El ex secretario general de UGT Cándido Méndez ha criticado la hipotética ley de amnistía que el Gobierno negocia con Junts para volver a conseguir la investidura de Pedro Sánchez. En concreto, ha dicho que nada tiene que ver con la de 1977 porque, entonces, "de verdad combatieron contra un régimen injusto y antidemocrático" y ahora no es el caso.
Méndez ha recordado, en una entrevista en Antena 3, que la amnistía del 77 fue para pasar página al anterior régimen y avanzar hacia la democracia y que esa situación no guarda ninguna correlación con la situación procesal del expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont.
"Estoy en desacuerdo radical con que la moneda de cambio para una investidura sea la amnistía", ha insistido. "La palabra amnistía significa lo que significa, que hay alguien al que le eliminas su delito", ha añadido.
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Su opinión va en línea con la expresada por la mayoría de los diputados constituyentes del PSOE que votaron dicha amnistía del 77. En conversación con este diario, muchos criticaron las pretensiones de Pedro Sánchez, asegurando que sería "una profanación de lo que había significado la Transición: un acuerdo de reconciliación de una gran mayoría de los españoles".
Cándido Méndez también ha criticado que hace dos semanas la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, diera por hecha la investidura en el G20. La también ministra de Asuntos Económicos acudió a Nueva Deli en sustitución de Sánchez, que tenía Covid, y trasladó a los líderes internacionales la tranquilidad de que habría una nueva investidura del presidente en funciones.
"Me parece una incongruencia estar diciendo ante el G20, como dijo la señora Calviño, que ya tienen hecha la investidura, porque lo que se provoca es una subida de precio" en las negociaciones con Junts, ha señalado Méndez.
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El ex secretario general de UGT también ha criticado la expulsión del partido de Nicolás Redondo Terreros. Lo ha tildado de "un golpe de autoridad sin motivación", de "error gravísimo". Y ha dicho que no fue un "menosprecio a las siglas del PSOE", tal y como argumentó el partido, que el menosprecio fue el "aplauso cerrado al responsable de la derrota" en las elecciones del pasado 23-J. Es decir, el aplauso a Sánchez.