Jordi Turull, secretario general, y Míriam Nogueras, portavoz de Junts, llegan al Congreso, este miércoles, para su reunión con Santos Cerdán (PSOE).

Jordi Turull, secretario general, y Míriam Nogueras, portavoz de Junts, llegan al Congreso, este miércoles, para su reunión con Santos Cerdán (PSOE). Efe

Política INDEPENDENTISMO

Turull y Nogueras exigen a Cerdán que todos los decretos pasen antes por Waterloo para negociarlos

Los líderes de Junts plantean al 'número tres' del PSOE que cualquier asunto que requiera de sus siete votos debe pasar antes por sus manos y las de Puigdemont. El 'expresident' fugado negoció la abstención a los decretos.

18 enero, 2024 03:19

Santos Cerdán había quedado con Jordi Turull, pero el secretario general de Junts apareció acompañado de Míriam Nogueras, portavoz parlamentaria. La reunión con el secretario de Organización del PSOE tenía como objetivo que "no vuelva a pasar lo de la semana pasada" -lo de la negociación in extremis del miércoles 10 de enero, para que el PSOE salvara los primeros sus decretos-.

La solución del partido de Carles Puigdemont, según pudo saber este periódico, es sencilla: que todo lo que vaya a precisar de sus votos pase antes por Waterloo para que Junts lo pueda negociar. Así se transmitieron los dos líderes de Junts al número tres del PSOE.

La cita, agendada desde el pasado lunes, se desarrolló "en un ambiente de normalidad", según fuentes del partido independentista. Pero ninguna de las partes quiso dar información sobre el contenido. "No es la primera ni será la última de las muchas reuniones de trabajo entre ambas partes", añadía un portavoz oficial de Junts.

Y efectivamente, en los apenas 10 días que quedan de mes, Cerdán y Turull volverán a verse en Ginebra, bajo la verificación de Henri Dunant.

Junto a ellos estarán, por parte del partido independentista, la misma Nogueras y el expresident fugado de la Justicia española. "Ése es el equipo siempre", afirma otra fuente de Junts. Y el mismo trío que negoció el miércoles pasado la abstención por incomparecencia de los siete diputados separatistas que necesitaba el PSOE.

A un lado, Félix Bolaños, María Jesús Montero y el citado Cerdán; y al otro, Nogueras, Turull y, efectivamente, el prófugo Carles Puigdemont. Turull entró en las discusiones por teléfono y el 'expresident' marcaba posiciones desde Waterloo, durante toda la mañana del miércoles entre los pasillos del Senado, donde se celebró el pleno, y hasta las 15.30 horas. 

De hecho, fue muy habitual observar a la portavoz parlamentaria de Junts colgada del móvil, incluso dentro del salón de plenos durante toda la mañana.

Míriam Nogueras (Junts), el pasado miércoles en el Senado, habla por el teléfono entre risas.

Míriam Nogueras (Junts), el pasado miércoles en el Senado, habla por el teléfono entre risas. EP

La cita de este miércoles duró alrededor de hora y media. Y en ella, según ha podido saber EL ESPAÑOL, los líderes separatistas le detallaron al número tres del PSOE las condiciones para mantener su colaboración: de ahora en adelante, los textos de los decretos deberán ser enviados al trío político de Junts a tiempo de que se puedan negociar antes de ser aprobados en Consejo de Ministros.

Se trata de que Puigdemont, Turull y Nogueras tengan voz e influencia previa en lo que el Gobierno quiera aprobar. "Hasta ahora, nos pasaban los decretos, pero como por deferencia y, a veces, sin todo el texto", explica un portavoz oficial del partido, "era un trágala, y eso con nosotros no funciona".

Por eso la negociación de la semana pasada se alargó, con total secretismo, hasta el último minuto. Y fue el prófugo quien puso sobre la mesa negociadora las "competencias plenas" en inmigración, además de otras siete concesiones. "Pedíamos y pedíamos, y ellos cedían y cedían", explicó luego Turull.

Por escrito, pero secreto

Ante los esfuerzos titánicos de los tres negociadores socialistas en busca de una concesión que satisficiera a los de Puigdemont para que salvaran sus decretos, desde su refugio belga, el líder prófugo, recordó un pasaje de su conferencia del pasado 5 de septiembre en Bruselas: "Tenemos la mayor tasa de inmigración de toda la península, el 16,2%, más de dos puntos por encima de la de Madrid, y no tenemos competencias ni recursos para gestionarla". 

El acuerdo entre el trío político de Junts y los tres del PSOE se fijó por escrito, con los membretes de los dos partidos: "Se acuerda una ley orgánica de delegación de competencias y recursos para que Catalunya pueda hacer una gestión integral de la inmigración conforme al artículo 150.2 de la Constitución". Pero, según confirmó este periódico en fuentes de la negociación, el PSOE pidió a Junts aceptar que no se hiciera público.

En estas apenas tres líneas de texto, según se lee en el documento, se encierran varias claves:

La primera, que no se transferirán, pero sí se delegarán competencias exclusivas del Estado a la Generalitat.

La segunda, que se hará vía ley orgánica, lo que "fía muy largo el plazo", según un portavoz del partido independentista.

Y la tercera, que haber dejado por escrito que se usará ese instrumento en el acuerdo firmado por los negociadores "implica que no será sólo lo que fija el Estatut", como ha llegado a sugerir Pedro Sánchez, "sino las competencias necesarias para lo que dice el pacto, la 'gestión integral' de la inmigración".

Junts aprende

Por eso, haber aceptado que el PSOE impusiera "mantener la confidencialidad" del documento final, hoy es motivo de enfado en Junts. "Nosotros no somos como ERC", apunta otra fuente del partido, "nosotros no decimos  en la confianza de que Sánchez cumplirá; nosotros sólo votamos con acuerdos". Pero en esta ocasión, el "largo plazo" que supone una ley orgánica y que se pactara mantener en secreto el texto, desarma a los de Puigdemont.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a llega al Congreso para su reunión con Turull y Nogueras (Junts).

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a llega al Congreso para su reunión con Turull y Nogueras (Junts). EP

"Salvo porque, si no cumplen, no votamos más", advierte una de estas fuentes consultadas. Y de inmediato, recuerda que, cada mes, el PSOE pasa examen en las reuniones de Ginebra; que en ellas hay un verificador del cumplimiento de los pactos, Henri Dunant, y un relator, Francisco Galindo, que da cuenta pública de los posibles desencuentros.

Como ya publicó EL ESPAÑOL, los postconvergentes aprenden, y condicionarán, en adelante, sus apoyos al cumplimiento de lo acordado

Es decir, a que la ley orgánica por la que se delegarán a Cataluña las competencias de inmigración satisfaga el punto clave, es decir, lo de la "gestión integral". Y por mucho que el presidente Sánchez ahora pretenda "echarle agua al vino", advierten, el PSOE aún tiene que asegurar la legislatura llevando al Congreso los Presupuestos.

Y si la cosa no avanza, "colorín colorado", como sentenció Turull el lunes en TV3. 

"Nos hemos reunido con Cerdán para coordinarnos mejor. Y eso significa negociar de antemano", añade un portavoz de Junts. "Que no se equivoquen, pensando que mientras la amnistía se tramita diremos  a todo". Es más, hace una semana en los pasillos del Senado, Puigdemont demostró que él tiene la llave.

"No tenemos un acuerdo de legislatura con el PSOE", sentencia otra fuente de la cúpula independentista. "Así que todo tiene que ser negociado paso a paso y asunto a asunto". De ahí las reuniones mensuales en Ginebra, para "evaluar los avances".

Eso no se había hecho con los tres decretos y la votación telemática tenía fijado el horario límite a las 15.00 horas. Pero un conveniente fallo en el sistema de votación otorgó media hora más de lo previsto a la negociación. Conveniente porque, finalmente, otorgó el "último minuto" necesario para cerrar el acuerdo con Junts.

Junts sabe que ni la nota que emitió el partido el miércoles, ni el texto "confidencial" que firmó con el PSOE, ni la misma Constitución definen lo que incluirá la ley orgánica, que "no se negoció en detalle". El texto dice "gestión integral", y en el artículo 150.2 de la Carta Magna "cabe todo".

Pero esa ley no saldrá si no le gusta a Junts, advierte el partido de Puigdemont, porque es orgánica y precisa de sus votos. Y sin esa ley orgánica de delegación de competencias de inmigración no habrá más legislatura.