Fue una de las primeras en ondear este lunes y la última en abandonar la madrileña calle de Ferraz. Entre la corte de banderas que durante once días han bañado las manifestaciones ante la sede del PSOE, cada vez es más habitual encontrarse con un nuevo tipo de enseña más alta que el resto, grande, rojigualda como la mayoría, pero con un agujero en la parte en la que debería estar el escudo que blasona España.
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La bandera agujereada ha terminado por convertirse en una de las imágenes más icónicas de una serie de manifestaciones que, en una primera instancia, surgieron para protestar contra la amnistía y las concesiones del PSOE al independentismo, pero que han derivado en un clamor colectivo contra el Gobierno de coalición en general. Otras instituciones del Estado, como la Policía Nacional "de Marlaska" o incluso la Monarquía no escapan de este juicio. Esto último es nuevo.
En principio, la heráldica nunca había estado tan discutida en protestas de este tipo. Tampoco era raro verla sustituirla por un toro de Osborne o algún otro símbolo de carácter más folclórico, pero parte de la derecha de 2023 también enmienda a la Corona y, con ese espacio vacío, representan "la nación por delante del Estado, las instituciones, el régimen del 78 y la Constitución".
La consideración del Rey como "un enemigo más" de la nación, en palabras de un manifestante, obedece a "superar a la derechita Jusapol", que defiende todos los símbolos nacionales sin excepción, "y anteponer a España por encima de todo". Cánticos como "Felipe, masón, defiende tu nación", "los Borbones, a los tiburones" o "esta bandera no la merecéis" han estado a la orden del día.
Fuentes conocedoras señalan que los primeros en portar esta bandera en Madrid pertenecen a la órbita de Revuelta, el satélite juvenil de Vox que opera con cuadros ajenos al partido —ni siquiera lo mencionan en su manifiesto fundacional— pero que le asiste como su punta de lanza cultural en el ambiente universitario. No obstante, recuerdan los mismos, el origen del símbolo ocurre extramuros.
La primera evidencia de una bandera con el escudo agujereado ocurrió durante la fallida revolución de Hungría de 1956, conocida como el Otoño Húngaro, en la que miles de manifestantes se revolvieron contra el Gobierno impuesto desde la Unión Soviética. Entonces, al igual que ahora, se trataba de mostrar la defensa del país sin acudir a los símbolos del Gobierno.
Desde entonces, el agujero se ha popularizado en algunas manifestaciones conservadoras (Rumanía en 1989 o Estados Unidos en 2020), pero nunca había calado del todo en España por el aparente consenso que la derecha democrática reunía en torno a la Corona. De alguna manera, replicar aquel asalto al capitolio estadounidense es una de las reivindicaciones de los grupos más ultras que estos días inundan Madrid.
No hay que olvidar que tanto los portadores de esta bandera como los principales agitadores de las protestas en Ferraz son muy críticos con cómo Partido Popular está gestionando su lucha contra la amnistía. "Dónde está, no se ve, al gallego del PP" o "PSOE, PP, la misma mierda es" son otros de los cánticos que han protagonizado desde este entorno, recuperando una vieja consigna del 15-M.
Además de la bandera agujereada, los mismos manifestantes están adoptando otra en la que sustituyen el escudo con el logo del Noviembre Nacional, que es el nombre con el que Vox quiere dar a conocer esta oleada de protestas. El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, es uno de los impulsores de esta tendencia, representada por una doble N con una cruz católica en medio.
El Ministerio del Interior ha dado orden este mismo lunes a la Policía Nacional de blindar el Congreso de los Diputados hasta la investidura de Pedro Sánchez, cuya primera votación se producirá el miércoles de esta misma semana. Para acordonar la Cámara Baja y reforzar la seguridad de Ferraz, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha ordenado el despliegue de 1.400 agentes durante la semana crítica.