Junts y ERC ven un "fin de ciclo" de Sánchez y prevén el escenario de la dimisión o la cuestión de confianza
El separatismo juega con la coincidencia de plazos para aprobar la amnistía y para poder convocar elecciones y ambos partidos coinciden en señalar a Zapatero como un posible sustituto, haya dimisión o pérdida de confianza.
25 abril, 2024 18:36Carles Puigdemont y Pere Aragonès ya dibujan tres escenarios con su núcleo de decisión en Junts y Esquerra. Golpe de efecto, dimisión o cuestión de confianza. En los tres, parten con ventaja, aunque el primero de ellos es el que menos les interesa: "No estamos aquí por la gobernabilidad de España", aclaran fuentes de ambos partidos, "no es nuestro tema".
Es decir, que si la carta de Pedro Sánchez a los ciudadanos se queda en una apelación emocional a sus huestes para reagruparlas, no es asunto para el separatismo. Eso sí, de un lado y del otro de las dos formaciones que batallan por la hegemonía independentista en Cataluña, ambos ven al presidente en su "fin de ciclo". Lo dan por amortizado y sólo les sirve para acabar un trabajo empezado.
El único de todo este primer año de legislatura, la amnistía.
La aprobación definitiva de la ley pendiente coincide, día arriba o abajo, con el 29 de mayo. Esa fecha encaja con el plazo que la Constitución marca para que Sánchez, o mejor dicho, quien presida el Gobierno entonces, pueda disolver las Cámaras y llamar a elecciones.
Y esa salvedad es clave para ERC y para Junts, según las fuentes consultadas en su dirección política, a la espera de que este lunes se conozca el desenlace de estos cinco días de interinidad monclovita.
Antes de ese 29 de mayo, no se pueden convocar elecciones. Y si Sánchez acaba cumpliendo con su amenaza de este miércoles, y dimite el lunes que viene, puede permanecer en funciones o dejar el puesto definitivamente, a la espera de una nueva investidura: alguien tendría que ser designado para tomar su puesto en el mes exacto que quedaría hasta esa fecha clave.
"Una gatera a la UE"
En todo caso, una cuestión de confianza perdida tendría el mismo desenlace.
El artículo 112 de la Constitución explica que hay que motivarla "sobre su programa o sobre una declaración de política general". Y que se gana por mayoría simple.
Fuentes de Junts consideran que ese es el escenario más lógico. Aunque como ya advirtió Puigdemont en la noche del miércoles -el primer líder político que mentó la cuestión en público-, a la formación de derecha separatista, el asunto en sí le da igual.
Sólo les interesa culminar la amnistía, y para eso hay tiempo.
Desde Esquerra, tampoco se garantiza el apoyo a la cuestión de confianza. "Aunque la proponga basándola en la amnistía, el reencuentro y la pacificación de Cataluña, utilizando un instrumento constitucional y secuestrando el Congreso para ese mitin de las catalanas, el tiempo nos favorece".
En el entorno de la dirección tripartita de los republicanos -el president Aragonès, Oriol Junqueras y Marta Rovira- el análisis es más pragmático: consideran que Sánchez dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral catalana el miércoles a las 19.09 horas, publicando el tuit de la carta.
Pero que la jugada, efectivamente, es "una gatera por la que escaparse" de los problemas acumulados: "Koldo, la amnistía, lo de su mujer, Pegasus... son muchos frentes".
Tanto Junts como ERC valoran la posibilidad de que el presidente esté buscando una excusa para cumplir un deseo personal de ambición política: salir de la política española y colocarse en la Unión Europea. "Se reparten puestos a partir de junio", apunta una fuente del entorno de Puigdemont, "y la presidencia del Consejo Europeo le encaja a Sánchez".
Que cace sus ratones
Pero eso son derivadas. La clave está en lo suyo, los intereses indepes y quién los vaya a "negociar" desde Madrid.
El Senado tiene que devolver la proposición de Ley de Amnistía antes del 16 de mayo, al cumplirse los dos meses de plazo de su tramitación en la Cámara Alta. Lo hará vetando la norma, según la mayoría absoluta del PSOE. Pero el Congreso tiene algo más de una semana para recuperar sus sesiones normales entre el fin de la campaña catalana y el inicio de la de las europeas, en la que se puede levantar el veto y mandar la norma directa al BOE.
Si en el entretanto, Sánchez ha dimitido o presentado una cuestión de confianza, al independentismo no le afectaría. Porque sin posibilidad de elecciones de por medio, sería un socialista quien presidiera el Consejo de Ministros: o Sánchez en funciones; o su vicepresidenta primera, María Jesús Montero, de manera interina; o un candidato alternativo al que le diera la confianza la Cámara Baja.
Entre los círculos de poder republicano y postconvergente ya circulan nombres. Porque se valoran todos los escenarios, "como ha pretendido Sánchez con estos cinco días de interinidad". Así que la pregunta es obligada: ¿Hay alguien que pudiera suscitar el acuerdo de los socios parlamentarios y viniera de las filas de este PSOE proamnistía actual?
Sí lo hay. Y en ambas orillas del separatismo, el primer nombre que surge es el del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. "Pero eso ya es política ficción", alegan en ERC. "Sería rarísimo, nunca ha pasado lo de la vuelta de un expresidente, y extraparlamentario... pero es verdad que nos entendemos con él", apuntan desde Junts.
Y si hay que acabar invistiendo a otra persona para terminar el trabajo, unos y otros se limitan a plantearlo desde los intereses del separatismo. Como decía Felipe González hace ya unas décadas, les da igual el color del gato, siempre que cace los ratones que ellos quieren.