Moncloa: Yolanda Díaz ha ido por su cuenta y riesgo a ver a Puigdemont,  le ha dado igual si suma o resta

Moncloa: "Yolanda Díaz ha ido por su cuenta y riesgo a ver a Puigdemont, le ha dado igual si suma o resta"

Política LA AMNISTÍA QUE VIENE

Moncloa: "Yolanda Díaz ha ido por su cuenta y riesgo a ver a Puigdemont, le ha dado igual si suma o resta"

Los socialistas se desvinculan de la reunión, que da la primera foto al expresident, y aseguran que su negociación "va por otro camino".

4 septiembre, 2023 19:53

Un miembro destacado del Gobierno se reúne en Bruselas con un prófugo de la Justicia para negociar la investidura del presidente del Ejecutivo. Le saca del ostracismo institucional y facilita una foto que quita el precinto de las relaciones abiertas y públicas del Gobierno con un fugado. Aunque, según la versión oficial de la Moncloa, lo hace por su cuenta, al margen de la estrategia negociadora y las vías discretas abiertas.

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, ha hecho todo eso este lunes, al reunirse en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas durante tres horas con el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, para lograr su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez y la reedición del Gobierno de coalición.

"Ha ido por su cuenta y riesgo, para tener su foto y le ha dado igual si suma o si resta", asegura sobre la vicepresidenta en funciones un destacado colaborador de Sánchez, que forma parte del equipo de socialistas que negocian la investidura y que reclama para el PSOE el protagonismo del proceso.

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La versión oficial de la Moncloa, es decir, de la parte socialista del Gobierno, es que Díaz sólo les informó de que se iba a producir su reunión con Puigdemont el domingo a las once de la noche, que la gestión no tiene nada que ver con ellos y su vía de negociación y que acude como líder de Sumar y no como vicepresidenta y, por tanto, se desvinculan totalmente de la gestión.

Sin embargo, Díaz acudió a la reunión acompañada de su equipo de la Vicepresidencia, empezando por su jefe de Gabinete, Josep Vendrell. 

Y fuentes no oficiales del Gobierno ponen en duda que el encuentro se haya podido gestionar sin conocimiento de la Moncloa.

Pese a la expresión en privado de ese malestar con la vicepresidenta, no se ha hecho público enfado alguno de ningún miembro del equipo de Sánchez, dirigente socialista o ministro por lo que podría interpretarse como una supuesta interferencia de las negociaciones que encabezan Félix Bolaños, María Jesús Montero y Santos Cerdán, en busca de un acuerdo para lograr la investidura de Sánchez. Esa vía propia, según explica Moncloa, funciona y está blindada y, por tanto, a salvo de gestiones como esta. "Tenemos nuestro camino y esto no abre nada", explican fuentes de la Moncloa.

Tampoco hay noticia de medidas de Sánchez contra su vicepresidenta segunda por actuar por su cuenta, sin tener presente que podría poner en peligro algo tan delicado como su investidura. De hecho, el presidente en funciones fue este lunes más optimista que nunca sobre su investidura en un acto público celebrado cuando ya se conocía la gestión de Díaz.

Por su parte, fuentes próximas a Díaz no concretan el nivel de coordinación con los socialistas y se limitan a asegurar que "si se escucha hoy a Sánchez, se ve que todos estamos en lo mismo".

Según el comunicado final de la reunión, se trataba de establecer una relación "normalizada y estable". Por el momento, proporciona a Puigdemont la primera foto de las que quería con un miembro del Gobierno y pone fin al bloqueo institucional en el que se encuentra desde otoño de 2017, cuando huyó de España para eludir la acción de la Justicia, según Sumar.

Explican en Sumar que el camino está ya abierto por Díaz para que haya más fotos con Sánchez o su equipo, rompe el hielo de las relaciones con el expresident, sin el coste de ser el PSOE quien lo protagoniza y, además, le permite conocer más directamente las peticiones que formulará Puigdemont este martes públicamente él mismo. 

En realidad, se rompe el bloqueo público y abierto, porque el reservado ya se rompió y Moncloa negocia hace semanas con Junts a través de una vía propia y discreta en la que se avanza y que permitió, por ejemplo, que los votos del partido de Puigdemont ayudaran al PSOE a tener la mayoría de la Mesa del Congreso.

Añaden los socialistas que, en todo caso, el pacto tendrá que ser garantizado y ratificado por la parte socialista del Gobierno, como se hizo en agosto con el acuerdo en el Congreso y a cambio Exteriores tramitó ante la Unión Europea la petición para que el catalán sea idioma oficial en Bruselas. Es decir, que a Junts no le vale el compromiso de Yolanda Díaz, sino que necesita el aval del PSOE.

En resumen: que la negociación verdadera que le sirve a Puigdemont es la que se desarrolla con los socialistas y que finalmente tendrá que avalar Moncloa.

"Audacia" y amnistía

A la misma hora en que se anunciaba el encuentro de Díaz con Puigdemont, el presidente del Gobierno en funciones participaba en un acto público en el Ateneo de Madrid en el que hablaba de afrontar con "audacia" la situación de Cataluña y buscar una salida.

"Es el momento de la audacia para dejar atrás definitivamente la fractura del procés", dijo Sánchez.

Esa salida "audaz" está en lo que llaman la "desjudicialización", además de lo que el comunicado conjunto tras la reunión señala como "explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto" en Cataluña.

El Gobierno ya ha hecho saber que está dispuesto a buscar una fórmula para aprobar una amnistía para los responsables del procés independentista de 2017, pero que la reivindicación del referéndum de autodeterminación no es posible porque no cabe en la Constitución.

Hasta ahora, Moncloa y el PSOE también situaban con vehemencia la amnistía fuera de la Constitución, pero ahora negocian con ERC y Junts una proposición de ley orgánica de amnistía que permita la investidura de Sánchez.

Salir de la marginalidad

Fuentes de Sumar aseguran que Yolanda Díaz trasladó a Puigdemont las dificultades del PSOE para avanzar en ese referéndum y, por tanto, la posibilidad de priorizar la amnistía.

Y fuentes socialistas explican que, en todo caso, lo positivo del encuentro de Díaz con Puigdemont, junto a las negociaciones discretas en marcha y el acuerdo para la Mesa del Congreso muestran que el expresident está dispuesto a hacer política y salir de la marginalidad para firmar acuerdos.

El voto de los siete diputados de Junts es imprescindible para la investidura y necesarios para que la legislatura avance mínimamente.

Casi desde la noche electoral, Yolanda Díaz encargó al exdiputado de los Comunes, Jaume Asens, que abriera el diálogo con Puigdemont. Ambos tienen relación estrecha y de ahí sale la celebración de la reunión de este lunes.

Asens no acabó la legislatura con buena relación con el PSOE y su designación pública como interlocutor fue vista con recelo por Moncloa, que reclamó el protagonismo en las negociaciones.