Eduardo Sotillos presentó el Telediario en la Transición y fue el portavoz del primer gobierno de Felipe González.

Eduardo Sotillos presentó el Telediario en la Transición y fue el portavoz del primer gobierno de Felipe González. Esteban Palazuelos

Política IZQUIERDA ESPAÑOLA

Sotillos, primer portavoz de Felipe: "La amenaza de Sánchez a los medios merece respuesta social"

Eduardo Sotillos ficha por Izquierda Española para las elecciones europeas. Presentó el Telediario y dirigió Radio Nacional en la Transición.

6 mayo, 2024 02:34

De muy pocas personas se puede decir, literalmente, que fueron "la voz de la Transición". Una de ellas era Victoria Prego, que ha muerto esta semana. La otra es el hombre que descuelga el teléfono, al que podemos imaginar de dos maneras. En el presente, con una melena blanca y desarbolada, como un león a la carrera. Y en el pasado, fumando con Felipe González, con los pómulos amurallados por unas gafas negras enormes.

La voz que saluda es grave. Y también podemos imaginarla de dos formas: cantando un tango de Gardel o anunciando al mundo la muerte de los dictadores.

Eduardo Sotillos (Madrid, 1940) fue el portavoz del Telediario tras la caída del franquismo. Militante del PSOE desde la clandestinidad, fue elegido por González portavoz del primer gobierno socialista de la Democracia. Ahora, acaba de fichar por Izquierda Española, descontento por la "deriva" de Pedro Sánchez.

Como es un hombre de la Transición, lo explica con una revista de entonces: "Sánchez se ha convertido en el chiste de Hermano Lobo. O yo o el caos". Pero, aunque algunos viejos socialistas como él parecen gritar "el caos, el caos", el presidente continúa en Moncloa tras el melodrama de sus "cinco días de reflexión".

Entrevista íntegra a Eduardo Sotillos Esteban Palazuelos

Sotillos atiende esta entrevista para explicar su fichaje, pero sobre todo para explicar aquello en lo que, a su juicio, se ha convertido el partido de su vida. Es una voz autorizada gracias a esas dos experiencias aparentemente incompatibles: la militancia y el periodismo. Un hombre adecuado para analizar eso que Sánchez llama "la máquina del fango". Una supuesta conspiración de "pseudomedios y partidos de ultraderecha" encaminada a destruirle civilmente. Además, en su currículum está... el premio Pablo Iglesias a la libertad de expresión.

La viñeta de Hermano Lobo de la que habla Sotillos.

La viñeta de Hermano Lobo de la que habla Sotillos.

–Hijo de militar republicano, afiliado al PSOE en la Transición. Y hoy, en la hora crepuscular, convertido en un auténtico fascista. Quién se lo iba a decir.

–¡Mira que es usted! [suelta una carcajada]. En el fondo, le agradezco que me haya hecho reír porque, aunque tengo 84 años, estoy muy cabreado con lo que está pasando. Así me relajo. Le digo una cosa: cuando miro alrededor y veo a muchos de mis compañeros llamados "fachas", pienso: "¡Qué gente tan estupenda eran los fachas! No lo sabía". ¿Cómo es eso? La fachosfera, ¿no?

Hablemos, entonces, de la "fachosfera". Ese lugar donde Sánchez y su gobierno sitúan a muchos medios desafectos. Sotillos, como portavoz del primer gobierno de González, fue el encargado de enfrentarse a la crítica. Perdió por eso muchos amigos, que habían sido colegas en la radio, en la tele...

[Entrevista biográfica con Eduardo Sotillos: los secretos de la primera voz del felipismo]

Sotillos reclama ahora la necesidad de ponerse "más serio". "El discurso de Sánchez sobre los medios me parece muy alarmante. Lo ha levantado sobre un relato absolutamente falso. A todos los que hemos desempeñado alguna responsabilidad política nos han puesto hasta arriba. ¿Se le ha olvidado que a Aznar y a González les llamaron directamente 'asesinos'?".

Eso, en cuanto al "acoso sin precedentes" que denuncia Sánchez, pero vayamos al fondo de la cuestión: Sotillos se dice preocupado por lo que pueda traer ese discurso. No le gustan las hipótesis, no quiere elucubrar. Pero añade: "La libertad de prensa es un principio intocable. No sé qué hará Sánchez, pero cuando se ven en el horizonte esas tentaciones, es bueno que haya una fuerte respuesta colectiva en contra, un clamor social".

La foto icónica de Sotillos encendiendo el cigarrillo de Felipe González. Confidencias de portavoz y presidente del Gobierno.

La foto icónica de Sotillos encendiendo el cigarrillo de Felipe González. Confidencias de portavoz y presidente del Gobierno. Laura Mateo

Sotillos pasó a la Historia como autor del lema "basura amarilla" para referirse a una información publicada por Diario 16. Él pide la vez para desmentir o por lo menos matizar: "Esa expresión no era mía. La pronuncié parafraseando a Miguel Herrero de Miñón, por cierto buen amigo. Pero no hubo manera. Lo intenté, lo demostré con grabaciones, pero ahí ha quedado".

Este exsocialista, o mejor dicho, exafiliado del PSOE, se indigna cuando escucha a Sánchez decir que la democracia "está en juego". Esta semana, el presidente dejó dicha tal afirmación por escrito en su carta por el 145 cumpleaños de la organización.

"Claro que la democracia no está amenazada. ¡Cómo es posible que haya que explicarlo! Simplemente, lo que está ocurriendo hoy en democracia... a Sánchez no le gusta. No le gustó el resultado de las autonómicas y municipales, no le gustó el resultado de las generales. Como es un maestro de los golpes de efecto, se va inventando relatos. Este de la máquina del fango es el último", razona.

–Resúmalo en un breve [en la Transición, y hasta hace no tanto, se decía en los periódicos eso de "escribe un breve"].

–Sánchez se define como paladín de la democracia. Pero déjeme añadir: oiga, ¿de qué democracia?

Sotillos sí hizo política cuando el periodismo y la democracia estaban en juego. Un día, recién legalizado el Partido Comunista, entrevistó en la tele a Santiago Carrillo. El líder comunista se había quedado sin tabaco y, en directo, Sotillos le dio un cigarro. Aquel gesto fue interpretado por algunos como de enorme complicidad.

Cuando Sotillos llegó a casa, había pintadas que le amenazaban de muerte. Tuvo que irse a dormir al domicilio de un amigo. Al día siguiente, en su regreso, se encontró "todo destrozado".

Eduardo Sotillos, encendiéndose un cigarro en su última entrevista con este diario.

Eduardo Sotillos, encendiéndose un cigarro en su última entrevista con este diario. Laura Mateo

Izquierda Española

La mayoría de socialistas que se va al exilio de Izquierda Española lo hace debido a las alianzas de Sánchez con el independentismo.

–¿Por qué ha fichado usted?

–Me parecía muy necesario un proyecto que recuperara la esencia de la socialdemocracia y que defendiera la igualdad entre españoles. Las concesiones de Sánchez al nacionalismo son ya desorbitantes. Lo de "Partido Socialista Obrero Español" empieza a perder significado. Hoy, Illa ni siquiera excluye la posibilidad de gobernar con Puigdemont.

El otro día, en el Congreso, tras las elecciones vascas, Sánchez se atribuyó los votos de Bildu y el PNV. Le dijo a Feijóo que le había ganado por 9 a 1. Es decir, el presidente daba como bloque unitario la suma de PSOE y los independentistas.

Sotillos pide que nos detengamos en ese punto: "Es que es gravísimo. Y es, al mismo tiempo, una de las partes fundamentales de su relato". A este exportavoz del gobierno le duelen especialmente los acuerdos con Bildu porque conoció bien Euskadi en los años del plomo. Fue enviado allí como director de Tribuna Vasca, un periódico de línea editorial socialdemócrata.

–¿Qué recuerdos tiene?

–Le contaré uno. Es inolvidable para mí uno de los días antes de que se votara la Constitución. Recuerdo las agrupaciones socialistas cerradas a cal y canto por miedo a las amenazas. Dentro, los hijos de los militantes preparaban carteles con banderas de España y proclamas a favor de la Constitución.

–Hoy es impensable que el PSOE saque en Euskadi banderas de España.

–No sólo eso. El Estado se ha marchado del País Vasco. No está.

Eduardo Sotillos fue director de Radio Nacional y presentó el Telediario durante la Transición.

Eduardo Sotillos fue director de Radio Nacional y presentó el Telediario durante la Transición. Laura Mateo

Sotillos, en realidad, no se dio de baja del PSOE por la deriva de los pactos. Fue mucho antes. Por una cuestión de lealtad. Hace diez años, exactamente cuando Pedro Sánchez llegó por primera vez a la secretaría general.

Militante madrileño, sentía estima política por quien era entonces el líder en la región, Tomás Gómez. En coordinación con El País –esta es la versión que circula entre los partidarios de Gómez–, Sánchez urdió una operación para acabar con su reputación. Lo vincularon a irregularidades en el tranvía de Parla, localidad de la que fue alcalde. Finalmente, aquello quedó en nada. Pero, en esas portadas, Sánchez encontró la justificación para acabar con Gómez.

"Fue incomprensible, abrupto y antidemocrático. Dejé de ser militante con mucho dolor, pero es que aquello... Hasta cambiaron la cerradura de la puerta. Se suprimió de un plumazo el comité regional", recuerda Sotillos.

–Y luego dicen que Alfonso Guerra llevaba el partido "con mano de hierro".

–No tiene nada que ver lo de hoy con lo de entonces. Los partidos, teóricamente, son un instrumento al servicio de la sociedad. Ya no hay Partido Socialista como tal. Sánchez quiere una relación directa con los ciudadanos, como se ve en el género epistolar que practica. Él y los militantes, él y los ciudadanos. Nada en medio.

–¿No le gustaron los cinco días de reflexión?

–Diré que fueron... pintorescos. Por ser educado. No recuerdo un ejemplo tan nefasto en las democracias que nos rodean. O se dimite o no se dimite. ¡Esto que ha ocurrido era impensable hasta que lo ha hecho Sánchez! En mi tiempo, el PSOE estaba vivo. Había corrientes.

Así estamos, dejándonos llevar por la corriente, con el deseo de que la Transición no se convierta en eso que salía por la pipa de Sotillos: humo.