El Rey vuelve a viajar solo: ningún ministro va con él a Dominicana a la toma de posesión de Abinader

Vuelve a no haber ministro de jornada, como el pasado mes de junio, a pesar de la polémica levantada por la soledad de Don Felipe en aquella gira de tres viajes oficiales a Estonia, Lituania y Letonia. El Rey llevaba preparando aquel viaje desde antes de la pandemia, y por eso lo que iba a ser una simple visita a las tropas españolas destacadas en el flanco este de la OTAN se convirtió en una visita oficial a las tres repúblicas.

Fuentes del Ministerio de Exteriores, señalaron entonces como responsable a la Cara real por no haberse "coordinado" el departamento de José Manuel Albares. Y añadieron que, en todo caso, era una visita en la que debería haberse acompañado por el Ministerio de Defensa. Finalmente, en la tarde del último día y por orden de Moncloa, se unió a la comitiva la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Fuentes cercanas a la Casa real explican a este diario que "la excusa que ha dado el Gobierno" es que, en estas fechas de verano, "solo están dos ministros" de guardia y que no hay agenda suficiente para atender el viaje. Según personas cercanas a la Casa, el Ejecutivo les insistido en que "es el Rey quien representa a España en cada toma de posesión, no el Gobierno".

En esta semana, han sido Óscar Puente, titular de Transportes, y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, de Justicia y de Relaciones con las Cortes, los que han comunicado una agenda pública de actos y atención a los medios de comunicación.

Sin embargo, este mismo martes, José Manuel Albares estaba trabajando. El ministro de Exteriores acudió al Senado, a una comparecencia instada por la Cámara Alta, para dar cuenta de la posición del Gobierno respecto a las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, otro país latinoamericano.

Y el sábado pasado, hasta cinco ministros interrumpieron sus vacaciones para la toma de posesión de Salvador Illa como nuevo president de la Generalitat de Cataluña: la vicepresidenta María Jesús Montero (Hacienda), el propio Bolaños, Jordi Hereu (Industria y Turismo), Diana Morant (Ciencia) y Ernest Urtasun (Cultura).

Una explicación

La Constitución Española establece taxativamente que "los actos del Rey serán refrendados por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes". Esto quiere decir que, como la Corona carece de responsabilidad en una Monarquía parlamentaria, cualquier acto del Rey debe estar acompañado del de un miembro del Poder Ejecutivo.

Fuentes del Ministerio de Albares confirmaron que será la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo, quien acompañará al Monarca en representación del Gobierno de España.

Tampoco es la primera vez que Sumelzo, u otro secretario de Estado de Exteriores, recibe el encargo de acompañar a Felipe VI a este tipo de viajes. La explicación es que en el caso de las tomas de posesión de presidentes reelegidos, suele ser habitual que los ministros de Asuntos Exteriores no acompañen al jefe del Estado, delegando en un secretario de Estado.

Cuando Don Felipe accedió a la Corona, hace ahora 10 años, se decidió que su padre, el mérito Don Juan Carlos, cumpliera el papel que él antes cubría de ser el representante de la Jefatura del Estado en las tomas de posesión de gobernantes latinoamericanos. Así ocurrió hasta que los escándalos hicieron al Rey separar a su progenitor de la representatividad.

En ese tiempo, sólo hubo una oportunidad en la que la Casa Real lo enviase a una reelección, dado que una gran parte de los sistemas republicanos del cono sur no prevén la posibilidad de reelección. Fue en 2016, en la toma de posesión de Juan Manuel Santos para su segundo mandato como presidente de Colombia. Y efectivamente, en aquella ocasión no le acompañó ningún ministro.

Tampoco tenía ministro de jornada Don Felipe cuando aún era Príncipe de Asturias, en las decenas de visitas que libró a estos países. Pero entonces no era Jefe de Estado. 

Relación con Exteriores

El caso es que el Rey, en todos sus viajes oficiales fue acompañado por un miembro del Gobierno desde que accedió al trono en 2014 hasta fechas recientes. Y así ha sido ya fuera a tomas de posesión de mandatarios latinoamericanos, en visitas oficiales o en visitas de Estado. Y en la inmensa mayoría de ellos, era el titular de Exteriores quien lo acompañaba.

Así ocurrió en los años que coincidió con el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) y después, con Pedro Sánchez en Moncloa. Ya fuera en los primeros años, con Josep Borrell en Exteriores, o después, con Arancha González Laya como ministra.

Sin embargo, en la última etapa las cosas han cambiado. Desde que Albares accedió al cargo, en julio de 2021, de los 23 viajes oficiales realizados que recoge la agenda oficial del Rey, publicada en la página web de la Casa Real, el ministro ha estado presente en sólo 10, lo que supone un 43% del total. 

En este tiempo, ha sido un ministro distinto el que lo acompañó en cinco ocasiones (21,7%). Hasta seis veces (26%) el Monarca ha tenido que viajar sólo acompañado de un secretario de Estado. Y finalmente, en dos visitas (8,7%), las ya referidas a Estonia y Lituania, ningún representante del Ejecutivo se subió al avión, ni del segundo nivel.

José Ramón Pérez/Arte EE

Las fuentes ya referidas en el entorno de Zarzuela explican que "las relaciones con exteriores son muy malas" en la actualidad. De hecho, otras fuentes diplomáticas explican que hay un problema personal entre Albares y Camilo Villarino, jefe de la Casa del Rey desde febrero de este año.

Lo grave de la situación en la gira báltica del Monarca es que en aquellas visitas oficiales el oficial de más alto rango que subió al avión fue el jefe de la Casa Real, Camilo Villarino. Defensa había hecho el encargo al Jemad, Teodoro Esteban López Calderón (cuyo rango sí es equivalente al de secretario de Estado), pero una indisposición de última hora le impidió viajar. 

Abinader, líder del centrista Partido Revolucionario Moderno (PRM) fundado por él mismo, logró la reelección tras ganar los comicios presidenciales del pasado 19 mayo con el 57,44% de los votos, lo que supuso una diferencia de alrededor de 30 puntos respecto de su siguiente rival, Leonel Fernández.