"El que se mueve no sale en la foto". Esa célebre frase se le ha atribuido siempre a Alfonso Guerra, supuestamente pronunciada cuando controlaba el aparato del PSOE y como aviso para aquellos que estuviesen sopesando alentar disidencias internas. Aunque él asegura que nunca la dijo, ahora los socialistas han recurrido a parodiarla para responder a las voces internas críticas con la amnistía.
"En este PSOE, el que se mueve sí sale en la foto", ha ironizado la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, durante la rueda de prensa celebrada este lunes en la sede de Ferraz. Ha asegurado que tiene "cariño" a dichas voces disidentes, pero ha remarcado que "la posición de la dirección es la respaldada por la mayoría del partido".
El PSOE ha pegado un viraje de 180 grados con respecto a la ley de amnistía para los encausados por el procés que piden los independentistas catalanes para investir a Pedro Sánchez. De decir que no cabe en la Constitución, la dirección del PSOE ha pasado a negociarla con los separatistas.
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Ello ha provocado numerosas críticas por parte de la vieja guardia del PSOE. Entre las voces discordantes está la del propio Guerra. "Estamos en una polémica tramposa, que es discutir si la amnistía cabe o no cabe en la Constitución. Antes de discutir eso tenemos que discutir si esta amnistía es justa, si es un acto puro o impuro. Luego veremos si cabe, que por cierto, no cabe en absoluto", aseguró quien fue exvicepresidente del Gobierno de Felipe González.
Pero su crítica no es la única. En conversación con EL ESPAÑOL, quien fue portavoz del PSOE en el Congreso durante la Transición, Javier Sáenz de Cosculluela, aseguró que al partido "le hace falta una perestroika". "Si la amnistía se aprueba, para mí es un punto de no retorno, de quiebra de lo que nos unía", añadió.
También se han pronunciado en contra de las pretensiones de Pedro Sánchez el expresidente del Gobierno Felipe González, el expresidente aragonés Javier Lambán, el ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia, el ex secretario general del PSE Nicolás Redondo Terreros, y otras voces de peso dentro del partido como Emiliano García-Page, Jesús Eguiguren o Ramón Jáuregui. El último en hacerlo ha sido, esta mañana, el ex secretario general del PSOE madrileño Tomás Gómez.
Este movimiento dentro del PSOE contra los planteamientos de Sánchez recuerda a la disidencia que surgió el año pasado en el marco de la reforma del delito de malversación y la supresión del de sedición. Sin embargo, la presión estos días está siendo mayor por el número y el peso de los personajes que se pronuncian al respecto.
Durante la rueda de prensa de este lunes, María Jesús Montero ha dicho que, a pesar de las críticas, la dirección entiende que la mayoría del partido comparte sus planteamientos. "Este partido es diverso y plural y tiene mecanismos democráticos" para cambiar de Ejecutiva si los militantes consideran que se ha errado, ha defendido.
Otras fuentes del PSOE no consideran que esta alud de pronunciamientos responda a ningún tipo de organización ni consideran que se esté llevando a cabo un intento interno de hacer virar al partido. Lo enmarcan todo en la libertad de cada uno de decir lo que piensa y acusan a los medios de comunicación de poner el foco en dichas disidencias.