"Si te vas, habrán ganado": ministros clave piden a Sánchez que siga mientras ya barajan investir a otro

Esas palabras recogen la tesis contenida en la carta del presidente sobre una supuesta operación de la "derecha y extrema derecha mediática, judicial y política" en contra de las políticas progresistas del Gobierno.

La idea que manejan es que si el relato que queda es el de la dimisión como consecuencia de esa campaña, sería demoledor para quien llegue al Gobierno y a la dirección del partido tras Sánchez.

Se sabe que el presidente del Gobierno mantiene contactos muy limitados con el exterior, más allá de su familia, y trabaja en su despacho. Y eso provoca que la incertidumbre y el desconcierto de todos sean mayores.

Sus colaboradores más cercanos, los que más se han dejado la piel en el Gobierno y el partido, son estos días ajenos al proceso de reflexión de su líder y, por supuesto, a la decisión que pueda tomar, que les afecta directamente. Están perplejos y Sánchez no habla con ellos.

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Desde que el miércoles se encerró en Moncloa, horas después de conocer la información de El Confidencial sobre la admisión a trámite de una denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, Sánchez sólo ha respondido de forma lacónica, como un "gracias" o similar, a algunos WhatsApp de apoyo de miembros de su Gobierno.

Mientras, sí hay contactos entre los miembros más destacados del Gobierno, que ya se plantean cuál puede ser el escenario político en el caso de que Sánchez termine anunciando que abandona su cargo.

Explican que su hipótesis principal (como deseo y deducción) es que Sánchez anunciará el lunes su continuidad, pero es necesario elaborar un plan b por si dimite, para la continuidad del Gobierno y del PSOE. 

Destacados dirigentes están trabajando casi a ciegas y sin conocer el designio de su líder desde la tarde del miércoles, cuando se reunieron de forma casi espontánea en la Moncloa en ausencia del presidente, que no quiso verles. Óscar López, María Jesús Montero y Félix Bolaños. Óscar Puente y Santos Cerdán se reunieron y se miraron para decidir qué demonios hacían ante tan insólita situación.

Estudian abiertamente que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quedaría al frente del Gobierno y que inmediatamente sería necesario presentar un candidato o candidata a una investidura lo antes posible.

Personal y emocional

Hasta el 29 de mayo no es posible convocar elecciones, que tendrían que celebrarse los últimos días de julio. Se inclinan por que no haya tal convocatoria y por intentar mantener la legislatura, entre otras cosas porque quedarían en el aire proyectos de ley y proposiciones de ley en trámite en las Cortes. Entre ellas, la amnistía.

Creen que sería necesario que un eventual nuevo proyecto se consolide y se decida quién sería candidato para esas elecciones.

En ese reparto, José Luis Rodríguez Zapatero ha tomado el papel de asegurar la cohesión del partido en momentos complicados, casi como hizo en julio de 2023 al convocar Sánchez las elecciones generales tras el desastre de las municipales y autonómicas. Él es el encargado de apelar al "patriotismo" de los socialistas y cerrar filas, también ante la eventualidad de un proceso de relevo.

Todos en el Gobierno y en el PSOE insisten en que toda la motivación de Sánchez es personal y emocional, no política, y entienden que cualquier decisión que tome tendrá que ser de acuerdo con Begoña Gómez y sus dos hijas.

Están seguros de que este sábado habrá una enorme movilización en la manifestación convocada en Madrid, y que eso servirá para convencer a Sánchez de que se quede.

Si continúa, aseguran algunos, tendrá un perfil más humano. Otros consideran, por contra, que no puede salir del túnel en el que se ha metido, y que si continuara en el cargo sería muy criticado por haber usado el caso de su mujer como táctica política para las elecciones catalanas y las europeas.

Más aún si le suma una cuestión de confianza en el Congreso, cuando nadie duda de su apoyo parlamentario, sometiéndose a un debate sobre su fortaleza para seguir como presidente del Gobierno.

Los hay también en el partido y en el Gobierno explicando que Sánchez, en realidad, ha encontrado un relato para abandonar y, quizás, embarcarse hacia Europa, concretamente a la Presidencia del Consejo Europeo. Curiosamente, hace una semana el vicesecretario del PP Esteban González Pons explicó en EL ESPAÑOL que la operación de Sánchez sobre palestina busca, precisamente, postularse para ese cargo tras las elecciones europeas.

Y muchos no salen en privado de su asombro sobre los cinco días de reflexión y retiro dejando al país, al Gobierno y al partido en vilo.