Feijóo emplaza a Sánchez ante las urnas europeas de junio exhibiendo fuerza en la calle contra la amnistía

El líder del Partido Popular consiguió este domingo exhibir una fortaleza en la calle sin precedentes en democracia, con la gesta de 52 manifestaciones simultáneas en todas las capitales de provincia de toda España. Desde el kilómetro cero de la capital, un mismo mensaje recorrió todo el país de arriba abajo, desde Ceuta hasta Bilbao: "España no se rinde". 

Más de dos millones de ciudadanos, según los populares (532.000 según las delegaciones del Gobierno), entonaron de manera cívica un clamoroso ¡basta ya! a los pactos del PSOE con ERC y Junts. Una reacción social que desdeñaron los principales dirigentes socialistas y del Gobierno, que hicieron mutis por el foro durante todo el día.

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La única reacción oficial del PSOE este domingo fue un editorial publicado en su página web y difundido en redes sociales que llevaba por título "No serán estos los que nos dobleguen". Entre otras cosas, el escrito vincula al PP con "la ultraderecha española, nostálgica del franquismo y alumna aventajada de los predicamentos que llegan de personajes como Trump o Bolsonaro". 

Pero lo cierto es que la reacción callejera promovida por Feijóo se saldó sin un solo altercado, ni banderas preconstitucionales, ni gritos ultras; más allá de algunas proclamas subidas de tono y coreadas por la multitud de forma espontánea, como "Sánchez dictador", "Sánchez a prisión", o "huelga general".

[Las imágenes que rebaten a la Delegación del Gobierno en Madrid: hubo más de 80.000 personas]

Al hilo de esta última consigna, el líder popular agregó con agilidad: "No tengáis ninguna duda de que si se me ocurriese pactar o acordar lo que está pactando y acordando Pedro Sánchez, habría una gran huelga general en España". 

Porque, según denunció Feijóo, las capitulaciones del presidente en funciones con el independentismo, no tienen un pase: "España va a tener un presidente que ha comprado su investidura a cambio de la impunidad judicial de sus socios, pagada por los impuestos de los españoles. Esto es lo que está pasando en España y nada más, y nada menos".

"La única mayoría social"

Si el Gobierno justifica que la investidura del presidente obedece a lo que el pueblo español votó el 23-J, Feijóo remarcó ayer que la reelección de Sánchez es "contraria" a lo que los españoles dijeron en las urnas. Porque el PSOE no llevaba en su programa ni media palabra de la amnistía. Es más, renegó de la medida de gracia a cada instante de la campaña electoral. Incluso recién terminado el recuento de papeletas premonizó Salvador Illa: "Ni referéndum, ni amnistía ni nada de eso". 

El presidente del PP defendió ayer que, desde la noche electoral hasta ahora, "la única mayoría social" que ha conseguido Sánchez ha sido la de "unir a una mayoría de españoles diferente, distinta, desde el PSOE hasta Vox". Una mayoría que, agregó, "ya no es silenciosa". "No estamos dispuestos a dar un paso atrás".

Consciente de que Sánchez no está dispuesto a renunciar a su investidura y acudir nuevamente a las urnas el 14 de enero, Feijóo puso este domingo las luces largas y apuntó a las próximas europeas. Según remachan desde la dirección popular, será el primer plebiscito sobre la amnistía de Sánchez a Puigdemont. Una suerte de referéndum para decir "sí" o "no" al presidente del Gobierno. 

Ahora mismo, el PP centra todos sus esfuerzos en la ofensiva contra los pactos del PSOE con el independentismo, con iniciativas "por tierra, mar y aire" para tratar de impedirlos o, al menos, boicotearlos. No obstante, los comicios al Parlamento Europeo están marcados en rojo en el calendario político de Génova. Los dirigentes populares consultados por este periódico anticipan ya un resultado "histórico" que deje noqueados a los socialistas. 

A juicio de los dirigentes consultados por este periódico, estas elecciones serán "el primer gran golpe a Sánchez" después de "humillar a España" con los "acuerdos de la vergüenza". Cinco años atrás, el PSOE resultó el claro vencedor de estos comicios, con más de siete millones de votos y veinte eurodiputados. El PP, muy por detrás, apenas obtuvo cuatro millones de papeletas y 12 europarlamentarios. 

El objetivo de Feijóo para 2024 es, directamente, darle la vuelta a los números: que el PP recupere la condición de primera fuerza, duplicando sus votos y sus escaños, y que el PSOE se deje por el camino la mitad de sus electores, constatando un hundimiento sin precedentes que le haga ver que las capitulaciones con Junts y ERC tienen un alto precio en las runas. 

En estos días, hasta el CIS del mismísimo José Félix Tezanos, dirigente socialista, ha situado al PP como primera fuerza en intención de voto, dos puntos por encima del PSOE. El resto de sondeos aumentan la distancia entre ambos partidos y coinciden de forma unánime en diagnosticar que, de repetirse las generales en España, Feijóo no tendría impedimento en hacerse con el Gobierno. 

La negociación de Sánchez para su investidura está provocando una latente desafección entre el electorado de izquierdas, tal y como apunta la demoscopia. El reto del PP ahora es mantener el desgaste hasta junio. En ese sentido, Génova 13 está preparando una batería de medidas para mantener en el tiempo el debate sobre la amnistía, prolongándolo hasta junio del próximo año. 

Concretamente, en el Senado, los populares acaban de aprobar esta semana una reforma del Reglamento que permitirá dilatar la entrada en vigor de la medida unos meses. El plazo que maneja el PP es que si la ley se registra en estos días en el Congreso, se aprobará de forma definitiva en marzo. A partir de ahí, los populares seguirán dando la batalla con otras acciones en el ámbito judicial, además de las movilizaciones en la calle. 

Con estos mimbres, los principales mandos del PP consultados por este periódico auguran unas elecciones europeas centradas en la amnistía que podrían marcar el principio del fin de la legislatura. Porque medio año después, añaden, vendrán las catalanas. Y en ese sentido, los populares creen que será entonces cuando termine el idilio entre Sánchez y los independentistas, que le dejarán caer.