El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha puesto título "al film" que, a su juicio, están viviendo los españoles: "De la socialdemocracia al Frankestein y al populismo".
El exdirigente considera que es "un acierto" hablar de la Transición, y "no para decir que cualquier tiempo pasado fue mejor". Para Rajoy supuso el consenso de partidos políticos junto a la gran mayoría del pueblo español.
Sin embargo, "el PSOE se contagió del Frankestein, asumió su discurso, rompió con ella y con la política de grandes acuerdos nacionales", ha señalado en referencia a la política actual. "Lo que hicimos entre todos, algunos quieren deshacerlo. Ahora se violentan y se liquidan los grandes acuerdos", ha subrayado a los pocos minutos.
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Rajoy ha pronunciado estas palabras durante una conferencia en la última jornada del ciclo 'Memoria y Legado de la Transición', organizadas por la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia. El pasado lunes estuvo presente José María Aznar, quien acusó a Pedro Sánchez de "ser un gran farsante para engañar y mentir a todo un país", tras ausentarse durante cinco días "de reflexión" por las acusaciones a Begoña Gómez, su esposa.
Su intervención se ha estructurado en una radiografía a la España posterior a la Transición, también en un análisis actual del país y algún que otro apunte enfocado en el futuro, del que se ha mostrado "optimista" porque dice no creer que sea "de utilidad ser otra cosa".
En su opinión, la democracia liberal es "el mejor sistema político" para ordenar la convivencia, al estar basada en "valores superiores" como el derecho a voto, la garantía de los derechos individuales, libertades o el Estado de derecho.
El método para obtenerla fue el producto de un "gran consenso nacional" y, según opina, fue "algo inusual en la historia". En este sentido, ha puntualizado que la norma suprema del ordenamiento jurídico español constituye una "muestra inequívoca" de "lo bueno que pueden resultar los grandes acuerdos políticos de un país".
Al hilo de esta cuestión, ha aseverado que son "un antídoto" contra la polarización: "Dan estabilidad al país, ayudan a la convivencia y a la proyección externa que se pueda dar de España".
El expresidente ha puesto el ejemplo de la renovación de los órganos constitucionales y, con ella, la del Consejo General del Poder Judicial en el año 2013. Así, ha hecho alusión al bloqueo que sufre este órgano desde hace cinco años y medio y ha ironizado: "Esperemos que no sea por los siglos de los siglos".
La Transición, en peligro
Mariano Rajoy ha explicado que el legado de la Transición ha seguido vigente, por lo menos, hasta que encabezó el Gobierno de España: "No es bueno cambiar las leyes todos los días".
En esta línea, ha hecho hincapié en el "populismo contagioso" de hoy en día: "Se acaban tomando decisiones que merman la libertad de expresión, por lo que el legado de la Transición está en peligro evidente".
También ha recordado que, aunque hubo problemas como con el Estatuto de Autonomía andaluz, y posteriormente el catalán, así como las negociaciones con ETA, "la tónica general es que España es una democracia liberal y se actúa en consecuencia": "Nos ponemos de acuerdo con los grandes acuerdos".
Del mismo modo, ha cargado contra los partidos políticos que proliferaron en España "por doquier" y que "lo arreglaban todo en un cuarto de hora". "Fueron incapaces de arreglarse a sí mismos", ha sentenciado.
Aunque no ha querido "meterse con nadie" porque "sería injusto", ha dejado caer que está en la mente de todos partidos como Ciudadanos, Podemos y "ya veremos si estará alguno más dentro de no mucho tiempo", ha apuntado Rajoy.
Por ello, ha hecho un llamamiento a "trabajar para fortalecer los principios democráticos". "La democracia no es solo votar. La mayoría te faculta para gobernar, pero nada más. El gobernante tiene que ajustar su conducta a la ley, no está por encima de ella", ha proseguido en su intervención.
Al mismo tiempo, ha pedido "eficacia en la gestión pública", "contención democrática y verbal" y "no someter a los poderes del Estado", puesto que supone "ir contra las bases de la democracia".
Democracias
Además, el expresidente del Gobierno ha señalado los "problemas" de las democracias liberales y ha apuntado al auge del populismo como consecuencia de representantes políticos que "no son capaces de resolver los problemas que le surgen a la gente".
Así, ha definido detalladamente lo que caracteriza a un populista, como "atribuirse el monopolio de la verdad y los buenos sentimientos, de ahí la superioridad moral. Luego desarolla un autoritarismo", entre otros rasgos que ha comentado.
Respecto al contexto internacional, ha asegurado que las democracias liberales "están en duda" y sobre ellas hay una "creciente presión externa" en un contexto de "mundo nuevo" con una Rusia que "comenzó a mover el tablero y pretende recuperar su antigua influencia".
"No le basta con organizar una guerra en Ucrania y tomar posiciones en Siria y en el Sahel", ha apuntado el expresidente del Gobierno, a la vez que ha alertado del "ascenso" de países como China, Turquía, Arabia Saudí o Irán que "quieren entrar en escena y jugar su papel".
De hecho, ha asegurado que estos países "no son democracias liberales y destilan un tufillo anti-Occidente". "El contexto internacional no ayuda, porque las democracias tienen al enemigo del populismo en casa", ha destacado.
En esta línea, ha criticado que el populismo busca "dividir y polarizar", ya que es el "ambiente donde se mueven con tranquilidad". Por ello, ha instado a "reforzar" las democracias liberales para saber "quienes son los aliados".
"Los aliados no son ni Maduro ni los peronistas ni López Obrador ni el Grupo de Puebla, que es donde están todos los dictadores sudamericanos. Los amigos son las democracias liberales", ha asegurado.
Para concluir su visita a Valencia, ha asegurado que a pesar de los problemas y las amenazas actuales en el mundo, se siente "optimista" porque no cree que sea "de utilidad ser otra cosa".
A la salida, decenas de estudiantes se han agolpado junto al expresidente del Gobierno con la intención de hacerse un selfi y rememorar el momento que, para algunos, ha sido "fugaz", pero también "tierno".