Cariacontecido, Oriol Junqueras ha atendido a la prensa frente a los leones del Congreso. Apenas 20 minutos antes, los siete diputados de Junts habían tumbado la proposición de Ley de Amnistía, que ahora vuelve a la Comisión de Justicia para un mes más de debate y posibles enmiendas. El presidente de ERC ha acusado a Carles Puigdemont de haber dejado tirados a "cientos de inocentes" con su decisión de votar no a la norma.
El que fue vicepresidente de la Generalitat en el procés, el referéndum ilegal y la declaración de independencia de octubre de 2017, bajo el mando del expresident fugado de la Justicia, había viajado a Madrid para asistir al debate y a la aprobación de la Ley de Amnistía en la Cámara Baja.
Pero el "giro de guion" de Junts le ha puesto en una posición de debilidad: él cogiendo el AVE triunfal para cantar una victoria que se convierte en derrota, y Puigdemont, a 1.600 kilómetros, "dirigiendo la votación al 'no' por control remoto", en palabras de un dirigente independentista.
Junqueras se mostró verdaderamente contrariado, aunque ha hecho propósito de "no perder la sonrisa", ya que ésta "sólo es una más de las dificultades" por las que, dijo, ha tenido que pasar el independentismo, y él mismo. "Y no la mayor, así que seguiremos trabajando por una ley robusta y que, como ésta que hoy se votaba, pueda pasar los filtros a los que será sometida, sin duda".
Se refería el líder republicano a las cuestiones prejudiciales que numerosos jueces prevén presentar ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y a los recursos ante el Tribunal Constitucional, ya anunciados, por ejemplo, por el Partido Popular. "Para hacer justicia y acabar con la represión, hacía falta una ley que dé seguridad jurídica, y ésta la daba".
Sin hablar de Puigdemont
Por eso, dijo, es "un error" el resultado de la votación. Pero, a pesar de las preguntas de la prensa, Junqueras no se ha salido de su guion. Se ha negado a responder a si Puigdemont ha puesto en riesgo la amnistía, porque el PSOE puede acabar harto; ha rechazado evaluar los porqués de la decisión de Junts, y lo más lejos que ha llegado ha sido a sugerir que el partido de derecha independentista ha roto "un pacto" al votar no.
"Teníamos un pacto para aprobar esta ley con los apoyos suficientes", dijo en un momento de su atención a los reporteros, "y finalmente la votación ha sido otra". ¿Significa esto que Junts ha roto un pacto que tenían alcanzado con ustedes y con el PSOE? "Hay preguntas muy bien hechas, como ésa. Tan bien hechas que en ellas mismas llevan la respuesta. Búsquela en su pregunta y saque la conclusión".
Junqueras ha insistido en que "ésta no era la ley que habría hecho ERC, pero era una buena ley, robusta, y con seguridad jurídica". Y lo ha repetido ante cada cuestión que le podía llevar a opinar sobre la famosa enmienda de Junts, rechazada por el PSOE, que ha hecho votar no a los siete de Puigdemont.
Lo que pretende Junts es borrar la exclusión de los delitos de terrorismo de la ley. Es decir, que "todo el terrorismo" sea amnistiable. Y además, que también lo sean los delitos de traición, contra la paz y la independencia del Estado. Es decir, una a una, las causas que persiguen a Puigdemont y su entorno en la Audiencia Nacional (caso Tsunami) y en el número 1 de Instrucción de Barcelona (caso Volhov).
Todo el discurso de socialistas y republicanos coincide ahora, para arremeter contra los postconvergentes.
Si los socialistas se han negado en redondo a aceptar las enmiendas, recurriendo a la misma respuesta de la "seguridad jurídica" que ERC; si Junts se ha quejado en público, por boca de Míriam Nogueras de que lo que le pasa al PSOE es que "tiene miedo de Bruselas"; y si tanto el partido de Sánchez como el de Junqueras están unidos en la acusación al de Puigdemont de que ha dejado tirados a todos los implicados en el procés que no son líderes políticos o sociales... la conclusión es que, evidentemente, el mes que le queda a la norma en la Comisión de Justicia comienza con pocos visos de éxito.
Y eso, al líder de Esquerra, que trata de vender que su partido es más de izquierdas que indepe y que, por tanto, trabaja por la gente, le sirve de argumento. Además, de que él esperaba librarse de una vez de la inhabilitación para hacer política. Y Puigdemont ha dicho no, de momento.