Yolanda Díaz cree que las encuestas se equivocan, que la amenaza de un Gobierno de PP y Vox tras el 23-J es evitable y que, a fin de cuentas, soplan "vientos de remontada" para la izquierda. "Salid a votar porque cambió todo. Soplad hasta enterrarlos en el mar", reivindicó, parafraseando los versos escritos por Rafael Alberti y popularizados por Paco Ibáñez en el Teatro Olympia de París, cuando no le estaba permitido ni a él cantar en España ni al poeta volver del exilio franquista.
La vicepresidenta segunda del Gobierno ha culminado así, en A Coruña, el primer mitin de su campaña electoral para las elecciones del 23-J. Usando el famoso estribillo del poema que durante 40 años coreó el movimiento contra la dictadura, la candidata de Sumar ha llamado a la movilización de la izquierda para detener el cambio de ciclo iniciado la noche del 28 de mayo y que, según indican las encuestas, podría materializarse en las generales de finales de julio.
"Que toda la gente de este país salga a votar y que lo haga con esperanza. Que movilice a todo el mundo, que vaya desde la playa o que vote por correo. ¡Votad, votad, votad!", ha clamado Díaz ante una encendida A Coruña a falta de unas horas para iniciar oficialmente la campaña electoral. La alternativa, dice la vicepresidenta, es "el programa oculto" de la derecha.
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A primera hora de la tarde, la mitad de la ciudad no se había enterado del todo de que Díaz, ya como candidata a la Presidencia del Gobierno, iba a arrancar la carrera electoral en O Parrote coruñés, a menos de 50 km de su Fene natal. Las dudas se disiparon alrededor de las ocho de la tarde, ya con el escenario montado, las sillas dispuestas y el himno I Love It sonando a todo volumen en la dársena del puerto. Y allí apareció la vicepresidenta, acompañada de sus candidatas gallegas Marta Lois y Verónica Barbero, Manuel Lago, la actriz Marisa Paredes y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
En medio del festejo los venablos no tardaron en llegar. Primero contra "los que creen que son dueños del país", luego hacia "los enemigos de la libertad" y más tarde, ya en su segunda intervención, directamente con destino al PP y Vox. Sin citarlos directamente más que alguna referencia a Alberto Núñez Feijóo el mandato era claro: "Son una coalición de odio".
Hablando precisamente de Feijóo en Galicia, Díaz no se ha resistido a mencionar los trece años del presidente del PP al frente del Ejecutivo autonómico. "En Madrid piensan que Feijóo es un buen gobernante", ha ironizado la vicepresidenta ante las risas del puerto, en el que se iban sumando varios cientos de curiosos entre los que estaban el padre de la vicepresidenta, su hija y varios de sus amigos.
La líder de Sumar, que también pidió un pacto de Estado "contra la censura y a favor de la libertad artística", definió al bloque de la derecha como "unos ultras que pisotean los derechos de las mujeres, las personas LGTBI y los trabajadores". Este programa oculto del PP, asegura, atenta "contra vuestros derechos".
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"Sólo os pido algo pequeño. Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo. Estamos entregándonos para ganar un país. Esta campaña va de ti, de las cosas pequeñas, de las cosas importantes. La vida de nuestra gente. Os pido que hagáis vuestra parte. Quedan 15 días", recordó Díaz.
De cara a la campaña, la vicepresidenta ha decidido enterrar parcialmente el hacha de guerra con Podemos y coincidirá dos veces con la secretaria general de los morados, Ione Belarra, en Navarra y el cierre en Madrid, pero no con Irene Montero, que fue vetada de la candidatura en el último momento y no forma parte de las listas al Congreso.
En principio, la idea de Sumar es dar a Podemos un papel muy secundario en las próximas semanas, pero sí evidenciar que la guerra civil ha terminado. De hecho, los planes pasan por una foto de reconciliación el próximo día 21 en la que aparezcan Belarra, Colau, Mónica García, Íñigo Errejón y el resto de representantes de las distintas almas de Sumar. Pero ni rastro de Montero ni del exlíder morado Pablo Iglesias.