Yolanda Díaz lleva queriendo reordenar el tiempo desde que llegó al Gobierno. En enero de 2020, nada más entrar en el Ministerio de Trabajo, la actual vicepresidenta segunda ya encargó un exhaustivo informe que sirviera para redactar una hipotética Ley de Usos del Tiempo. Ahora, lejos de haber pasado página, la esgrime electoralmente como punta de lanza de Sumar y su proyecto de país.
"Tenemos que cambiar los horarios sociales, por ejemplo, en hostelería. Estamos en restaurantes hasta unas horas que no son pensables en ningún país europeo", señaló Díaz este lunes, entrevistada en laSexta. Su iniciativa más potente para las elecciones del 23-J, la reducción progresiva de la jornada laboral, no se entiende sin un cambio cultural del uso del tiempo.
Cuando la vicepresidenta dice que "la gente quiere vivir mejor y trabajar menos" —sin que esto repercuta en el salario— no se refiere sólo a trabajar menos horas, sino a que los horarios evolucionen a una dinámica más acorde con la de la inmensa mayoría de los países europeos. A ojos de Díaz y su equipo, la jornada y los horarios españoles han quedado desfasados.
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"No puede ser que convoquemos reuniones de trabajo a las 20.00 o a las 21.00. Hay que acompasar los horarios sociales a los tiempos de nuestros hijos. Eso es clave", recalcó Díaz.
La propuesta estrella de Sumar arranca, como se ha hartado de repetir la vicepresidenta, con una imposición por ley: que los horarios semanales se rebajen de las 40 horas actuales hasta las 37 horas y media en 2024 sin que esto suponga una reducción de salario. Una vez logrado este objetivo, el siguiente paso sería emprender una mesa de diálogo social para alcanzar las 32 horas (cuatro días) antes del final de legislatura.
Plan progresivo
La candidatura de Sumar a las elecciones del 23-J configura uno de sus ejes de campaña según "el tiempo", en genérico, tal y como comparten fuentes de la dirección. Lo que esto quiere decir es que la ley no va sola, sino que se encuadra en una batería de propuestas, todas relacionadas con los horarios.
Además de la reducción de la jornada laboral, la idea que más ha sonado en los últimos días es fijar el fin del día de trabajo a las 18.00 horas de la tarde, siempre contando excepciones como los servicios básicos o el comercio. Esto, reconoce la propia Díaz, es inviable si no se hace paulatinamente y no se induce a "cambiar los horarios sociales" de la población.
Esta manera paulatina tendría primer tramo, en 2024 o 2025, cuando la jornada laboral sería de 37,5 horas semanales para, ya en 2032, quedar en 32. Es decir, cuatro días. Según Díaz y su equipo, los actuales tiempos de trabajo se traducen en una "muy deficiente" productividad en España, algo que hay que mejorar si el país quiere ser competitivo.
La hoja de ruta que sigue la candidatura de Sumar podría resumirse en "menos días a la semana, otros horarios y más teletrabajo", que es como Díaz sintetiza su cambio de época. Si se quiere tiempo para vivir, habrá que dedicarle menos a trabajar.