Nacho Martín Blanco, diputado del PP por Barcelona, muestra la carta escrita por su hija para Leonor.

Nacho Martín Blanco, diputado del PP por Barcelona, muestra la carta escrita por su hija para Leonor. D.R

Política JURA DE LEONOR

Casilda Martín, de 6 años, tiene un padre diputado y una carta para Leonor: "Querida Princesa..."

Nacho Martín es diputado del PP. A través de esta entrevista, intentamos que Zarzuela atienda la petición de su hija y Leonor reciba el dibujo que le hizo.

1 noviembre, 2023 03:55

Casilda Martín tiene seis años y vive en Barcelona. Sus hermanos mayores calzan 10 y 8. Sabe que su padre trabaja en el Congreso. Le escuchó hablar con su madre acerca del "día grande": la jura de Leonor. Nacho Martín Blanco, diputado del PP, aceptó una misión antes de salir de casa. Casilda se plantó ante él y le dijo: "Papá, toma esta carta. Es para la princesa".

Casilda entregó un sobre verde. Escribió su nombre en el remite. Era algo así como enviar la carta a los reyes de Oriente: lo lógico es obtener una respuesta. Por un lado, claro, pone: "Leonor". Porque los reyes no tienen un domicilio concreto. Sobrevuelan el país y conocen a todos los niños. En el otro, con la ayuda de sus padres, anotó el rastro del domicilio familiar en Barcelona.

El diputado muestra el sobre orgulloso en el patio del Congreso.

–Mirad, me lo ha dado mi hija para la princesa. Tengo que entregarlo como sea.

Lo lleva guardado en el bolsillo de la americana. Al tacto, se nota que es un sobre grueso, que hay más de una cosa dentro.

El sobre de Casilda para la princesa Leonor.

El sobre de Casilda para la princesa Leonor. D.R

–¿Podemos ver la carta?

–¡No, no! ¡El sobre está cerrado! Tiene que llegar intacto.

–¿Qué hay dentro?

–Por un lado, está la felicitación escrita. Y por otro, un dibujo. Casilda se ha dibujado a sí misma con Leonor. En casa, siempre que alguien cumple años, Casilda le regala un dibujo. Ahora piensa que yo he venido al cumple de la princesa y, con mucha naturalidad, me ha dado un regalo para ella.

–Ya puede usted cumplir con su misión.

–Además, ¿sabe lo que me preguntó? "¿Me contestará?". Y yo le dije: "Por supuesto que sí, hija".

[Cuando acabe este día, cuando este reportaje esté a punto de publicarse, el diputado llamará al periódico advirtiendo de que no ha podido acercarse a Protocolo para entregar la carta. Así que aprovechamos la ocasión para lanzar un SOS. ¡Zarzuela! ¡Atiendan este ruego! ¡Reciban la carta para la princesa! ¿Cómo se la enviamos?]

[Martín Blanco esperaba que al otro extremo del besamanos hubiera algún miembro del equipo de Casa Real. No lo había. Por prudencia y discreción, no quiso darse la vuelta. Por eso este diario va a intentar satisfacer el deseo de su hija]

Es un día de sosiego para la inmensa mayoría de diputados. En realidad, es como asistir al teatro. Ninguno tiene que intervenir. Sólo miran y aplauden. Pero Nacho Martín tiene una misión.

La cuestión es: ¿qué ha escuchado la hija en casa para escribir espontáneamente a la princesa el día de su 18 cumpleaños? Abordamos ahora con este diputado el farragoso tema de la educación. Estamos en las escaleras del Parlamento poco antes de que dé inicio la solemnidad de la jura.

"Como cualquier padre, les hablo a mis hijos del trabajo. Ellos preguntan. Me gustaría que un día entendieran la importancia de la monarquía en España y su influencia directa en la estabilidad", empieza Martín Blanco.

Asegura que el hecho de vivir en Cataluña hace que sus dos hijos mayores ya se vayan dando cuenta de "algunas cosas". Como por ejemplo, "el menosprecio de mucha gente a la institución" y al resto de símbolos nacionales. Pero la pequeña Casilda todavía no se ha adentrado en eso.

–Usted es monárquico, pero no de sangre. Es decir: usted llega a la monarquía por la vía de la estabilidad, el arbitraje de los poderes, etcétera. Todo eso es muy sofisticado para una niña.

–No utilizo esos conceptos, ni mucho menos. Pero hay algo menos elevado: la monarquía quizá sea la mejor forma de Estado para un país tan diverso como España. Y ellos, poco a poco, sí pueden ir viendo que la familia real encaja bien con esa diversidad. Nuestra familia es diversa: hablamos de manera indistinta el catalán y el español.

–Aun así, algo sofisticado.

–Bueno, no se crea. Sus hermanos mayores ya comprenden que los reyes representan la unidad. Y también empiezan a comprender que eso es algo importante. Ese carácter cívico de la monarquía es fácil de apreciar, también para los niños que miran. Ahí están sus gestos de simpatía, sus saludos, el cariño de la gente...

–Algunos le llamarán 'adoctrinador'.

–Soy un liberal y en esa libertad quiero educar a mis hijos. Pero no quiero que vivan aislados en una comunidad política cerrada.

Cuando se despide, reconoce que la misión va a ser difícil: "Soy un desastre. No sé bien cómo va a transcurrir el acto. ¡Tengo que entregar la carta!".

[Vamos a remediar el desastre. Casilda, tranquila, tu padre nos deberá una exclusiva. ¡Zarzuela! ¡SOS! ¿Cómo podemos entregarles la carta para la princesa?]