El presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado este miércoles sus credenciales como diputado electo por Madrid. No lo ha hecho personalmente, sino que en su lugar un colaborador de la Moncloa ha acudido al registro la Cámara Bajara.

Pedro Sánchez ha renunciado al iPad y al teléfono móvil que el Congreso facilita a todos los parlamentarios para ejercer sus funciones, informa Efe. Precisamente uno de los principales quebraderos de Sánchez durante la pasada legislatura fue el descubrimiento de que su móvil fue infectado con el software Pegasus.

También fueron pinchados los móviles de los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska; Defensa, Margarita Robles; y Pesca, Luis Planas. Todas las sospechas recayeron en el régimen de Mohamed VI. No obstante, la investigación abierta por la Audiencia Nacional a raíz de la denuncia presentada por el Gobierno ha quedado archivada por falta de colaboración de Israel, el país que desarrolló el software Pegasus.

[El PSOE negocia con los separatistas una Mesa dispuesta a tramitar la ley de amnistía]

Los diputados de Madrid han sido los últimos en presentar sus credenciales en el Congreso, debido a que estaban a la espera de que la Junta Electoral resolviera la reclamación presentada por el PSOE para revisar los más de 30.300 votos que fueron declarados nulos en esta circunscripción.

Los socialistas intentaban recuperar así el escaño 122, que el PP les arrebató en el escrutinio del voto exterior (lo que ha elevado a 137 la mayoría de Feijóo). No obstante, primero la Junta Electoral de Madrid y luego la Central han desestimado la solicitud del PSOE, por considerar que está basada en simples "especulaciones" sin acreditar ninguna irregularidad que justifique el recuento.

El PSOE se centra ahora, como ha informado EL ESPAÑOL, en negociar con sus socios para hacerse con el control de la Mesa del Congreso, que será elegida el próximo día 17, en la sesión de constitución de las Cortes. El bloque creado en torno al PSOE busca que la mayoría de la nueva Mesa acepte tramitar la Ley de amnistía que reclama Carles Puigdemont para decenas de independentistas encausados, a cambio de apoyar la investidura de Sánchez.