Yolanda Díaz le gana terreno a Podemos, literalmente. Este miércoles, el partido morado ha denunciado ante la Mesa del Congreso y ante la Policía Nacional el allanamiento y vandalización de sus despachos en la Cámara Baja. Un día antes, el martes, los parlamentarios se encontraron sus herramientas de trabajo y objetos personales desperdigados por los pasillos del hemiciclo, precisamente los mismos que comparten con los de Sumar en la cuarta planta.
Fuentes de Podemos detallan a EL ESPAÑOL cómo la denuncia no señala a ningún culpable (de hecho, pide "encontrar a los responsables"), pero a la vez desliza la intervención de sus antiguos compañeros de grupo parlamentario. En concreto, las sospechas se dirigen a los diputados Txema Guijarro y Lander Martínez, dos de los hombres de confianza de Yolanda Díaz en el Congreso.
El propio Guijarro, que fue diputado por Podemos en la anterior legislatura, no ha negado las acusaciones. Preguntado por los periodistas, el secretario del grupo asegura haber comunicado a los morados "hace unas semanas" que abandonaran la cuarta planta: "Hemos estado esperando a que actuaran; tenemos compañeros que quieren trabajar y no se pueden instalar", ha recalcado.
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Los morados sospechan que el allanamiento se produjo el lunes por la tarde, cuando no quedaba ningún parlamentario ni asesor de Podemos en los despachos. Uno de ellos, el de Lilith Verstrynge, ya había sido trasladado hace dos semanas tras la renuncia de la diputada.
Según el relato de Sumar, los cuatro despachos les pertenecen desde hace dos meses, cuando los morados decidieron mudarse en el Congreso, confirmando el destierro de la cuarta planta. Entre el material manipulado, los morados incluyen todas las pertenencias de su secretaria general, Ione Belarra, que no se encontraba presente.
"Estaban todas sus cosas tiradas por ahí, papeles, notas, objetos personales, un portátil...", se lamentan desde Podemos. El partido morado asegura no haber recibido ninguna notificación referida a los despachos de sus diputados y ha pedido a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y a la Policía que investiguen el suceso por si fuera constitutivo de delito.
En Sumar, por su parte, aseguran haber puesto en conocimiento de la Mesa hace semanas el cambio de despachos, pidiendo a Podemos que los abandonaran, una versión que confirman fuentes de la dirección de la Cámara. Esas mismas fuentes aseguran que se abrió la puerta al desalojo el pasado 30 de enero, aunque no por la fuerza.