Exteriores para la visita de Yolanda Díaz a Palestina después del último ataque de Sánchez a Israel

Una vez más, pues, la pelea entre las dos facciones del Gobierno de coalición vuelve a usar como escenario el conflicto de Oriente Próximo. La visita fue publicitada por Díaz como de carácter oficial: "Vamos a ir a firmar un memorándum en materia de relaciones laborales y para denunciar la barbarie que está produciendo allí y a pedir un alto el fuego", dijo este miércoles en un acto en Madrid. 

Fuentes oficiales de la Vicepresidencia segunda del Gobierno aseguran que el equipo de Díaz comunicó a Exteriores su "invitación oficial por parte del ministro palestino de Trabajo". Que hace meses que recibió esa invitación de su "homólogo", que la visita se pospuso por las elecciones del 23 de julio, y que "los equipos técnicos y diplomáticos están trabajando en organizar el viaje, que no es sencillo, dadas las circunstancias".

Sin embargo, el Ministerio de Albares se niega a considerar esta visita, mientras el entorno de la vicepresidenta segunda exige que "dé las explicaciones necesarias" para aclarar la situación.

Albares, en todo caso, no ha querido dar más detalles. Tampoco sus portavoces, preguntados expresamente por este periódico. Para el ministro, lo destacable en la posición de España ante la guerra de Israel contra los terroristas de Hamás es las dudas que han elevado a Bruselas, por carta, el presidente del Gobierno y el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar.

En esa misiva, ambos mandatarios reclaman a la presidenta de la Comisión Europea la "urgente" revisión del Acuerdo de Asociación de la UE con Israel para comprobar si se están cumpliendo los derechos humanos por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza, "donde han muerto ya casi 30.000 personas" desde el inicio de la ofensiva de respuesta de Israel al salvaje ataque del 7 de octubre.

El ministro Albares, que usaba las cifras que publica el gobierno de Hamás en Gaza, considera que la posición de Sánchez es "muy valiente", después de las tres crisis diplomáticas, con retirada de la embajadora israelí incluida, entre España e Israel en los últimos meses.

La carta reclama a la Comisión esta "evaluación" de los acuerdos de la Unión con Israel y pide al Consejo "la toma de decisiones pertinentes" si se comprueba que el Gobierno de Netanyahu está violando los derechos humanos en Gaza. De hecho, ambos mandatarios ponen en duda este cumplimiento del "derecho internacional" y el "derecho humanitario" por parte de las FDI.

"No tienen por qué morir"

Albares, en declaraciones a los medios durante un acto de campaña del PSOE en Lugo, ha insistido en la posición de España, distinta de la acordada por el Consejo Europeo: "Pedimos alto el fuego permanente, porque las vidas de un millón de palestinos están en peligro si se extiende la guerra a Rafah".

Yolanda Díaz había desvelado su intención de viajar oficialmente, como vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo a Palestina. Todo, a pesar de que el Ejecutivo israelí ya denegó al mismo Albares y a Sánchez un viaje similar durante el mes de octubre.

El presidente español fue uno de los últimos líderes occidentales en mostrar sus condolencias viajando al país atacado por centenares de terroristas el 7-O, que asesinaron a más de 1.400 personas, violaron, hirieron y secuestraron a otros cientos.

Fue así porque, desde el inicio, España insistió en ofrecer "soluciones políticas" como el reconocimiento del Estado Palestino, y una conferencia internacional de paz, mientras que el Ejecutivo de Israel se preparaba para su ofensiva para "acabar con los terroristas de Hamás". 

La posición española no sólo no ha cambiado, sino que ha pasado de pedir "un alto el fuego humanitario" a reclamar "un alto el fuego permanente". Y en una entrevista reciente con este periódico, Lior Haiat, portavoz de Exteriores del Gobierno israelí, ya advirtió del enfado de su Ejecutivo con "los ministros españoles que han apoyado a Hamás" desde los ataques del 7-O, en clara referencia a Díaz, a la ministra de Infancia, Sira Rego (de origen palestino), y a las exministras Ione Belarra e Irene Montero. 

Aunque "al ciudadano medio no le diga gran cosa" esa carta, en el fondo lo que se está pidiendo es "un alto el fuego permanente, salvaguardar la vida de miles de civiles palestinos que en estos momentos están en riesgo" por la eventual ofensiva israelí sobre Rafah, en el sur de la Franja.

Sin embargo, Díaz insiste en que "España puede hacer más" que enviar una carta. Y ha criticado que se hayan seguido vendiendo armas a Israel después del inicio del conflicto. Algo que también ha rechazado Albares: "Desde el 7 de octubre, este Gobierno no ha autorizado ni una sola licitación para exportar armas a Israel. Insisto, ni una", ha remarcado, visiblemente molesto.

Albares ha subrayado que en Rafah "hay más de un millón de palestinos inocentes, que no tienen por qué morir, pero cuyas vidas estarían en peligro". El ministro ha hecho "un llamamiento al alto del fuego inmediato, a la liberación incondicional de todos los rehenes, al acceso de la ayuda humanitaria a Rafah y al resto de la población de Gaza".