Sánchez insta a "atender la crisis" en Gaza para evitar "la escalada" de violencia entre Israel y Palestina

Como presidenta rotatoria de la Unión Europea (UE), la posición de España entre los Veintisiete es más importante que nunca. Así, apenas unos días después de que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se posicionara sin ambages del lado de Israel, Pedro Sánchez rebaja el tono, mira al medio plazo y reclama dos soluciones al conflicto: que se abran los corredores humanitarios en Gaza y que la comunidad internacional reconozca a Palestina como Estado.

"España ha trasladado que la UE centre sus esfuerzos en atender la crisis humanitaria y evitar a toda costa una escalada que provoque la extensión del conflicto a la región", ha resumido el jefe del Ejecutivo en funciones a su salida del Consejo de Europa telemático celebrado este martes. La reunión, organizada de urgencia, pretendía acordar una única voz europea en el conflicto palestino-israelí.

Así, a ojos de Sánchez, la escalada de violencia en la región está provocando "una crisis humanitaria descomunal" que la UE tiene "la responsabilidad" de atender. La primera muestra de ello se vio la semana pasada, cuando la Comisión anunció que triplicaría la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza hasta los 75 millones de euros. España contribuirá con cuatro de ellos, hasta llegar a los veintiuno.

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A pesar de su solidaridad con el pueblo palestino ante los bombardeos, la voz única de Europa no ha dudado en mostrar su "total solidaridad" con los israelíes y las víctimas de Hamás. El bloque comunitario defiende que Israel tiene derecho a defenderse de sus ataques "conforme al derecho internacional"; esto es, sin reprimir a la población civil asentada en la Franja.

Precisamente unas horas antes de la declaración institucional de Sánchez, al menos 500 personas murieron durante un bombardeo israelí contra el hospital anglicano Al-Ahli en Gaza, la principal ciudad de la Franja. La falta de corredores humanitarios para desalojar la zona de conflicto, coincide la UE, podría llevar a la escalada de violencia incluso fuera de Oriente Medio.

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El presidente ha vuelto a insistir en la posición común fijada por la Unión el pasado domingo, en la que se pide la "liberación de todos los rehenes", incluido el español Iván Illaramendi. Asimismo, también deslizado que la propia "seguridad" de la UE se vería afectada si no se le pone coto pronto al conflicto: "De manera urgente", ha narrado, se habrá de "proteger a los civiles e incrementar la ayuda humanitaria".

En el medio plazo, por contra, la comunidad internacional debería "implicarse con todo su capital político para una paz justa y duradera que pasa por la solución de los dos estados, Israel y Palestina". "El reconocimiento de Palestina como Estado es la única vía para la solución de un conflicto enquistado desde hace más de 70 años", ha apuntado, para luego afear a Europa su "error" por haber "mirado para otro lado"  durante años.

Además, ha anunciado que Barcelona acogerá el 27 y el 28 de noviembre una reunión de los Estados para el Mediterráneo, formada por un total de 42 países en los que "Israel y Palestina se sentarán como iguales". "Será una buena oportunidad para relanzar el diálogo euroárabe", ha añadido.