En el PSOE, la decisión que Podemos tomó este martes al romper con Sumar y huir al Grupo Mixto del Congreso ha caído con cierta preocupación. Los socialistas no consideran que vaya a afectar al conjunto de la legislatura, pero en el medio plazo sí creen que esa división en el espacio a su izquierda les puede lastrar las posibilidades electorales en los comicios que se celebrarán en 2024.
El próximo año, habrá comicios en Galicia y País Vasco y se celebrarán las elecciones europeas. Además, cabe la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, decida adelantar las elecciones, que serán previsiblemente en febrero de 2025.
Según trasladan fuentes de Moncloa, el presidente, Pedro Sánchez, "está preocupado por las elecciones". El nivel de preocupación va, de más a menos, empezando por las gallegas, siguiendo por las vascas y continuando por las europeas.
Desde el PSOE asumen ya que habrá leyes grandes, como la de los Presupuestos Generales del Estado, que no peligrarán. No creen que Podemos vaya a tumbar el Ejecutivo "progresista" por el coste político que ello acarrearía para la formación morada.
Sí que entienden que haya "leyes menores" que no puedan salir adelante. A fin de cuentas, los socialistas ya necesitaban "todos los votos, todo el rato" por lo ajustado del mapa parlamentario que dibujaron las elecciones del pasado 23 de julio. Ahora, tendrán que negociar con un partido más.
Serviría de ejemplo las discrepancias que hubo la legislatura pasada con normas como la Ley de Bienestar animal, donde la formación morada también quería incluir a los perros de caza, algo que los socialistas no. Pero ese tipo de leyes no harán caer la legislatura.
De hecho, tras conocerse la ruptura con Sumar, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, llamó este martes al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, para trasladarle que sus cinco diputados en el Congreso no tienen la intención de poner en riesgo la estabilidad del Gobierno de coalición.
Sin embargo, al margen de la legislatura, el PSOE tiene que blandirse en contiendas electorales en las que entienden que se juegan mucho. Parte del argumentario que han esgrimido los socialistas para defender la Ley de Amnistía es que los resultados electorales les han estado dando la razón, y temen que si hay malos resultados se pueda leer como una especie de enmienda a la gestión de Pedro Sánchez.
De hecho, las elecciones europeas, que tendrán lugar el verano que viene, serán una prueba de ello. Son las primeras elecciones en las que el PSOE se presenta a nivel estatal, y si la división de la izquierda vuelve a dar una victoria al PP, como sucedió en el 28-M, el mensaje que se lanza contra las políticas de Sánchez sería claro.
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Pero no queda ahí. Antes de la ruptura entre Podemos y Sumar ya se estaba hablando sobre las consecuencias nefastas que podría tener que ambas formaciones se presentaran por separado a las elecciones de Galicia.
Podemos y Sumar llevaban semanas explorando opciones para concurrir juntos a las elecciones gallegas y el coordinador de Podemos en Galicia, Borja San Ramón, alertaba de que si iban por separado podía pasar algo similar a lo que sucedió el pasado 28 de marzo, donde la izquierda perdió una importante cuota de poder territorial, entre otras cosas, por presentarse sin unión.
"Es lo que pasó en mayo en toda España y no nos podemos arriesgar a que se repita", aseguraron fuentes de la dirección morada a este diario. "Hay una posibilidad real de echar al PP, pero yendo separados es mucho más difícil", añadían. Tal y como ya informó EL ESPAÑOL, los de Yolanda Díaz rechazaron la oferta y ahora, tras la ruptura, todo parece irreconciliable.
Ahora, todos los focos están puestos en País Vasco. El coordinador de Sumar en la comunidad autónoma, Lander Martínez, sigue apostando por una candidatura unitaria. Podemos, sin embargo, todavía no se ha pronunciado al respecto.
Para el PSOE, todos estos movimientos ponen en peligro la forma de salir airosos de una situación ya de por sí sensible. Si bien esperan que la pedagogía en torno a la Ley de Amnistía surta los efectos, es difícil defender las políticas de Sánchez a nivel estatal si ello no se correlaciona con buenos resultados para la izquierda en la prueba de fuego real: las elecciones, sean cuales sean.