Este jueves, en el desfile del 12 de Octubre, el Partido Popular tendrá la primera gran oportunidad de lucir músculo. El presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, acudirá al acto acompañado de todos sus presidentes autonómicos: 11, más los presidentes de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Ésta no es una Fiesta Nacional más, al menos para los populares. Más allá de la lucha política, el equipo de Feijóo se cree en la necesidad de seguir presentando al PP como "refugio" ante una investidura de Sánchez pactada con los partidos independentistas y a cambio de la amnistía a Carles Puigdemont. Y qué mejor prueba de ese abrigo, que escenificar que la gran mayoría del poder territorial está en sus manos. 

A riesgo de que se les acuse de "agitar la calle" o de "apropiarse de los símbolos de todos", como ha empezado a airear Moncloa, el PP pretende enarbolar la bandera de "la unidad y la igualdad de todos los españoles".

De hecho, la indignación en este punto es palpable entre los populares. Desde el propio presidente Sánchez a la ministra portavoz del Gobierno, Moncloa está poniéndose la venda antes de la herida: achacan de antemano las críticas y pitos que recibirá el presidente en ejercicio -y que se suceden desde hace años- a una pulsión sublevadora de Feijóo.

"Que no sea la fiesta del insulto", previno este martes Isabel Rodríguez. La portavoz del Gobierno llegó incluso a asegurar que las protestas contra el inquilino de la Moncloa sólo se producen cuando la derecha está en la oposición.

Para Rodríguez, es imperativo que el PP "recupere el sentido de Estado". Porque aunque dijo comprender "el pataleo, la frustración y los berrinches" de Feijóo tras haber quedado sin opciones de gobernar tras el 23-J, él será el responsable, como principal partido de la oposición, si no hay "respeto" y apoyo al Gobierno el 12-O.

"No ha hecho falta que los convoquemos, ni siquiera que consultemos", explica un portavoz oficial del líder popular. "Los presidentes del PP siempre vienen, y lo hacen por convencimiento", se entiende, que no como otros... que son los socios del líder del PSOE (es decir, ERC, Bildu, PNV...).

Este periódico ha podido constatar que todos los líderes territoriales populares estarán presentes en Madrid, salvo que algún caso "de fuerza mayor", de última hora, lo impida. "No ha fallado nunca, por supuesto que irá el presidente"; "claro que irá"; "sí, sí que irá al 12-O"; "estará allí la presidenta, y con todo su Gobierno"...

La última respuesta es del portavoz de Isabel Díaz Ayuso, que también lucirá su propio músculo en las gradas del desfile. Por primera vez, desde los años de la pandemia, la organización ha abierto la mano con las invitaciones, ya sin problemas de aforo y de distancias de seguridad. De modo que, como era tradición, de los anfitriones madrileños se invita al Ejecutivo en pleno. 

Por parte del PSOE estarán sus tres presidentes autonómicos: Emiliano García-Page, María Chivite y Adrían Barbón. Sólo tres contra 13.

El trago de los saludos 

Según las citadas fuentes de Génova, lo que está en juego, tras la investidura fallida del candidato gallego, es que el actual presidente en funciones "ponga en venta" el Estado de derecho a cambio de seguir en Moncloa.

Y es curioso, en ese punto, que tanto el Gobierno como el PP coincidan en unir los eventos de la investidura y el 12-O, aunque es evidente que por distintos motivos. Más bien, opuestos. Para los populares es "indignante" e "inmoral" que Sánchez "fuerce la realidad y la Constitución" por su propio beneficio.

"No es Carles Puigdemont el que necesita la amnistía, sino el presidente en funciones para volver a serlo", explica un alto dirigente del PP, al dar los motivos por los que la llegada en masa de los 13 presidentes autonómicos populares significa una "defensa de la España democrática".

Y añade un ejemplo: "¿Cómo le vas a pedir una posición firme contra los salvajes terroristas de Hamás, una posición homologable a la de nuestros socios occidentales, a quien quiere ser presidente con los votos de Bildu, y que paga entregándole a los herederos de Batasuna la Federación de Municipios Navarros?".

Para Génova, ésa será una gran foto: Sánchez deberá pasar el trago de saludar a los presidentes de Galicia, Cantabria, La Rioja, Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Ceuta, Melilla, Extremadura, Castilla y León y Madrid. Los de 13 autonomías de las 19 que componen España... frente a sólo tres socialistas (Asturias, Castilla-La Mancha y Navarra).