PP y PSOE redoblan su campaña en las 21 provincias donde el voto a Vox y a Sumar es inútil
Los grandes partidos apelan al voto útil en esas 21 circunscripciones que reparten 73 escaños y en las que la derecha parte con ventaja.
9 julio, 2023 02:35El voto útil y el bipartidismo tienen sentido sobre todo en la España rural, la de las pequeñas circunscripciones en las que se eligen cuatro o menos escaños y en las que es muy difícil que logre escaño el partido que quede tercero.
Son 21 circunscripciones, que reparten un total de 73 escaños y en las que, con la excepción de Álava y Lérida, reinan los dos grandes partidos con un sistema casi mayoritario que excluye al tercero.
Ese número global de escaños hace especialmente apetitosas para PP y PSOE esas provincias, porque garantiza al menos un escaño para cada uno, con opciones de llegar al segundo.
Alcanzar el tercer diputado en una de esas provincias era más fácil para los grandes partidos cuando el bipartidismo era más evidente y no habían aparecido aún ni Unidas Podemos, ni Ciudadanos, ni Vox.
En las elecciones del 23 de julio esas circunscripciones son objeto de atención especial por los equipos de campaña porque, por pura aritmética, es muy difícil que con la regla D'Hont los partidos que aspiran a ser terceros, Sumar y Vox, puedan lograr algún escaño.
Por eso Alberto Núñez Feijóo se comprometió ayer en Corrales del Vino (Zamora) a "repoblar el mundo rural" con incentivos fiscales para jóvenes y empresas. Zamora es una de las provincias en las que se eligen tres diputados y el PP necesita que no se pierdan los votos de Vox, sino que vayan a los populares y poder lograr dos escaños. El primer día de campaña fue a la aldea en la que nació, Os Peares. Esta localidad está en Ourense, una de las provincias que reparten cuatro diputados.
Y el viernes, Pedro Sánchez presentó el programa del PSOE en el que se hace especial incidencia en la España rural con propuestas como que todos los servicios fundamentales estén a 30 minutos de su casa, precisamente para hacerse con el voto útil de la izquierda que puede ir a Sumar y que difícilmente se convertirá en escaños.
De entrada, el partido que queda en cuarto lugar está excluido totalmente del reparto de escaños. Pero además, el tercero necesita lograr un porcentaje alto, superior al 15%, para poder alcanzar uno.
Por ejemplo, en 2019 Vox logró un diputado en León y en Burgos porque pudo llegar al 15%. También lo tuvo en Salamanca con el 18%. Ahora ninguna encuesta atribuye a Vox ni a Sumar más del 15% en conjunto, porque les perjudica la polarización entre PSOE y PP, y las llamadas al voto útil de los dos grandes partidos.
Es decir, en esas 21 provincias, los votos de Vox y de Sumar se perderían y no se traducirían en escaños. Por eso, PSOE y PP apelan en esos lugares al voto útil para poder traducir todos los votos en escaños de cada uno de los bloques. Alberto Núñez Feijóo pone el acento en su origen en una aldea pequeña de Galicia y el programa electoral del PSOE incluye propuestas para el mundo rural.
Vox y Sumar
En todo caso, según los expertos en encuestas, Vox tiene más opciones de ser tercero en esas circunscripciones que Sumar, porque ha jugado en este tiempo la baza de la España rural y guerras culturales como las de la caza o las de la pugna entre agricultura y ganadería con ecología o aerogeneradores.
Por lo tanto, si el tercero llega a tener escaño, es más probable que sea para Vox y, consecuentemente para el bloque de la derecha, pero también es más probable que sea ese bloque el que tire votos que no se traduzcan en escaños.
Sumar es además un proyecto mucho más urbano, atendiendo al origen de los partidos que la forman. De hecho, su mapa de caravana electoral no se vuelca precisamente en esas circunscripciones.
De esas 21 circunscripciones hay ocho que pertenecen a la comunidad de Castilla y León, donde el PP es especialmente fuerte. En las municipales del 28 de mayo rozó allí el 40% de los votos, muy por encima del PSOE.
Tres de ellas son de Castilla-La Mancha, donde el voto en generales siempre es más conservador, aunque en autonómicas sea para Emiliano García-Page, el más moderado de todos los barones socialistas.
En las circunscripciones con cuatro escaños se reparten un total de 40 diputados. En esos casos, el reto del PP es conseguir que el reparto no sea dos para cada uno de los dos grandes partidos, porque anularía la ventaja, y trabaja para quedarse con tres y dejar uno solo al PSOE.
Aproximadamente, que el PP logre más de 25 de los 40 escaños en las provincias que aportan cuatro diputados y que el PSOE baje de 15 agrandaría para Feijóo la brecha que ha abierto ya en provincias que reparten muchos escaños, como Madrid, Valencia o Sevilla.
Pero para que el PP logre su propósito, su ventaja en voto sobre los socialistas tiene que superar los cinco puntos, y para eso necesita dos cosas: llevarse el mayor número posible de apoyos de Vox, apelando al "voto útil para desalojar a Sánchez de la Moncloa", y que Sumar le reste votos al PSOE, que no se traduzcan en escaños pero que deje a los socialistas por debajo del 30%.
En las diez circunscripciones que reparten tres escaños es muy difícil que un solo partido se lleve los tres, por lo que casi siempre hay un reparto de 2-1.
Las circunscripciones con cuatro diputados son Álava, Albacete, Burgos, Cáceres, león, Lleida, Lugo, Ourense, La Rioja y Salamanca.
Con tres son Ávila, Cuenca, Guadalajara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel y Zamora. Con dos sólo Soria y con uno cada una Ceuta y Melilla.