El presidente Pedro Sánchez se ha presentado este sábado en Mérida como víctima de una campaña de "destrucción personal del adversario", a causa de las críticas que el PP ha planteado sobre la relación de su mujer, Begoña Gómez, con uno de los comisionistas del caso Koldo, Víctor de Aldama, y con el grupo Globalia, que el Gobierno rescató con un préstamo de 475 millones de euros.
Sánchez ha pronunciado estas palabras, cuando el Gobierno y la Fiscalía de Madrid llevan dos semanas difundiendo datos personales, tributarios y confidenciales sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso (como hizo la vicepresidenta María Jesús Montero en los pasillos del Senado), para exigir la dimisión de la presidenta madrileña.
Algo que ha provocado una denuncia del Colegio de Abogados de Madrid contra la Fiscalía, por un presunto delito de revelación de secretos.
[Sánchez ha pedido ya 7 veces la dimisión de Ayuso por el fraude de su novio en los últimos 10 días]
Durante la apertura del Congreso del PSOE de Extremadura, Sánchez ha incluido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la "internacional ultraderechista" que, según ha dicho, utiliza la "polarización" para "destruir las políticas de progreso que representa el Gobierno de España".
También ha presumido de que está pagando el precio de "enfrentarse a las élites de este país con los impuestos y políticas que hemos puesto en marcha", algo que siempre supone "romper algunos cristales y pisarlos, pero lo hacemos con valentía y coraje".
El presidente del Gobierno ha afirmado que "el progresismo en el mundo" necesita "unidad" para hacer frente al desafío que supone "la internacional ultraderechista que se está extendiendo por muchos países", representada por políticos como Donald Trump en EEUU, Javier Milei en Argentina y Jair Bolsonaro en Brasil. Un extravagante club en el que también ha incluido a Feijóo.
Por ello ha considerado que los socialistas deben reflexionar sobre cómo dar respuesta a "la mentira como forma de hacer política y el insulto, que sólo tiene un objetivo: desmovilizar al electorado progresista, crear desafección y lejanía de la ciudadanía respecto a la política, para que con ellos pueda resurgir como alternativa de gobierno".
"Retorcer las instituciones"
Pedro Sánchez ha acusado al PP de Feijóo "retorcer e instrumentalizar todas las instituciones". Según ha dicho, "al Senado lo enfrentan al Congreso, un caduco CGPJ que está bloqueado como consecuencia de su incumplimiento de la Constitución lo enfrentan con el Tribunal Constitucional, y al gobierno de Extremadura lo enfrentan con el Gobierno de España".
Los populares, ha añadido, "persiguen a los medios de comunicación que denuncian sus casos de corrupción", ha dicho sobre la arremetida del jefe de gabinete de Ayuso contra un medio que difundió información sobre el presunto fraude fiscal del novio de la presidenta madrileña.
Sánchez también ha hecho durante su discurso una alusión al declive de Ciudadanos (Cs) y de Podemos: "Hoy viendo el auge y la desaparición de distintos partidos", ha señalado, "reivindico la sabiduría de un partido centenario como el PSOE, que ha sabido interpretar el presente en clave progresista".
Sánchez ha inaugurado este sábado en la Institución Ferial de Mérida (Ifeme) el 14 Congreso Regional Extraordinario del PSOE de Mérida, en el que Miguel Ángel Gallardo será ratificado como nuevo secretario general del partido, en sustitución de Guillermo Fernández Vara.
Un total de 395 delegados, representantes de las distintas agrupaciones locales de la región, participan en este Congreso, al que asisten también más de 1.200 invitados.
Entre los actos previstos para este sábado se encuentra la mesa redonda titulada El modelo de los derechos frente al modelo de las derechas, en el que toman parte el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Patxi López; la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, y la exsenadora Micaela Navarro.