Según el propio Pedro Sánchez, la Ley de Amnistía es clave para "defender la concordia" y por el "interés de España". Es también la ley que le permite seguir en la Moncloa. Sin embargo, el presidente del Gobierno sólo estuvo 28 minutos en el Congreso de los Diputados este jueves, el día de su ley estrella.
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, le reprochó su ausencia mientras defendía desde la tribuna sus argumentos en contra de la norma. "Hasta él se ve incapaz de dar la cara por este delirio", aseguró Feijóo, a la vez que señalaba a una bancada azul repleta de ministros, pero sin el presidente.
Sánchez se ausentó de todo el debate sobre la Ley de Amnistía. No acudió al Congreso de los Diputados hasta que fue imprescindible: a la hora de la votación. A su llegada, la oposición le abucheó levemente por su desaparición.
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Y tras votar, Sánchez se fue. Sólo estuvo en la carrera de San Jerónimo los 28 minutos que tardó en realizarse la votación, más larga que de costumbre por ser nominal, y el tiempo que estuvo lo hizo con un semblante muy serio que llamó la atención de casi todos los asistentes.
De hecho, a pesar de que el Gobierno ha llevado a cabo numerosos esfuerzos para llegar a concretar la amnistía, apenas lo celebró. Sánchez aplaudió unos segundos sin entusiasmo. Nada que ver con la emoción que mostraron los políticos de Junts y ERC, eufóricos y entre abrazos.
Sánchez tampoco quiso hacer ningún tipo de declaración a los medios. La semana pasada, el Gobierno se veía aprobando la Ley de Amnistía este jueves y con el camino despejado para los Presupuestos Generales del Estado de este año. Amarrar esas dos cuestiones le podía asegurar a Sánchez una legislatura más o menos larga.
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Pero el miércoles, sus pretensiones saltaron por los aires. Ese día, el presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès convocó elecciones anticipadas para el próximo 12 de mayo al no ser capaz de sacar adelante sus cuentas autonómicas.
Esto ha llevado al Gobierno a renunciar a sacar adelante los Presupuestos de 2024 y centrarse directamente en los de 2025. Además, la competición por las catalanas entre ERC y Junts, dos de sus socios fundamentales, complica la legislatura hasta que se celebren las elecciones autonómicas.
Todos estos elementos hacen crecer la posibilidad de que Sánchez acabe teniendo que convocar elecciones generales cuando se cumpla un año de las anteriores. El gran paso adelante que significaba sacar adelante la Ley de Amnistía, ya no significaba lo mismo este jueves.