La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este jueves en el Congreso de los Diputados.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, este jueves en el Congreso de los Diputados. Fernando Villar EFE

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Podemos amenaza con tumbar con sus 4 votos la "ley de medios" de Sánchez si vuelve a pactar con el PP

"Ahora mismo tenemos una distancia muy grande con el PSOE; han elegido el camino equivocado", señalan fuentes de la dirección morada. 

28 junio, 2024 02:40

Podemos da por hecho que la legislatura ha cambiado de carril, que el pacto para renovar el Poder Judicial es el inicio de una "gran coalición" y que la izquierda, al menos la que está a la izquierda del PSOE, ya no jugará un papel relevante para los grandes proyectos del Estado. Si esa tendencia termina por concretarse, los morados amenazan con desbaratarlo todo, empezando por la ley para "acabar con los pseudomedios", como la define Pedro Sánchez.

Los cuatro votos de Podemos en el Congreso de los Diputados son pocos, pero necesarios; sin ellos, la única fórmula posible para crear mayorías parlamentarias es del PSOE con el PP, como se ha demostrado esta semana. El plan de los morados, en este caso, es "retratar" a los socialistas y obligarles a escoger entre izquierda y derecha. Y de paso, exprimir al máximo sus escaños.

"Ahora mismo tenemos una distancia muy grande con el PSOE; han elegido el camino equivocado", señalan a EL ESPAÑOL fuentes cercanas a la dirección del partido. "Entendemos que si quieren pactar cosas las pactarán con el PP, que es su nuevo socio prioritario", ironizan.

En su pulso particular por presionar al PSOE, el análisis que se hace en el bloque de investidura —también en Sumar es que, sin elecciones a la vista, Pedro Sánchez no tiene por qué seguir "jugando a ser de izquierdas", como lo concreta un socio parlamentario clave. Dicho de otro modo, que la resaca de las elecciones podría llevar a una tregua entre socialistas y populares.

La negociación para renovar el CGPJ era apremiante, pero no era la única. Las direcciones de Génova y Ferraz llevan varios días hablando discretamente de un cambio radical en las instituciones del Estado. El plan pasa por, con los votos de ambos, remodelar las direcciones del Banco de España, RTVE, la CNMC y la CNMV. También designar la futura Comisión Nacional de Energía (CNE).

Con esto sobre la mesa, las fuentes consultadas creen que repartirse las instituciones clave supone, a efectos prácticos, "un acuerdo de legislatura" entre PSOE y PP, uno que nunca reconocerán pero que ya estarían ejecutando. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, lo expresó de la siguiente manera: 

"Su idea es pactar todas las cuestiones de Estado con el PP y traer aquí [al Congreso] los temas menores, los que consideran de maquillaje", increpó la diputada. En paralelo, la dirección del partido ya reta a los socialistas a aprobar sus próximos Presupuestos Generales del Estado con los votos de la derecha. 

A grandes rasgos, tanto los morados como los socios de la investidura se toman el acuerdo del CGPJ como una voladura de la mayoría plurinacional de Congreso, esa que "costó tanto esfuerzo" armar y que lleva sustentando la Moncloa desde 2018. La sensación de que todo ha saltado por los aires es tan grande que incluso Sumar, que ha colado dos nombres entre los vocales, ya pone en duda su voto.

Las dudas de Sumar

Es una posición que muchas voces de la coalición magenta ya trasladaban el miércoles, pero que ninguna fuente oficial se atrevió a plasmar hasta este jueves, cuando lo hizo Íñigo Errejón. De hecho, la primera impresión que tuvo Sumar sobre la renovación del órgano de gobierno de los jueces fue positiva, casi de victoria por desbloquear una ley que llevaba cinco años estancada. 

Pero, a medida que fueron pasando las horas, fue calando otra corriente dentro de la coalición. Nadie entendía ciertos puntos del acuerdo, sobre todo los referentes a las incompatibilidades y al tiempo que tiene que pasar para que se pase de la política a la Justicia o viceversa. Los socios se enfadaron, Podemos incluido, y en un abrir y cerrar de ojos Sumar se quedó solo apoyando el texto de PSOE y PP. Un texto que no conoció íntegramente hasta el jueves. 

Sobre esto, hay una tendencia que se replica desde la época de Unidas Podemos y que ayuda a explicar los entresijos de este cambio de opinión.

Cuando Sánchez preparaba uno de sus conocidos golpes de efecto, ya fuera en solitario o en sintonía con el PP, la parte del Gobierno que representaba Yolanda Díaz decía siempre en público que estaba al tanto de todo. En parte para demostrar su peso en el Ejecutivo y en parte para minar la imagen de Podemos dentro del Consejo de Ministros.

Ahora, tanto los socios parlamentarios como los partidiños empiezan a sospechar que ha vuelto a pasar lo mismo. Dicho de otro modo, que Díaz se enteró a la vez que la prensa del acuerdo para renovar el CGPJ, el martes, que su primera reacción fue hacer como que estaba todo controlado, y que dos días después, el jueves, se dio cuenta de que no era así.