El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado de "coacción" las protestas llevadas a cabo este lunes frente a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz. "Lo que aconteció ayer no puede caber en una democracia", ha dicho el ministro a la entrada de la sesión de control al Gobierno celebrada este martes en el Senado.
La manifestación de este lunes se convocó como muestra de rechazo a las negociaciones entre el PSOE y Carles Puigdemont, que incluyen una ley de amnistía al procés. La Policía Nacional acabó disolviendo la manifestación con cargas y usando material antidisturbios.
Marlaska ha defendido que el rechazo a cuestiones políticas se puede mostrar de forma pacífica, pero no violenta. Ha defendido, asimismo, la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Actúan siempre con criterios de proporcionalidad", ha asegurado, y ha dicho que criticar la actuación policial es "poner en tela de juicio la profesionalidad" de los agentes.
Marlaska ha dicho también que "no se puede tolerar" que haya quien diga que las actuaciones obedecen a criterios políticos y ha subrayado que responden a "criterios operativos".
"Dicho esto, este ministro asume todas las órdenes dadas en el ámbito operativo como si fueran dadas por este ministro. Conozco a las Fuerzas y Cuerpos, y conozco su profesionalidad y su lealtad al ordenamiento jurídico, y no voy a permitir que nadie ponga estas cuestiones en tela de juicio", ha zanjado.
Según ya adelantó EL ESPAÑOL, fuentes policiales aseguran que el uso de material antidisturbios como el caso del gas lacrimógeno vino propiciado porque algunos de los radicales de las primeras filas, ataviados con estética ultra, empezaron a arrojar diversos objetos a los agentes. "Lanzaron una pala y varias barras de hierro a los policías", aseguran las fuentes.
La actitud de los ciudadanos que asistieron a esa protesta fue mayoritariamente pacífica y respetuosa, añaden. Sólo una minoría, violenta y exaltada y situada en la cabecera de esa concentración, trató de rebasar el vallado policial, agredió a los agentes, encendió bengalas (poniendo en peligro al resto de personas) y lanzó objetos contundentes.
La protesta de este lunes no sólo se dio en Ferraz, sino que tuvo lugar en sedes territoriales del PSOE en distintas ciudades españolas. Este martes hay una nueva concentración convocada.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha acusado este martes a Marlaska de estar enfrentando a la Policía y al pueblo, y ha pedido a los agentes "que no cumplan órdenes ilegales en caso de que vuelvan a producirse".
Vox está intentando capitalizar estas protestas y sus dirigentes están mostrando el respaldo a las mismas y acudiendo a ellas.