Paco de la Torre: "El PSOE necesita reflexionar sobre Cataluña: debería haber más como García-Page"
- "No veo imposible una cogobernanza PP-PSOE a nivel nacional… si el PSOE hiciera una reflexión interna y tuviera visión de Estado".
- "Yo estaba el 23-F en el Congreso. Ni Carrillo ni Felipe González harían lo que hace ahora Sánchez: antes se pensaba en el bien del país".
- "¿El caso Begoña? Si en Málaga hay una oposición, ni siquiera puede presentarse nadie de mi entorno familiar: esa es mi forma de pensar".
Hay un hombre en España que lo ha visto casi todo y que además tiene la inteligencia de recordarlo y aplicarlo. Paco de la Torre, alcalde de Málaga desde el 2000, supura eso que llaman solera. Son 81 veranos de prestigio y experiencia. En su gesto hay algo confortable y familiar, algo seguro, algo transversal. Es ingeniero agrónomo y sociólogo y lleva en política desde los 28 años (¡corría 1971…!), cuando fue nombrado presidente de la Diputación Provincial de Málaga.
Fue expulsado del cargo en el 75 por mostrarse un hombre reformista en la oscuridad de ese tiempo silente; por ser liberal y creer en la justicia social; por imaginar primero (y luego tratar de construir) una España para todos.
Es un señor de Estado. Un caballero de la Transición. Tiene instinto y generosidad política. En las distancias cortas resulta gentil, afable y culto. En los números se mueve que parece que bucea en Pedregalejo: impacta cuántos datos caben en su cabeza. Impacta, en el mundo del tertuliano y el vendehumos, escuchar a alguien que habla conociendo al dedillo lo que dice.
Antes del PP habitó la UCD y estaba presente (secuestrado, para ser más pulcros) en el Congreso de los Diputados en la intentona golpista del 23-F. De esos ojos quedan pocos. Ese día buscó, como siempre, su propia manera de resultar útil: consiguió un transistor de radio que pertenecía a un compañero y se hizo el dormido en los últimos bancos del hemiciclo. Así iba recolectando la información en tiempo real que retransmitía la SER sobre lo que ocurría fuera y lo iba haciendo llegar a las gradas inferiores.
¿Tuvo miedo a la muerte?
No. Tuve miedo de lo que podía pasar con España. Mucha preocupación. Y pensaba en mi familia: yo en ese momento ya tenía cuatro hijos pequeños. Mi mujer era catedrática de Latín, por entonces en activo. Se me pasaban sus caras por la cabeza… pero no creía que fueran a fusilarme. Conocía físicamente a Tejero de Málaga. Cuando entró, algunos tenían duda de si era ETA disfrazada de Guardia Civil. Yo no.
¿Sabe que hace unos años le hicieron un vídeo a Tejero bailando con su señora en un chiringuito de Málaga? Eso sí que es la vida después de la amnistía.
No me digas. Debe de estar mayor ya.
Pues para el tango tenía fuerzas.
(Ríe) Fracasó. Fracasó.
De la Torre tiene un himno y es el Mediterráneo de Serrat. Adora La vida es bella y también el cine clásico. Le pierde Quevedo. Ahora anda leyendo Incidencia Pública. El poder en el siglo XXI, un ensayo de Nacho Corredor publicado por Arpa. Cree en las grandes alianzas PP-PSOE. Le obsesiona la educación y las diferencias regionales tan altas entre norte y sur, "que muchas veces están detrás de las ideologías nacionalistas". Hay pastel para todos, pero hay que cogerlo. Trabaja todo el día. Duerme despierto, como los visionarios. Charlemos.
Es usted un alcalde muy particular con un liderazgo muy particular. Le celebran políticos distantes ideológicamente como Rufián (le llama “derecha sensata”) o Carmena. Tampoco tuvo problema en poner la bandera LGTB en el Ayuntamiento cuando el PP la quitaba en otras partes de España por su connivencia con Vox. Le vota gente que dice que, de no existir usted, naturalmente votaría a la izquierda. ¿Se siente más cerca del PSOE que de Vox?
(Ríe). Vamos a ver: respecto a las políticas concretas que se hacen desde el PSOE, no me puedo sentir muy cerca de las cosas que se están realizando ahora mismo. Me refiero a la negociación con Esquerra, o a la Ley de Amnistía… ahora, la posición política que ha significado el PSOE en la etapa de la Transición o en los primeros años de la democracia… pues de ahí sí me siento cerca. Creo que un partido de centroderecha como es hoy el PP o como fue en su momento UCD, y un partido de centroizquierda como fue el PSOE (ahora mismo no lo es)…
¿Ahora qué es?
Ahora es difícil de ubicar. El problema del PSOE es que ha dejado atrás principios esenciales para seguir gobernando. Principios para que la gente pueda confiar en que el sistema constitucional común que tenemos puede dar buena respuesta a los problemas de todos, con los valores de la igualdad y la solidaridad. Decía que estos dos partidos deben ser capaces de dialogar y de llegar a acuerdos juntos cuando el país lo necesita. Como pasó en la Transición. Fue básico ese diálogo y ese consenso, y en estos momentos sería muy interesante para España que volviese a suceder. Pero el PSOE va por una deriva que no sé a dónde le va a conducir… España necesita un Partido Socialista constitucional y coherente como en los primeros años de democracia.
"España necesita un Partido Socialista constitucional y coherente con su trayectoria de los primeros años de democracia"
Sí desearía, entonces, estar más cerca del PSOE que de Vox.
Vox radicaliza un poco las cuestiones. Sé que hay un solape de ideas o de promesas en las que podemos coincidir, ¿no?, en el fondo de algunas cuestiones… pero las formas hay que cuidarlas mucho. ¡Y también el fondo! O sea: creo que no es bueno tener posiciones que radicalizan el país. Pero ni en la derecha ni en la izquierda. En la izquierda lo hacen algunos partidos nacionalistas. La moderación es fuerza y es tranquilidad. En esta coyuntura, no me siento cerca del PSOE… pero tampoco de Vox. Me sentiría más cerca del PSOE si fuese continuador de su trayectoria, pero es que no lo es.
¿Cómo se hace lo del liderazgo híbrido que también cae bien a parte de la izquierda? ¿Cómo se hace lo de su transversalidad?
No soy yo quien debe hacer esos análisis. Creo en trabajar por el bien común y en no plantearte ninguna opción que pueda beneficiarte a ti ni a ninguna persona cercana, como a tus amigos. Jamás. Hay que buscar el bien de los más desfavorecidos.
"Creo que no es bueno tener posiciones que radicalicen el país, como las de Vox"
¿En qué cosas no ha estado usted de acuerdo con su propio partido? Le repito aquel gesto de la bandera LGTB…
Mi compromiso es con la diversidad y con la igualdad y debo mantenerlo siempre. Tenemos un área que habla de ello. Es mi responsabilidad. Es un gesto muy transversal, evidentemente.
Grandes pactos PP-PSOE
¿Por qué no se dan ya esos grandes acuerdos PP-PSOE (menos el reciente del CGPJ)? ¿Qué autocrítica debe hacer el PP y qué crítica debe hacerse el PSOE?
El PSOE lleva tiempo con una política de “mientras más enfrentamiento haya, mientras más muro o división exista, más creceremos”. No quieren tender puentes y siempre hay que hacerlo. Si yo estuviese en esa tesitura, siempre tendría los puentes de diálogo abiertos… aunque no fueran visibles, no sé si me explico.
Se explica.
El PSOE echa al PP hacia lo extremo. Yo creo que en estos momentos especiales de los pactos para el concierto fiscal en Cataluña… en el PSOE debería haber una reacción interna. Y reacción interna no quiere decir… salir a la calle…
Ni quemar contenedores.
(Ríe) No, claro. Sino hacer una reflexión o una toma de postura, unas declaraciones… más fuertes o sólidas, ¿no? Son valiosas las que han salido.
Como las de García-Page.
Sí, fenomenal, pero tiene que haber más García-Pages. Con la amnistía por un lado y el pacto fiscal de Cataluña por otro… se atenta directamente contra los valores constitucionales. Esa reacción, si se diera, podría obligar al PSOE a girar.
"El PSOE necesita una reacción interna en el tema Cataluña: debería haber más García-Page"
¿Sería quimérico que si el PSOE fuese el partido más votado, el PP le apoyase para solventar, por ejemplo, temas cruciales como la unidad de España? ¿Sería posible una cogobernanza a nivel nacional?
Parece una quimera, pero no lo veo imposible si hubiese una reflexión interna en el Partido Socialista. Se trata de tener visión global del Estado.
Sánchez y la ética política
¿Qué opinión le merece Pedro Sánchez? ¿Qué le diría en una cena, así, de buen rollo?
No he tenido ocasión directamente y no tendría problema en hablar con él como hablo contigo. Creo que está cayendo en el defecto de poner sus intereses personales o de partido por encima de los intereses de España. Y eso es grave para un gobernante. Muy grave. Reconozco su capacidad de aguantar y de resistir, pero no se puede resistir a cualquier precio.
¿Le parece un traidor?
Es una palabra dura la que utilizas.
Es la que se le afea.
Creo que no está haciendo lo que debe hacer. No creo que los votantes socialistas bien informados puedan aplaudir lo que está haciendo ahora.
"Yo estaba el 23-F en el Congreso. Ni Carrillo ni Felipe González harían lo que hace ahora Sánchez: antes se pensaba en el bien del país"
Estuvo usted presente en la intentona golpista del 23-F. Me pregunto si respetaba más a los líderes de izquierdas de entonces que a los de ahora. ¿Qué tiene que aprender Pedro Sánchez de Carrillo o de Felipe González? ¿Qué ha cambiado en esa política que usted lleva décadas habitando?
Esos líderes de la izquierda de entonces no estarían haciendo lo que hace Sánchez hoy: antes se pensaba de verdad en lo mejor para el país.
¿A qué líder zurdo ha admirado más a pesar de no compartir ideología?
Ha habido muchos… en la órbita socialista, Felipe González y Guerra siempre me han parecido dos personas importantes de la historia de España, con sus fallos, que los han tenido, pero en el balance global hay más luces que sombras.
¿Se ha perdido la ética en la política española?
Hay una cierta pérdida de ética, no hay duda. Pienso en los temas que atañen al entorno familiar del presidente…
Por eso iba a preguntarle: más allá de lo que acabe dictando el juez, ¿le parece el 'caso Begoña' algo legítimo y pulcro, aunque fuese legal?
Esas cosas hay que cuidarlas mucho en política. Hoy se habla mucho del "buen gobierno", del compliance en el mundo de la empresa. Estrategias limpias y coherentes. En el mundo de la empresa, un comportamiento como el de Sánchez con su esposa no sería de recibo. No duraría un líder empresarial que actuase de esa manera, no sería bien visto. Pues en el mundo de la política, igual. Tenía que haberlo pensado al comenzar ese tipo de actividades vamos a decirle "profesionales" pero con un apoyo del entorno político que no es defendible en absoluto. Es una cuestión estética y ética. No soy abogado, no entro en el aspecto jurídico, para eso están los tribunales.
¿Tiene la gravedad suficiente para que debiese acabar en dimisión?
En el mundo empresarial hubiese llevado a la dimisión. Le hubieran forzado. En una empresa en la que hubiese un Consejo y un director general y una mujer del CEO que actúe apoyándose en la empresa… está claro. Es difícil defender eso.
"En el mundo empresarial, la actuación de Sánchez en el caso Begoña hubiese acabado en dimisión. Le hubiesen forzado a dimitir"
Mencionaba antes como una de sus claves políticas el no hacer prevalecer los intereses de su gente cercana. Pareja, amigos, hijos. ¿Cómo se hace eso?
Yo lo tengo clarísimo: hay una oposición y ni siquiera se puede presentar nadie de mi entorno familiar, es que es así. Ni presentarse. Esa es mi forma de pensar.
¿Cómo son esas reglas no escritas para el honor de un alcalde?
No es mi caso, pero si alguien en mi familia tuviera una actividad empresarial, sería absolutamente incompatible con la actividad pública y eso lo saben los concejales que trabajan en los equipos de gobierno sucesivos que hemos tenido. No se puede decir "Fulanito, que es primo de tal, y tiene tal actividad…". Hay una incompatibilidad total y absoluta.
Viejos y nuevos liderazgos
¿Cómo definiría el liderazgo de Ayuso, que, siendo tan exitoso, es tan diferente al suyo? ¿Le preocupa el acercamiento a ciertos populismos o a la política del exabrupto?
No sé si calificarlo así. Tú lo dices así…
Preguntar no es ofender…
(Ríe). Yo respeto a Ayuso y es un gran valor dentro del Partido Popular. Es bueno que haya perfiles diferentes dentro del mismo partido y que complementemos las capacidades de uno y de otro para atraer votantes. Un partido tiene que despertar la confianza del electorado… y luego estar a la altura de esa confianza. Ella ha hecho cosas muy buenas en la gestión de la Comunidad, y ahora está encima de los temas de vivienda, como nosotros. Pero yo me identifico más, si me lo permites, con la acción de gobierno de Juanma Moreno, y no sé si nosotros le hemos inspirado algo, algo dijo alguna vez en campaña… ojalá, sería formidable, yo me siento inspirado por él también. Y por Alberto Núñez Feijóo, que también está en una línea de centro derecha moderado.
Pero con un déficit de carisma.
¿Te refieres a Alberto? No creo. El carisma se puede conseguir desde la propia acción de Gobierno, cuando se ven los resultados. El Alberto que estuvo en Galicia con cuatro triunfos consecutivos y por mayorías absolutas, creo recordar, ahí entra el carisma. Yo creo que el problema de Alberto Núñez Feijóo es que no ha llegado a gobernar en las elecciones que se han tenido… se temía, quizá, que hubiera actuado de otra manera (después de las elecciones municipales y autonómicas) en el diálogo, podríamos decirlo así, con Vox.
Cataluña y Andalucía: la "singularidad"
Hablemos de la situación de Cataluña. ¿Qué análisis hace desde su experiencia?
Es un error brutal, es un torpedo en la línea de flotación del barco de España. La inestabilidad del gobierno central es la que va a tener el gobierno de Cataluña y no son buenas ni para España ni para Cataluña.
¿Qué hay del concierto económico y de la “financiación singular”? ¿Denigra esto al resto de comunidades autónomas? ¿Son los catalanes unos niños privilegiados?
No cabe duda que un concierto en una Comunidad que tiene un nivel más alto… como le pasa al País Vasco y a Navarra, es beneficioso para ellos, ¿no? Lo que pasa es que ahí está previsto en la Constitución y por las razones que en el diálogo constitucional se dieron y por el sentido histórico que eso tenía. En el País Vasco hay que cuidar mucho lo del cupo, porque el cupo que tienen que pagar ellos no está bien valorado… hay que tener transparencia en estas cosas: informar bien a la gente y que la gente tenga elementos de juicio para decidir. “¿Están efectivamente contribuyendo lo que tienen que contribuir vascos y navarros al conjunto de España por los servicios que España les presta a ellos?”. Pero en Cataluña, que tiene un peso económico mucho más fuerte que el País Vasco, pesa más su producto interior bruto. Eso tendría un efecto… he oído cifras de 30 mil millones de euros, cosas así, que costaría a las arcas españolas. Siempre de una cuantía muy alta.
La clave es que en estos años deberíamos habernos esforzado todos los partidos (centro izquierda y centro derecha). Porque la Constitución tiene las claves para convivir en un Estado de Autonomías perfectamente con un nivel de competencias tan alto o más que los alemanes… y que fuera eficaz, a gusto y cómodos, y que no perdiésemos el sentido de ser españoles por sentirte andaluz o catalán. Y conocer a fondo las otras comunidades e inspirarnos en las buenas prácticas de los otros.
El ideal para mí es un Estado en el que haya más competencias a nivel local. En la España que yo soñé en la Transición, el Estado de Autonomías tenía muchas más competencias a nivel local. En Europa hay un principio que se llama el de subsidiaridad y que llena de contenido los niveles primero local, luego regional, luego nacional…
Es usted poco centralista.
No poco, nada. Soy municipalista porque ese nivel me parece el más importante en una democracia: permite el diálogo, la transparencia, la participación, y la gente lo entiende y entiende sus cuentas. Nosotros podemos hacer política de vivienda (lo estamos haciendo sin tener competencias), y política social, y política cultural… política activa de empleo también. En el ámbito regional puedes y debes tener salud (porque es supramunicipal: un gran hospital no sirve sólo para una ciudad, sino para un territorio más amplio), universidad… Yo creo que todo lo que pueda hacerse, debe hacerse.
"En la España que yo soñé en la Transición, el Estado de Autonomías tenía mucha más competencia a nivel local. No soy nada centralista. Soy municipalista"
Pregunta doble: ¿existe una particularidad catalana, histórica, identitaria, cultural? La segunda: Andalucía tiene en su Estatuto el mismo recurso que se ha usado en Cataluña, pero aquí no se ha desarrollado en 17 años y podría ser el germen de una financiación singular. ¿Por qué no usarlo? ¿Esto va de "tonto el último"?
A nosotros no nos interesaría nunca un concierto porque tenemos un nivel de desarrollo inferior, por tanto, si tú vas a generar menos ingresos que otra zona y deberías manejarlos, vas a quedar en inferioridad… eso tiene lógica que lo piense una zona desarrollada, pero tiene una lógica egoísta.
Como pasa tantas veces en política.
Ya, ya, pero Europa, que a mí me inspira, tiene valores democráticos y de solidaridad. Los países ricos no dicen "mi riqueza para mí", dicen: fondos europeos, fondo social europeo, fondo de desarrollo, fondo de cohesión… para que los ricos puedan ayudar. Eso es lo que tiene que producirse en España. Tú tienes que recibir de la caja común, pero las regiones más potentes reciben menos de lo que aportan, es lógico: Madrid aporta más que nadie porque tiene más desarrollo, pero no va a recibir más que nadie, ¿no? Lo ideal es un promedio. No tiene lógica que pensemos en esto en Andalucía, no por egoísmo. Yo me sentiría incómodo en un Estado donde cada territorio tirara nada más que para sí.
Y Cataluña… el tema de la lengua merece todos mis respetos y es una riqueza para todos, para España entera, y hay que valorarlo. Sería ideal que pudiéramos aprender también catalán. El vasco es más difícil de aprender, pero el catalán es una lengua latina…
¿Se refiere a aprender catalán en cualquier lugar de España, en los colegios?
Yo hubiera planteado desde hace muchos años, igual que los Erasmus en Europa, Erasmus internos para poder haber ido a aprender catalán, y al revés. Así nos conoceríamos más y habría más elementos de cohesión… En Cataluña, aparte del tema de la lengua y la cultura catalana, que están ahí como una riqueza de todos (como Galicia o País Vasco)… lo que ha habido ha sido una reacción al centralismo en España que era excesivo y que favorecía a Madrid.
Yo me he sentido siempre muy cerca de Cataluña y de Barcelona por el tema del Mediterráneo. A mí los modelos de Plan estratégico de Barcelona me inspiraban un poco aquí en Málaga, pero lo que no me inspira nada es esta deriva independentista que ha tomado un partido nacionalista como Convergència, que estuvo colaborando en la Constitución con Miquel Roca y fue constructivo. Hubiera sido bueno que hubiera políticos catalanes metidos más en política nacional. Se ha fomentado un sentimiento de agravio y no hay motivo de agravio: España ha sido enormemente útil para ellos. Desde la entrada en Europa a las autopistas de peaje.
¿Cómo define a Puigdemont, tanto como hombre como como político?
Jolín, no lo conozco lo bastante… pero yo creo que él pensó que hacía un mejor servicio exiliándose que haciendo frente a su responsabilidad, como hicieron en Esquerra. Él hizo otra estrategia distinta, pero era una huida, una cobardía. No es un hombre constructivo. Sólo quiere llevarse el gato al agua: "Apoyo si se me da tal cosa…". La verdad es que para mí no representa la Convergència que yo conocí en los años de la Transición, con eso te lo digo todo. Tampoco Pujol con sus trapicheos… sino Miquel Roca. Me quedo con Miquel Roca, que sí creo que representa una Convergència respetable y respetada.
¿No quiere ver a Puigdemont entre rejas?
No tengo un deseo personal de que eso ocurra.
Personal no es político. Ni jurídico, en este caso.
Yo creo que Puigdemont, como los líderes del procés, tiene que ser juzgado, condenado si ha lugar, y, si se dan las condiciones adecuadas para ello, de decir “no volveré a hacerlo”, pueden ser indultados, esa es mi postura personal. Juicio, condena y, buscando la pacificación del problema, el posible indulto en las condiciones adecuadas. Pero aquí unos y otros dicen "no, lo volveremos a hacer".
¿Bastaría con la promesa de "no lo vamos a hacer más"?
Algo más que promesas, claro. Aquí tiene que haber una explicación a la ciudadanía de Cataluña y decir "nos hemos equivocado". Estoy a favor del indulto si se garantiza que no se volverá a hacer.
El boom de Málaga: turismo y alquileres
Vamos al último bloque: tenemos que hablar de Málaga. ¡El temazo! Ha desatado recientemente la polémica al decir que el hecho de que la gente tenga que irse fuera a vivir tiene una importancia relativa si hay buen funcionamiento del transporte público.
Es a este tema al que más tiempo le dedico: a la vivienda.
¿Le quita el sueño?
No, pero es al que más tiempo le dedico, y aún no tengo idea clara de cómo hacerlo porque es muy complicado. Hay muchos factores que juegan en este tema. Tiene que haber más oferta que demanda para que los precios no se tensionen, eso está clarísimo, ¿no? Y en esa línea trabajamos. Yo trabajo para la gente de Málaga y también para los que vienen a Málaga atraídos por el éxito de Málaga. Y trabajo para que se pueda vivir en Málaga pero también en los municipios del entorno, El Rincón, Cártama, Alhaurín de la Torre, Torremolinos, Benalmádena… ¡porque aquí no cabrían! Mira cómo ha crecido la población.
He leído sus reflexiones sobre que no podemos expandirnos al estar cercados tanto por mar como por montaña.
Málaga no tiene espacio para acoger. Mira: ¿cuánto ha crecido Rincón de hace 50 años para acá? Y te sale una población como la que Málaga tiene. El área metropolitana tiene un millón y algo más. Nosotros tenemos… como medio millón de habitantes. El territorio está ahí y hay que verlo desde esa perspectiva. La gente que está en el Rincón no es que se haya ido de Málaga, algunos puede que sí, pero otros… han venido de otros sitios de la provincia o de Andalucía, y a la hora de decir "voy a Málaga" mira precios, o busca una casa más grande… y elige.
Y luego está el tema de las desigualdades sociales. Necesitamos viviendas, no sólo la vivienda llamada libre, sino viviendas de protección oficial en cantidad mayor, hechas por iniciativa pública y privada. La verdad que el parque público de vivienda en alquiler en España es muy bajo comparado con el que hay en Europa. Pero nosotros, sin tener competencia, hemos hecho 5.400 viviendas desde el año 2000. Ahora mismo estamos haciendo 1.000 directa o indirectamente sobre un suelo nuestro, que hemos dicho a un promotor en un concurso quién lo hace mejor y más barato para en 75 años tener un alquiler barato con una ayuda europea de 50.000 euros que debe crecer.
Yo he echado de menos que el Gobierno actual dedique más fondos a la vivienda: sólo lo ha hecho en menos de un 1%. Eso te da para 20.000 viviendas ayudadas por este sistema de los 50.000. Hemos propuesto una moción en el Pleno para que en ese nuevo marco europeo se luche desde el Gobierno por tener más fondos para viviendas baratas en alquiler. Estamos viendo permanentemente cómo podemos acelerar suelo, cómo tener suelo.
El otro día decía una chica en televisión que ella gana 1.300 y de alquiler le piden 1.200: aquí estamos haciendo vivienda para alquiler de 400 euros, que es un tercio de ese salario, lo que debe dedicarse a esto, pero sé que no es suficiente para todo lo que se necesita, y lo reconozco. Hace falta también que otros se esfuercen en ello. El Gobierno actual desde el 2018 ha podido ponerse más las pilas en este tema. Yo pido también más hoteles, ¡así los congresos no se los llevan a Sevilla! Pero necesitan una parcela de cierto tamaño… en fin, es complicado.
La ministra de vivienda dijo hace unos días que se necesitaba vivienda en Málaga para que los malagueños pudieran "atender" a los turistas. ¿Qué es esto: nos hemos vuelto siervos de los turistas?
Sí. No fue muy afortunada esa frase, pero no he querido hacer sangre, no es mi estilo. No fue ningún acierto, vamos. Es evidente que las viviendas en Málaga se necesitan no para el que trabaje en el turismo, sino para el que trabaje en cualquier industria o en cualquier oficina. Y con una capacidad más alta o menos alta, todos necesitan encontrar su vivienda. Los países más desarrollados tienen un mercado de vivienda más fluido, mira Bruselas, donde hay una oferta muy amplia. El tema de la distribución europea ha ido llegando. Habrá distorsionado algo el mercado que tenían los belgas hace 50 años, pero lo han ido absorbiendo de manera lógica. Yo creo que aquí el proceso tiene que ser igual. Hay una responsabilidad social corporativa.
¿Le preocupa la pérdida de identidad de Málaga? ¿No le molesta ir por el centro y que pase un buen rato sin escuchar a nadie hablar en español?
¡No! Siempre se escucha un poquito… (ríe).
¡Un poquito! ¡Cada vez menos!
Sí, pero date cuenta de que eso también es una demostración del carácter internacional y cosmopolita de Málaga. Lo que a mí me gustaría es que en esas lenguas no hablasen sólo turistas sino gente que ha tomado la decisión de vivir en Málaga, que es una ciudad que siempre ha atraído gente de fuera. Ahora es más bien con el tema tecnológico. Un malagueño bien preparado y cualificado no debe cobrar menos de lo que cobra un británico o un alemán. Las empresas tienen que empezar a pensar que tienen que ganar dinero ellos… ¡y los trabajadores! Lo digo con claridad: hay que cambiar el chip. Un nuevo contrato social con los retos del siglo XXI.
¿Le sobra a veces el turismo? ¿Nos sobran visitantes?
No, lo que hace falta es luchar por un turismo de calidad, no de cantidad. De excelencia. Mejor los hoteles de cinco estrellas que de cuatro. Y máxima calidad en restauración, que enlaza con la educación, y con buenas escuelas y buenas industrias…
¿Hasta qué edad se puede gobernar?
Eso dependerá de cada caso. ¿Tú lo dices por mí?
Sí. Es un alcalde longevo. Además tenemos presente el caso Biden, que ha supuesto una reflexión en ese sentido.
Me parece que no estuvo muy feliz en el debate con Trump y a partir de ahí se ha desatado una crisis interna en su partido. Si no despiertas confianza en el electorado, no puedes gobernar. Pero yo no me planteo ese tema, si vas por ahí, yo estoy en el día a día.
Y usted está estupendo.
(Ríe). Hay una palabra japonesa que se refiere a esto y que aprendí hace pocos meses del embajador. Se refiere a "sentirse útil". Si tú te sientes útil, estás en condiciones de seguir gobernando. Pero cuidado: los demás también tienen que pensar que eres útil.