"Si llego a saber la repercusión y difusión que tuvo no lo hubiera dicho", ha asegurado el ministro de Transportes, Óscar Puente, en relación a sus palabras sobre el presidente de Argentina, Javier Milei.
Puente aseguró el sábado que Milei hacía intervenciones públicas en las que podría haber consumido "sustancias". Esas palabras obtuvieron respuesta del Gobierno de Argentina con un duro comunicado en el que se hacía referencia a las actividades la esposa del presidente del Gobierno y a la política de migración de España.
Este martes, el ministro de Transportes ha comparecido en la Moncloa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para dar marcha atrás y calificar de "anecdótico" el incidente, además, de alabar las buenas relaciones entre España y Argentina.
Las palabras de Puente provocaron malestar en la Moncloa, pero el ministro no ha querido aclarar si ha recibido alguna indicación del Gobierno para rectificar su posición. Ha explicado que las frases fueron pronunciadas en un acto en la Universidad de Salamanca, sin pretensión de que tuvieran más repercusión.
"No era consciente de la repercusión que tendría", ha señalado, aunque ha añadido que "se ha sobreactuado muchísimo".
[Moncloa quiere enfriar el conflicto con Argentina, molesta con las palabras de Puente contra Milei]
Este mismo martes fuentes oficiales señalaban a EL ESPAÑOL que desde Moncloa se quería enfriar la polémica con el Gobierno de Argentina.
Las citadas fuentes fuentes explicaban que se trata de una polémica inesperada y no deseada por el Gobierno de Pedro Sánchez y, por tanto, las palabras del ministro de Transportes habían causado malestar en la Moncloa y en el resto del Ejecutivo.
Las palabras de Puente en un acto del PSOE provocaron una nota muy dura del Gobierno argentino, en la que se vinculaba a Sánchez con una supuesta corrupción de su mujer y se hablaba de la entrada de migrantes a España.
Exteriores se limitó a responder que los términos de esa nota "no se corresponden con las relaciones de dos países y pueblos hermanos".
El ministro mantuvo su posición a través de Twitter el domingo, pero ningún otro miembro del Gobierno le secundó este lunes.
Según fuentes oficiales, "la reacción del Gobierno argentino no ha pasado de la gesticulación y no se ha llegado a ninguna medida concreta", por ejemplo, llamar a consultas al embajador de España o similar. Lo consideran, en todo caso, una crisis y una polémica innecesarias, un "error no forzado".
La relación del Gobierno de Sánchez con el Ejecutivo de Milei es distante. El presidente se refirió en una ocasión al argentino en términos críticos desde la tribuna del Congreso, sin que hubiera entonces respuesta desde Buenos Aires.
A la toma de posesión de Milei como presidente el pasado mes de diciembre asistió Felipe VI, pero sin compañía de ministro alguno, en contra de lo habitual.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, mantuvo una reunión el pasado 18 de febrero, con motivo de la Conferencia de Seguridad de Múnich, con la canciller argentina, Diana Mondino. Ambos anunciaron su voluntad de mantener los lazos entre ambos países.