Yolanda Díaz y Carles Puigdemont, juntos en Waterloo.

Yolanda Díaz y Carles Puigdemont, juntos en Waterloo. Efe

Política INVESTIDURA

Puigdemont sostiene que "ya no es un prófugo de la Justicia, sino un interlocutor del Gobierno"

El expresidente de la Generalitat celebra la reunión con Yolanda Díaz porque, pese a no tener "resultados prácticos", cree que lo legitima como negociador.

5 septiembre, 2023 02:52

En apenas veinticuatro horas, la simbología de la política española ha experimentado un giro copernicano. Esa es la conclusión a la que ha llegado Carles Puigdemont tras reunirse con Yolanda Díaz en Bruselas. Aunque jurídicamente su situación no ha cambiado, sí lo ha hecho desde un punto de vista mediático. "Ya no es un prófugo de la Justicia, sino un interlocutor del Gobierno", razona un importante miembro de su equipo en conversación con este periódico.

La vicepresidenta y candidata de Sumar cogió un avión a Bruselas el domingo por la noche y no avisó a los medios de su cita con el líder independentista. Se hizo así para no entorpecer la logística de la reunión, pero luego hubo luz, taquígrafos y hasta comunicado conjunto. Esa transparencia –ese cariño que trasluce en las imágenes– ha sido un importante balón de oxígeno para Puigdemont.

Cuando se conocieron los resultados del 23-J, el principal autor del procés cargó contra el Gobierno y puso un alto precio a sus escaños: amnistía y referéndum. Después, añadió "la foto en Waterloo" con Pedro Sánchez, tal y como reveló EL ESPAÑOL. Y aunque ése sigue siendo el discurso, sus palabras para el Consejo de Ministros son muy distintas. Ya no hay dureza, se van diluyendo la ironía y la agresividad.

Junts y Sumar, en su texto pactado posterior a la visita, hablaron de una "relación normalizada y estable entre ambas formaciones políticas". En todo momento, y valga la redundancia, la vicepresidenta aseguró que no había viajado a Bruselas como vicepresidenta, sino como cabeza de cartel de un proyecto político. Pero la vicepresidenta lo es veinticuatro horas al día, por mucho que intente deslindarse de su condición en momentos concretos.

De ahí que Puigdemont se haya sentido legitimado como "interlocutor del Gobierno". Así lo trasladó a su núcleo duro, reseñan las fuentes consultadas por este diario. "Ya no es un fugado de la justicia, sino un político que se puede reunir con una vicepresidenta", reiteran.

El PSOE se ha desmarcado de esa reunión y Díaz, en connivencia, ha dicho en público no haber concertado el encuentro como parte de un plan pactado con Pedro Sánchez. "Ella no venía en nombre del Gobierno. No era una reunión para llegar a acuerdos. Pero quería conocer a Puigdemont", responden en Waterloo.

[Sánchez pide "pasar página" en Cataluña mientras Díaz se reúne con el fugado Puigdemont]

No obstante, cuando se les pregunta si éste era el inicio del guion para una hipotética investidura, los colaboradores del expresidente catalán reconocen que este puede ser el principio de ese camino.

Se muestran tranquilos porque tienen tiempo. No entienden –inciden estas fuentes– los intentos de Feijóo para la investidura. Conciben que esa votación dibujará al candidato gallego como "un líder fallido" y que, para más inri, dará "tiempo" a Sánchez para su negociación con Puigdemont.

El equipo del máximo representante de Junts reconoce que la reunión era "un escenario" conveniente también para la vicepresidenta: "Aunque no tiene capacidad de negociación, ya tiene un protagonismo en la negociación que pueda venir. Ella fue la primera que viajó a Bruselas".

"Sólo acaba de empezar"

En la cita de este lunes desempeñó un papel clave Jaume Asens, que acabó en Sumar proveniente de la confluencia catalana de Podemos. Este también diputado siempre mantuvo una amistosa relación con Puigdemont. Hasta el punto de que, en una ocasión, se lo afeó Gabriel Rufián en el Congreso: "Usted va demasiado a Waterloo". Asens ha formado parte de la delegación bruselense de Díaz.

Se ha tratado de la primera vez en que un ministro del Gobierno de España se reúne con Carles Puigdemont desde que huyó a Bélgica a finales de octubre de 2017. El resultado del encuentro no es baladí. Tiene la palabra de la vicepresidenta del Ejecutivo para "explorar todas las soluciones democráticas" en busca de "desbloquear el conflicto".

A un lado y otro de la balanza, insisten en que esto "sólo acaba de empezar". Sólo hay dos personas que pueden sellar la investidura: Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. De momento, el PSOE ya ha exhibido un gesto importante: cedió sus diputados a Junts para que pudieran formar grupo parlamentario, con las ventajas económicas que eso conlleva.