanteando la figura de los fijos discontinuos, para que dejen de computar como indefinidos en la contabilidad nacional, y con una inversión más eficiente de las políticas activas de empleo.
Además, los populares creen que queda mucho por desarrollar en el campo de la formación profesional dual. En ese sentido, el cálculo que maneja Génova es que, ofreciendo una buena preparación, podrían salir del paro hasta un millón de personas para cubrir vacantes que hay vacías en sectores como el energético o tecnológico.
Este jueves, en una visita en Madrid al South Summit, uno de los foros de emprendimiento más relevantes de Europa, Feijóo habló de este asunto. Ante las principales promesas del mundo empresarial, prometió una educación "con muy poca ideología y mucha calidad" y reformas educativas "para mejorar el conocimiento, apostar por la excelencia y orientadas a la formación profesional".
Tras criticar el "triunfalismo injustificado" del Gobierno en materia económica, el líder popular se puso como meta, si llega a ser presidente, convertir a España en una de las diez principales economías del mundo, "líder en energía, tecnología y con un paro técnicamente cero".