Alberto Núñez Feijóo, pese a su amarga victoria en las generales del pasado domingo, cuenta con el respaldo de José María Aznar para seguir al frente del Partido Popular. En un editorial que lleva por título "Serenidad, concordia y patriotismo", la fundación que dirige el expresidente del Gobierno señala que "el PP tiene motivos para la decepción, pero no para el desánimo".
El debate de la sucesión no está abierto en Génova, ni mucho menos. Y no tiene pinta de que vaya a abrirse a corto o medio plazo. Aunque su actual líder, que llegó a Madrid con la premisa de que sería "el candidato de una sola bala", tendrá que permanecer en la oposición y no se sabe por cuánto tiempo.
Todavía se ciernen muchas incógnitas sobre el futuro político de España, no está descartada la posibilidad de una repetición electoral o de una legislatura convulsa que dure poco tiempo. Lo que sí se aventura complicado es que Feijóo aguante cuatro años al frente de un partido en la oposición.
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De momento, Aznar le anima a dar la batalla. FAES destaca en su primer análisis postelectoral que el PP "ha ganado, ha alcanzado 8 millones de votos, acumula poder territorial como nunca antes, domina el Senado con mayoría absoluta y cuenta con un líder que está en condiciones de seguir sumando y que será la voz razonable" en el contexto político actual.
En el citado texto, la fundación conservadora recalca que "el PP no está llamado al mero resistencialismo". Porque es "la primera fuerza política, con diferencia respecto al PSOE, y puede ofrecer a los españoles una propuesta que Núñez Feijóo tendrá la oportunidad de detallar, con ambición, en el proceso de investidura".
Crítica a Vox
En ese sentido, el expresidente se posiciona del lado de los barones del partido, que animan a Feijóo a que se presente a la investidura en el Congreso. "Y si los españoles son llamados de nuevo a las urnas en los próximos meses, el Partido Popular estará preparado. Es tiempo de serenidad, coherencia y patriotismo", remarca la fundación.
Sobre el crecimiento de la izquierda en estos comicios, con un PSOE remontando hasta en un millón de votos con respecto a 2019, el análisis de FAES es conciso y apunta en una única dirección: "Vox ha representado con gran exactitud todo lo que los socialistas querían difundir para extender el miedo a una alternativa de Gobierno".
La fundación dedica un párrafo especialmente crítico al partido de Santiago Abascal: "Ninguno de los errores e insuficiencias que quieran advertirse en la campaña del PP pueden igualar en sus efectos al papel desempeñado por Vox. La reacción agresiva y absolutamente acrítica de la dirigencia de este partido ante unos resultados que recortan nada menos que en 19 escaños su representación parlamentaria, sólo pueden explicarse en su errática deriva, su confusión estratégica y en la frustración creciente de un proyecto que surgió con el objetivo de sustituir al PP".
En su análisis postelectoral, FAES también pone el énfasis en el panorama que se cierne sobre la gobernabilidad de España con la manifiesta intención de Pedro Sánchez de continuar en la Moncloa apoyado en los partidos nacionalistas e independentistas: "El bloque de izquierda y nacionalista se dispone a cortejar al prófugo porque de su voluntad dependen las posibilidades del Gobierno de Sánchez".
En cuanto a la situación de la izquierda Española, "con Sánchez al frente", el citado análisis alerta de un "verdadero proceso destituyente que supondrá la disolución de la Constitución Española mediante una mutación constitucional amparada por el sesgo mayoritario del actual Tribunal Constitucional". Todo porque el PSOE "rompe amarras de manera irreversible con todos los consensos fundacionales de nuestro sistema constitucional".
En el horizonte, a juicio de FAES, se otea una negociación entre el bloque de izquierda y el independentismo para mantener el Gobierno de coalición que alumbrará "un mecanismo de efecto político equivalente a un referéndum de independencia en Cataluña y País Vasco".
Esa hipotética consulta, opina la fundación, sería "la verdadera regresión constitucional y cívica de una España que, con sus energías absorbidas en deshacer un sistema de convivencia de un éxito sin precedentes, quedaría incapacitada para afrontar los grandes desafíos colectivos que van a condicionar decisivamente nuestro futuro".
Para FAES, la "desagregación constitucional se ha convertido en la clave del proyecto de poder de la izquierda para asociar a los secesionistas en una alianza orgánica". Los costes de "este proceso destituyente", reflexiona el editorial, tal vez "no resulten inmediatamente visibles a sectores de la sociedad española, que parecen más sensibles a otras apelaciones".
Y así, añade la fundación, "mientras para unos estos costes no son perceptibles y por tanto los desechan, para los secesionistas sí son claros los beneficios de esa alianza con Sánchez, tan beneficiosa que sus electorados no dudan en salir al rescate del socialismo cuando ve que está en peligro la continuidad de su candidato real, Pedro Sánchez".