Los 137 diputados del Partido Popular en el Congreso tienen un grupo de WhatsApp, GPP XV INFO/INFORMACIONES, en el que sólo pueden enviar mensajes los administradores. Entre ellos, el jefe: Miguel Tellado, que usa el canal como "tablón de anuncios" y para emitir consignas como la de este jueves, tras el último envite de Vox contra el PP.
"Nuestra prioridad es contestar a Sánchez, no a los políticos de Vox", instruyó a los suyos. El portavoz parlamentario, a colación de los ataques del partido verde contra el PP por la reforma de la Constitución, escribió un mensaje al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL: "El PP hace oposición al Gobierno, Vox hace oposición al PP. Por respeto a sus votantes no vamos a entrar en refriegas con sus diputados".
De esta forma, Tellado pidió a los miembros del grupo popular que ignoren a Vox y se centren en lo capital: tratar de erosionar al Gobierno de Sánchez. "Sin distracciones en nuestra estrategia", incidió en el chat. Los diputados, uno a uno, secundaron la petición con emoticonos. El más repetido: aquel que se cuadra con una mano en la frente.
[El Congreso borra la palabra "disminuido" de la Constitución con 312 votos a favor y Vox en contra]
La relación entre PP y Vox, a nivel nacional, no atraviesa el mejor momento. A pesar de que ambos partidos comparten gobierno en seis comunidades y 140 ayuntamientos, buena parte de las publicaciones en las cuentas oficiales de Vox, desde hace meses, tienen como destinatario el PP.
De forma paralela, los portavoces de Vox en el Congreso gastan más tiempo en la Tribuna en atizar a la bancada popular que al Gobierno y sus socios. Así sucedió esta semana en el Pleno de la Cámara Baja, durante la tramitación de la reforma de la Carta Magna para suprimir el término "disminuido" del artículo 49, una reivindicación histórica de las asociaciones de personas con discapacidad que ha salido adelante gracias a un pacto entre PP y PSOE.
Los ataques de Vox
Los diputados de Vox que intervinieron en los debates del martes y jueves dedicaron el turno de palabra, principalmente, a atacar con dureza a los populares. Fue el caso de Lourdes Méndez Monasterio: "No entendemos qué hace el Partido Popular pactando una reforma constitucional con el PSOE expuesta a las presiones separatistas".
Por su parte, Santiago Abascal, cuando el martes se aceptó la toma en consideración el cambio constitucional, recalcó: "Es absolutamente imposible explicar el golpe a la Constitución que da Sánchez cuando el partido que se dice líder de la oposición pacta reformar la Constitución con Sánchez".
Inicialmente, en la primera votación de la reforma de la Constitución, Vox decidió abstenerse. En el fondo, los dirigentes de Vox dicen estar a favor de retirar el término "disminuido". Pero no ven que sea el momento elegido para acordar nada. Constatada la contradicción entre el hecho y la palabra, el partido rectificó y este jueves anunció el voto en contra, en la votación definitiva.
Alberto Núñez Feijóo, de forma velada, respondió a Vox cuando abandonó el Pleno que alumbró la reforma: "Acepto que me critiquen por querer mejorar la Constitución y, en consecuencia, la política y las instituciones. Tengo claras cuáles son mis prioridades, ser útil a los ciudadanos, avalar propuestas razonables y cumplir con la palabra dada. Las críticas las acepto y lamento que no les guste a algunos mi postura".
En las filas populares, la indignación con los dirigentes de Vox va in crecendo prácticamente desde las generales del 23-J. en Génova denuncian una serie de bandazos en el partido verde, como la petición de crear un frente común y después anunciar una la ruptura de las relaciones. La teoría de los populares es que Vox está más preocupado en derribar al PP que a Sánchez.
El mensaje que envió Tellado a los miembros de su bancada tiene por objeto fagocitar cualquier polémica que desvíe el foco de cuestiones como la amnistía. A partir de ahora, tanto la dirección nacional del PP como los diputados en el Congreso intentarán hacer oídos sordos a cada asalto de Vox. El típico: "No me grites, que no te veo".