Las cesiones de Sánchez a Aragonès no borran la duda de si las bases de ERC avalarán investir a Illa
Los republicanos tienen que consultar el hipotético acuerdo con unas bases muy divididas que podrían decidir castigar a su dirección.
25 julio, 2024 02:05El Gobierno está acelerando en los últimos días las cesiones a la Generalitat con el objetivo de conseguir que ERC acepte investir a Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat. El cronómetro está en marcha y se nota en este esprint final.
Sin embargo, todavía parece imposible de prever, hasta para sus dirigentes, si las bases de ERC avalarán el hipotético acuerdo que se está cocinando. Existe una gran división en el partido.
Pedro Sánchez viajó este miércoles a Barcelona para reunirse con Pere Aragonès y escenificar, in situ, el traspaso a Cataluña de las competencias para gestionar el Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Pero esa no es la única cesión que Sánchez ha decidido materializar en la última semana, coincidiendo precisamente con el plazo que se ha dado ERC (hasta que acabe julio) para decidir qué hacer con Illa.
El pasado jueves, el Gobierno y la Generalitat alcanzaron un acuerdo para el inicio del traspaso de la línea 1 de Rodalies de Renfe, cuyo proceso se iniciará en 2025. Y el lunes, el Ministerio de Hacienda selló varios acuerdos con el Gobierno catalán en materia de traspasos de competencias de transporte y de fondos para investigación y becas educativas.
Según fuentes de Moncloa, en la reunión entre Sánchez y Aragonès, ambos presidentes hablaron de estos acuerdos y otros "pendientes" y se "han comprometido a trabajar para culminar su cumplimiento en beneficio de la ciudadanía de Cataluña". Aunque no lo reconocen públicamente, también abordaron la investidura de Illa, pero el hermetismo al respecto es absoluto.
Sánchez también aprovechó el viaje para comer, durante dos horas, con el propio Salvador Illa y abordar la situación. A fin de cuentas, desde el Gobierno insisten en que la investidura está siendo negociada exclusivamente por el líder socialista catalán, aunque el Gobierno ayuda en la parte ejecutiva.
Las bases de ERC
Pero mientras el PSC y ERC, a través del presidente del Gobierno, acercan posturas, sigue la duda de qué harán las bases. El partido prometió someter el hipotético acuerdo a una consulta a la militancia y ni siquiera la dirección confía plenamente en que sea respaldado.
Aunque las bases normalmente han seguido el criterio de la cúpula, la crisis interna que vive ERC está siendo vista con mucho escepticismo por parte de sus cuadros, y ahora cunde la idea de que podrían acabar tumbando el hipotético acuerdo.
Tanto el Gobierno central como ERC son conscientes de que tienen que ofrecer a los militantes de los republicanos un acuerdo atractivo. Esto se consigue con cesiones, pero la mayoría de las que se están llevando a cabo ya fueron pactadas para la investidura de Sánchez.
El principal asunto que falta por concretar es el de la financiación, donde ERC pide un concierto a la vasca. Si bien el Gobierno no está de acuerdo con este extremo, necesita ofrecer una especie de preacuerdo que dé la sensación de que se va a cumplir.
"Si Sánchez cumple los acuerdos que hay pendientes, ERC podrá volver a tener confianza que futuros acuerdos también se cumplirán", dijo en una entrevista Marta Rovira esta misma semana, apuntando en esa dirección.
Presión de Puigdemont
Mientras tanto, Junts y el resto del mundo independentista están presionando a ERC para que no invista a Illa.
Consciente de que la clave puede estar en el dinero, el expresidente Carles Puigdemont criticó este miércoles, horas antes de la reunión de Sánchez y Aragonès, que "los catalanes estamos siempre a la cola de las ejecuciones presupuestarias del Estado". Puso como ejemplo la ejecución de los Presupuestos de 2023.
Pero Puigdemont también está presionando al propio Gobierno central lanzando avisos de que, si llega a un acuerdo con ERC, podría hacer caer la legislatura y retirar a Sánchez el apoyo en el Congreso. Lo que sucedió este martes en la Cámara Baja, con Junts tumbando la senda de déficit y la reforma de la Ley de Extranjería, fue todo un aviso a navegantes.
"Una Generalitat presidida por el mismo partido que incumple con Cataluña y engorda a la Comunidad de Madrid allanaría el camino del desastre", aseguró Puigdemont en la red social X tras la votación.
"Cuando prometen un aumento de la financiación autonómica, lo compensan con una inejecución de las inversiones, por lo que la cantidad siempre queda igual: lo que sube por un lado, baja por el otro", añadió.