Después de cuatro derrotas electorales consecutivas, la última de ellas este domingo, Yolanda Díaz ha presentado su dimisión como líder de Sumar. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, que mantendrá su cargo en el Gobierno, ha tomado la decisión "personalmente" ante las críticas encendidas de su coalición, que reclamaba un culpable por el batacazo del 9-J.
Las razones de la caída de la que hace justo un año parecía "la última esperanza" a la izquierda del PSOE son muchas, pero llegados a este punto se pueden resumir en dos: no haber sido capaz de mantener unido al llamado espacio confederal, por un lado, y devolverlo a las cifras de voto que tenía Izquierda Unida, incluso superándolas por lo bajo. Hoy por hoy la izquierda alternativa es un polvorín dentro y fuera de la coalición.
"Siento que no he hecho las cosas que debía hacer y las cosas que mejor sé hacer; la ciudadanía sin duda lo ha percibido", ha declarado este lunes tras la Ejecutiva de Sumar. "Por eso he decidido dejar mi cargo como coordinadora de Sumar. Es mi responsabilidad y yo voy a hacerme cargo".
Fuentes muy cercanas a la vicepresidenta confirman que la decisión estaba meditada desde hace días, cuando Díaz empezó a ser consciente del fracaso que podía suponer el 9-J. "No se pidió su cabeza, partió de ella", aseguran, y aluden el cambio a que estaba "cansada" de la vida orgánica de la coalición.
"Lo que a ella le gusta es el ministerio, cambiar las cosas, no la vida de los partidos que es tan ingrata", aseguran desde sus círculos. Para Díaz, el clima en Sumar era irrespirable desde hacía meses, aquejados por la guerra de las listas electorales que llevó a Jaume Asens al número 2 de la candidatura europea, en contra del criterio de la mayoría de la coalición.
Sumar ya ha iniciado el debate sobre su futuro. En la coalición hay quien piensa que, sin Díaz, el proyecto iniciado en 2021 con la salida de Pablo Iglesias del Gobierno ya no tiene sentido; otros, en cambio, buscan una salida pacífica con la que volver a juntar los pedazos rotos de la coalición. El buen resultado de Podemos en las europeas ahonda en esta idea.
Seguirá en el Gobierno
Yolanda Díaz, que seguirá como vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, se quedó muy lejos de sus expectativas el 9-J, unas elecciones en las que llegó a esperar hasta siete asientos en la Eurocámara. A medida que avanzaba la campaña, las expectativas bajaron hasta tres.
El 9-J ha sido un fracaso que toca de lleno en la línea de flotación de Díaz, quien se implicó personalmente tanto en la elección de la candidata Estrella Galán, una desconocida en la política que hasta ahora había sido la directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Tanta fue la implicación de la vicepresidenta que incluso puso su cara en el cartel electoral.
El fiasco ha sido tal que varias formaciones dentro de Sumar, entre ellas Más Madrid e Izquierda Unida, no han dudado en pedir dimisiones al acumular ya cuatro derrotas consecutivas y casi el mismo resultado que el partido de Alvise Pérez. Galán no logró ni siquiera el cuarto escaño, el que representaba a IU (Manu Pineda), formación que se queda fuera de la Eurocámara desde su fundación en 1986.