Alberto Núñez Feijóo ha puesto sus cartas sobre la mesa. A menos de dos semanas de la reunión que mantendrá en Madrid con los presidentes autonómicos de su partido, este lunes consiguió alumbrar un manifiesto en el que queda claro el compromiso explícito de ir todos a una en la batalla contra el cupo catalán

En el documento, suscrito por los barones del PP con responsabilidades de gobierno, destaca una idea sobre el resto: la enésima cesión a Cataluña va más allá de un privilegio económico. Se trata de un "intento ilegítimo" para propiciar un "cambio de la Constitución por la puerta de atrás". Y es ahí donde el principal partido de la oposición quiere poner todo el foco de atención.

Si bien la reforma del sistema de financiación autonómica es una cuestión prioritaria para el PP, lo crucial ahora, aseguran en el entorno de Feijóo, es evitar que lo pactado entre el PSC y ERC para la investidura de Illa llegue a materializarse. "Primero hay que parar el golpe constitucional", aseveran. 

"Es un cambio de modelo político en el que está en juego la igualdad de los españoles, vivan donde vivan", argumenta uno de los principales dirigentes de la formación en conversación con este periódico. "El avance de la independencia de Cataluña" con la ruptura del régimen común, avisa, tendrá consecuencias nefastas para todo el país. 

Para Feijóo, el primer punto de la cumbre de barones de septiembre es perfilar toda una ofensiva, en el plano judicial y político, que logre fagocitar el concierto económico para Cataluña. A partir de ahí, el siguiente capítulo es consensuar una postura común para reformar el sistema de financiación económica. 

Sobre este asunto, como publicó este lunes EL ESPAÑOL, el líder popular ya tiene diseñada una propuesta para poner de acuerdo a todos los presidentes autonómicos. En Génova admiten que las posiciones iniciales no son concordes, lo que no quita que sea posible llegar a un entendimiento. "La clave es que todos entiendan que tienen que perder un poco y que ninguno gana más que el resto", apostilla una persona próxima a Feijóo. 

En lo que sí hay unanimidad en las filas populares es en la defensa de que cualquier cambio del modelo de financiación debe llevarse a cabo en un foro multilateral y no en reuniones a dos bandas con el Gobierno, como pretende María Jesús Montero para contrarrestar las críticas por el trato singular a Cataluña. 

"Las decisiones, y, más aún, las de este calado, deben tomarse entre todos en el marco institucional que corresponde, no en negociaciones a puerta cerrada entre partidos que no representan al conjunto de España ni al conjunto de Cataluña", concluían ayer los barones en el manifiesto "por un modelo de financiación solidario, igualitario y negociado entre todos".

"La sanidad, la educación, los servicios sociales y el conjunto de servicios públicos que proveen de las CCAA y todos los ayuntamientos de nuestro país no pueden ponerse en riesgo, ni ser moneda de cambio de un permanente mercadeo de poder a cambio de privilegios que sólo beneficiarán a los políticos artífices de este cambalache inconstitucional", añadían. 

España, en una "encrucijada"

No obstante, la idea troncal de este documento se resumía en la primera línea: "España y su modelo territorial se encuentran en una encrucijada". A los pactos para la investidura de Sánchez, se suma ahora el de Illa que, advierten los populares, "apunta a la línea de flotación de nuestro modelo autonómico de igualdad y solidaridad al proponer excluir a Cataluña de la caja común de las CCAA". 

Sánchez y sus socios, insisten, "no están intentando avanzar en el Estado autonómico" que consagra la Constitución de 1978. Más bien, todo lo contrario. Lo que pretenden es "destruirlo y sustituirlo por un modelo confederal asimétrico, donde algunos negocian bilateralmente con el poder central prebendas y tratos de favor al margen del modelo común". 

En todo momento, los presidentes del PP sostienen que la "colección de arbitrariedades orientadas a debilitar el Estado no tiene cabida" en el "sistema democrático" español. Además, abundan en la crítica de que persiguen la única finalidad del "beneficio personal de Pedro Sánchez para permanecer en la Moncloa". Ante esto, los barones cuestionan el silencio del PSOE: "Ha enmudecido ante la desaparición de sus propios principios". 

Por todo ello, los barones anuncian que el objetivo del encuentro que mantendrán el seis de septiembre con Feijóo será: "Abordar este momento de urgencia nacional y empezar a articular una respuesta democrática en todos los ámbitos a nuestro alcance, consensuada entre las CCAA y de la máxima firmeza, ante este intento ilegítimo de modificar nuestra Constitución y nuestro modelo de Estado por la puerta de atrás, al dictado de quienes nunca han aceptado la igualdad y la solidaridad de los españoles".