Alberto Núñez Feijóo no ha podido ser más rotundo.
"Yo no soy Pedro Sánchez. Yo no acepto la amnistía ni la aceptaré. No acepto los indultos ni los aceptaré. El señor Sánchez lleva cinco meses a martillo intentando colar una amnistía ilegal y nosotros llevamos cinco meses diciéndole a la gente que nos acompañe en la calle para seguir luchando contra una amnistía ilegal. Y lo vamos a seguir haciendo todas las veces que sean necesarias. En los tribunales, en los tribunales españoles y en los tribunales europeos. Eso es lo que vamos a hacer. Y eso es sin duda lo que les molesta que hagamos".
Con estas palabras, en un mitin celebrado en la tarde-noche de este lunes en la localidad pontevedresa de Marín, el líder del Partido Popular ha dado por concluida la polémica que estalló el pasado viernes, cuando fuentes de Génova dejaron la puerta abierta a un indulto a Carles Puigdemont supeditado a unas condiciones imposibles.
Después de que PSOE y Vox, en las últimas 48 horas, hayan centrado todos sus esfuerzos en intentar derribar a Feijóo, acusándole -al unísono- de cambiar de opinión y mentir al electorado, el presidente popular ha insistido en que ni negoció con el líder de Junts las exigencias que puso sobre la mesa para la investidura después del 23-J, ni tiene pensado hacerlo.
"Han llegado a decir que ahora yo estoy de acuerdo con las amnistías y con los indultos. ¿Sabéis por qué? Porque diciendo todo esto a lo mejor consiguen que alguien dude de nuestra honestidad, de nuestra honorabilidad y de lo que hemos hecho durante todos estos años que es defender el Estado de derecho y renunciar a cualquier cargo para defender el Estado de derecho en España", ha recalcado.
Feijóo responde a Puigdemont
Con estas declaraciones, sentenciadoras, Feijóo se defiende de los últimos ataques de la izquierda. Pero va más allá: también responde al "todo se sabrá" de Puigdemont, que el pasado jueves amenazó con desvelar el contenido de las conversaciones que Junts y el PP mantuvieron el pasado verano antes de la elección de la Mesa del Congreso de los Diputados.
A seis días de que se destapen las urnas en Galicia, Feijóo ha compartido su teoría de por qué el Gobierno, sus socios de izquierdas y también Vox están empleando todos sus esfuerzos en erosionarle a él y a su partido: "Nuestros rivales son conscientes de que debemos de ir muy bien, si quieren embarrar la campaña es porque vamos muy bien, si quieren lanzarnos ataques a la desesperada es porque vamos muy bien y si quieren hablar del PP y no de Galicia es porque vamos muy bien".
Para Feijóo, la síntesis de lo sucedido en los últimos dos días no es más que una reacción hiperventilada de sus rivales por la "movilización del PP" en la recta final de la campaña gallega.
Si el "esprint final" es el que determina la victoria, el que marca quién "se sube al podio, el que se lleva la copa"; el líder popular ha asegurado esta tarde-noche que los partidos de la oposición en Galicia se han percatado de la situación y, por ello, tratan de poner la zancadilla al caballo ganador.
Con estos mimbres, Feijóo ha pedido a los suyos que no entren en el juego de la izquierda y que se centren en lo importante: "Ni un segundo de distracción, ni un segundo perdido para dejar de trabajar por Galicia y ni un segundo de ruido. Aspiramos a una gran mayoría el domingo, sí; y tenemos que trabajar al máximo para lograrla, sí".