La que fue gran sede de Ciudadanos en la calle Alcalá está en alquiler: 60.000 euros al mes en Idealista. Es la metáfora del final de un partido. Paradójicamente, la formación ha fenecido en España, pero continúa viva e influyente en Europa. Esta circunstancia es la que está empujando al PP a estudiar un acuerdo con lo que queda de la marca naranja.
Por primera vez, Génova no busca la absorción o la negociación por una cuestión de votos. Efectivamente, los estrategas de Feijóo no temen que una lista de Ciudadanos en solitario pueda hurtarles votos en las próximas elecciones europeas. Sin embargo, un cúmulo de factores relacionados con ese papel que juega la delegación liberal en Bruselas explica el interés del PP.
A tenor de lo contrastado por este periódico, ha sido la Ley de Amnistía lo que ha terminado de sellar una alianza PP-Cs que ya funciona en la práctica.
Adrián Vázquez –el jefe de los naranjas en Europa– y Feijóo han decidido no perder el tiempo en disquisiciones. No importan de momento los matices. Conciben que hay que frenar la norma como sea. Dicho de otra manera: si existe algún modo de hacer descarrilar la amnistía, está en Bruselas. Y el papel de Vázquez es fundamental para ello.
De momento, lo que hay son conversaciones informales, fotos conjuntas. Vázquez asistió como público esta semana a una conferencia de Feijóo, lo que desató los rumores. Pero también ha germinado entre las partes el convencimiento de que el acuerdo para una lista conjunta es posible.
Además de Vázquez, existen otros nombres de perfil liberal que Génova no ve con malos ojos: Jordi Cañas, Eva Poptcheva, Maite Pagaza. En Ciudadanos hay un argumento muy claro a favor y una dificultad técnica que puede tornarse argumento en contra. Lo primero: si no van en una lista con el PP, se acerca la desaparición. Lo segundo: ellos pertenecen al grupo liberal; y el PP, al conservador.
En España, opera el eje izquierda-derecha, pero en Europa también funciona la barrera liberales-conservadores. Esa lista conjunta tendría que permitir de algún modo que Vázquez y alguno de sus compañeros concurrieran como independientes y dejando claro que no se integrarían en el EPP –el grupo de los conservadores–, sino en Renew Europe –el de los liberales–. Con esas cartas se está jugando una partida que se resolverá más pronto que tarde.
Pero, ¿cuáles son esos factores que explican la necesidad del PP para fichar a Vázquez? El jefe de la delegación europea de Ciudadanos es también el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo. Su cargo –y su disciplina en el estudio– le permiten conocer al dedillo los mecanismos que pueden activarse para frenar la amnistía.
Un ejemplo cristalino: hace apenas diez días, Vázquez estuvo reunido con el presidente del TJUE en Luxemburo. Traducido: compartió mesa con la persona que decidirá sobre las cuestiones prejudiciales que plantearán, seguro, los jueces españoles tras aprobarse la amnistía.
Probablemente no haya otro español con acceso a esta autoridad. El Gobierno acaba de firmar a instancias de Puigdemont la supresión del artículo de la Ley de Enjuiciamiento Civil que conllevaba la suspensión de una norma una vez se recurriera ante Europa. Sin embargo, en PP y Cs –también lo admiten en Moncloa– saben que esa suspensión podrá lograrse pese al cepillado.
Otro ejemplo que hace importante para los populares el poder contar con la delegación de Ciudadanos en Europa: hace un par de meses, se celebró en Estrasburgo un pleno monográfico sobre el Estado de Derecho en España. Solo había sucedido antes con Polonia, Hungría y Rumanía.
La celebración del pleno fue posible debido al voto decisivo de Renew Europe. ¿Y por qué votó Renew en esa dirección? En gran parte por la presencia de eurodiputados de Ciudadanos en su interior. Su empuje fue decisivo, ya que también está integrado el PNV en el grupo liberal. Si desaparecen de ahí los naranjas españoles, ¿quién haría esa presión? Eso se preguntan en Génova.
Por último, existe un factor de carácter más personal que político. Vázquez, pero también su compañera Poptcheva, llevan una década en Bruselas. Mantienen relaciones de alto nivel. Vázquez tiene hilo directo con Didier Reynders, el hombre del momento, que es el comisario de Justicia de la Comisión Europea, la pesadilla de Moncloa. También con Vera Jourova, la vicepresidenta de esta institución.
En resumen: es un buen negocio para el PP que Ciudadanos tenga eurodiputados y presencia en el grupo liberal europeo a lo largo de la legislatura para poder realizar una pinza efectiva a Pedro Sánchez.