Alberto Núñez Feijóo y Elías Bendodo, este jueves  en el Congreso de los Diputados.

Alberto Núñez Feijóo y Elías Bendodo, este jueves en el Congreso de los Diputados. Europa Press

Política RUPTURA PP-VOX

El PP celebra la "decisión personal" de Feijóo de aguantar el órdago de Vox pese al coste de la ruptura

"En 15 días, con el pacto del CGPJ y la ruptura con Vox, hemos destrozado el argumentario del PSOE", señalan, satisfechos, en la dirección del PP.  

12 julio, 2024 03:28

La palabra "satisfacción" es la que mejor resume el estado de ánimo en la dirección del PP por el desenlace de la crisis con Vox. La ruptura de los gobiernos de coalición en la Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón, Castilla y León y Extremadura, confirmada en la noche del jueves por Santiago Abascal, se vivió en Génova como el alivio de una pesada carga.

Los populares no ocultan que la "estabilidad" de esos gobiernos -más el de Baleares, al que también amenaza Vox-, es "un valor a preservar" que ahora se pone en riesgo, pero consideran que el coste es asumible y que en la balanza pesa mucho más lo positivo.

De entrada, entienden que sale muy reforzada la figura de Alberto Núñez Feijóo, tanto de puertas adentro como de puertas afuera. Fue una "decisión personal" suya, explican, responder al pulso lanzado por Abascal y no ceder a sus presiones para boicotear el reparto de menores inmigrantes de Canarias.   

Desde el mismo día que el líder de Vox lanzó su órdago, Feijóo habló en varias ocasiones con los presidentes de las comunidades afectadas y fijó posición. Las conversaciones se sucedieron hasta el miércoles, cuando los consejeros del PP aceptaron en la conferencia de Tenerife acoger a 400 menas para paliar la grave saturación de inmigrantes que viven las Islas Canarias.    

Las fuentes del PP aseguran que el paso dado por Feijóo "cierra de alguna manera una herida abierta" en el partido hace un año, la que causó la decisión de dar vía libre a los barones para llegar a acuerdos de gobierno con Vox en vísperas de las elecciones generales. A la vista de los resultados, se asume que aquello fue un error.

Si internamente la autoridad de Feijóo sale reforzada, los populares interpretan también que desmarcarse de Vox ayudará al partido a seguir ganando apoyos en el centro sociológico. 

"En 15 días, con el pacto del Consejo General del Poder Judicial y la ruptura con Vox, hemos destrozado todo el argumentario del PSOE", señalaban este jueves, satisfechos, desde la dirección del PP.

Sostienen que tratar de vincular al PP con "las salidas de tono de Vox" y con la ultraderecha ha sido el único balón de oxígeno que ha encontrado un Pedro Sánchez "acorralado" por los problemas con la Justicia de su entorno familiar y las "insaciables demandas" del separatismo catalán.

"Voladura descontrolada"

Además, en el PP consideran un error estratégico de Abascal su orden al partido de desalojar los gobiernos autonómicos. Creen que es "una decisión tremendamente arriesgada" por varias razones: "No es comprendida en las bases, tiene detractores en la propia dirección y deja a Vox aislado y fuera de la toma de decisiones".   

Recuerdan, por ejemplo, que algunos cargos de Vox en los gobiernos de coalición son independientes, como es el caso de Gonzalo Santonja, consejero de Cultura de Castilla y León. Estos y otros dirigentes podrían verse tentados a desoír los designios de Abascal e intentar seguir colaborando con el PP.

Creen, así mismo, que una gran parte de la sociedad española no entenderá que Vox rompa gobiernos por un asunto en el que, sobre todo, subyace una cuestión humanitaria y de solidaridad.

La secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, calificó ayer de "excusa o coartada" los motivos alegados por Vox. "No es serio romper gobiernos que funcionan, que están dando estabilidad a millones de españoles, porque unos menores sean acogidos en sus servicios públicos si tienen capacidad para ello", dijo Gamarra.

En el PP consideran, por último, que Abascal lleva aún más al extremo del tablero a su partido. Por todo ello, y por los efectos indeseados que la decisión de romper los gobiernos pueda tener, califican este paso de Vox de "voladura descontrolada".