El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha admitido este martes que el catalán como lengua oficial en la Unión Europea "no se aprobará" durante la Presidencia española del Consejo de la UE y ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de mentirle porque "nos habían dicho que sería posible", exigiéndoles litigar en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea "si es necesario".
Si bien ha sido el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el que ha decidido no someter a votación la oficialidad del catalán en la UE en la reunión del Consejo de Asuntos Generales de este martes en Bruselas, el líder de Junts ha responsabilizado al PP de ello al denunciar que "han tenido interés en hacer descarrilar una propuesta que formaba parte de los acuerdos políticos que podían facilitar un Gobierno del PSOE y Sumar".
Puigdemont ha acusado a los populares de "españolizar la política europea más allá de lo que podían permitirse" y de haber provocado "situaciones delirantes", como la oposición del ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
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"Las reticencias iniciales de algunos países con gobiernos populares se explican, en gran medida, por la presión política y no tanto por las razones aducidas", agrega Puigdemont en un mensaje publicado en redes sociales.
"El camino es irreversible"
A pesar de ello, cree que el hecho de que la no oficialidad no llegue durante la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea "no significa que las opciones para conseguirlo hayan desaparecido por este hecho". "El camino iniciado es irreversible, aunque pida más tiempo. Y hay que utilizar más herramientas y recursos para defender la posición", ha advertido.
Por ello, pide sobreponerse "a la principal reticencia que parecen encontrar en ello los servicios jurídicos del Consejo, si es necesario hasta las últimas consecuencias". "Si es necesario, litigando en el Tribunal de Justicia de la UE donde el Estado debe defender sin complejos que no es necesario reformar los tratados de la UE para que una lengua sea oficial", ha explicado.
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Según afirma Puigdemont, existen informes jurídicos independientes y de gran solvencia que considera que desmienten la posición de los servicios jurídicos del Consejo de la UE, por lo que "esto hay que lucharlo de manera más desacomplejada y proactiva".
Así, ha emplazado al Estado a hacer "el trabajo pendiente y a plantar cara" a los que se oponen si quiere ser creíble en su reclamación para que el catalán sea lengua oficial de la UE. Y es que, según Puigdemont, no tiene justificación alguna que una lengua autóctona hablada por millones de europeos no sea oficial: "Ninguna. Y esto, pese a la demora, ya lo saben la mayoría de los países de la UE. Por no decir todos".
Por ello, sostiene que la oficialidad del catalán en las instituciones europeas sigue en la agenda y es "una exigencia que tiene recorrido" y a la que no renunciarán, ha avisado.
PSOE y PP, los obtáculos
En su opinión, los principales obstáculos con los que se ha topado este objetivo han sido, en primer lugar, el PP y que el Estado ha tenido que "deshacer, en un muy poco tiempo, una estrategia de bloqueo que venía de muy lejos y de muchos gobiernos, tanto del PP como del PSOE".
"No lo han hecho por convicción -como tampoco no lo hacen con la Ley de Amnistía-, y no parece que la estructura política y técnica de la Representación Permanente ante la UE haya desbordado entusiasmo" para promover la iniciativa, ha expuesto.
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Pese a esto, Puidemont ha puesto en valor que el ministro José Manuel Albares haya explicado en durante varias semanas las razones por las que el catalán debe ser lengua oficial de la UE: "Un hecho inédito y positivo, pero insuficiente", ha puntualizado. Cabe recordar que el propio Albares dijo el pasado 25 de octubre que la aprobación del catalán en la UE se conseguiría en "dos o tres meses".
En cuanto al Partido Popular, el expresidente catalán ha sido mucho menos laxo que con el PSOE y les acusa de haber querido que la propuesta descarrilara desde el primer momento intentado "españolizar" la política europea hasta el extremo.