El exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, se ha plantado este martes ante la dirección de su partido y ha anunciado que no va a dejar su escaño en el Congreso de los Diputados. "Voy a defender mi honor personal hasta las últimas consecuencias", ha dicho en una rueda de prensa.
Con este movimiento, Ábalos, que fue mano derecha de Pedro Sánchez en el partido y el Gobierno, ha hecho caso omiso de las peticiones de la formación. La Ejecutiva le había pedido que dejase el escaño por "responsabilidad política" tras conocerse que su exasesor Koldo García había liderado una presunta trama corrupta.
"No puedo rendir un tributo a la derecha, como creo que hace la dirección de mi partido. No puedo acabar mi carrera política como un corrupto cuando soy inocente", ha asegurado.
"Los que pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás tendrán que mirarme a la cara, a mí y a muchos compañeros que piden que me quede. Nunca hubiera imaginado esto de estas siglas", ha dicho, en una comparecencia en la que se ha mostrado especialmente duro con el PSOE.
La semana pasada se conoció que Koldo García, además de otros familiares y allegados, había sido detenido en el marco de la Operación Delorme. La UCO sospecha que lideró una trama corrupta para enriquecerse con las comisiones por la compra de mascarillas durante los meses más duros del coronavirus.
El partido reaccionó este lunes, varios días después, pidiendo a Ábalos que dejara el escaño. Le dio 24 horas. Si no, le expulsarían del grupo parlamentario. Finalmente, ha sido el propio Ábalos quien ha comparecido, antes de que le expulsaran, para anunciar que se pasaba al Grupo Mixto del Congreso.
El PSOE ha reaccionado acto seguido emitiendo una resolución firmada por Santos Cerdán, el actual secretario de Organización, en la que se informa de la suspensión cautelar de militancia a Ábalos.
"Comparezco hoy ante ustedes decidido a defender mi honor personal y mi reputación como diputado hasta las últimas consecuencias", ha dicho Ábalos en una rueda de prensa rebosante de expectación. "Me gustaría estar haciéndolo respaldado por la dirección de mi partido, creo que hubiera sido lo correcto, como en tantas otras ocasiones", ha añadido.
"Tras haber contribuido a la conformación de un Gobierno de coalición tras la moción de censura y tras haber servido a mi país como ministro y, habiendo ayudado como secretario de Organización a cohesionar la militancia, me hubiera gustado tener el beneficio del compañerismo. No ha sido así, no ha sido posible", ha criticado.
"Si yo renunciara, se convertiría en un signo de culpabilidad que no asumo. No ha sido posible establecer una reflexión con mi partido en beneficio de las propias siglas", ha añadido, en una conferencia plagada de dardos al PSOE y a la dirección: "Anteponen las cuestiones de Poder a las cuestiones de Justicia", ha dicho.
Durante su comparecencia, Ábalos se ha mostrado visiblemente emocionado y ha querido trasladar la soledad que siente, llegando a decir que sabe lo que es convertirse en un apestado en política.
"Vengo solo, en mi coche, no tengo secretaria, no tengo nadie detrás... Me enfrento a todo el poder político, de una parte y de otra, y lo tengo que hacer solo. Soy un mero peón que se inserta en una lucha política sin reglas", ha reconocido.
Ábalos también ha pronunciado una serie de palabras que podrían ser interpretadas como un aviso a Pedro Sánchez y los suyos. Ha insistido en que tiene "muchas respuestas" y que las dará a su debido tiempo y ha dicho que desde el Grupo Mixto defenderá sus ideas "con libertad de criterio".
Es decir, Ábalos avisa de que su voto no estará relegado a lo que la dirección del PSOE pida. Esto puede ser especialmente sensible para algunas votaciones, ya que los bloques en el Congreso están tan ajustados que hay votaciones, como el decreto anticrisis, que el Ejecutivo salva por un solo voto.
Tras la rueda de prensa, el exministro ha ido al registro del Congreso a entregar su solicitud para ingresar en el Grupo Mixto y ha vuelto a su coche. No ha acudido al pleno de esta tarde en la Cámara Baja y ha informado de que no acudirá a la sesión de control al Gobierno que se celebra este miércoles.