El ministro Bustinduy admite que gobernar sin PGE en 2024 "supuso 600M menos para dependencia"

En esta cita, en la que Bustinduy debía dar cuenta de las líneas generales de su departamento, el ministro se enredó esencialmente en criticar a la oposición por su falta de disposición apoyar las cuentas públicas de 2025.

Porque, al argumentar que "las legítimas ideologías políticas, que explican las posiciones de voto, tienen consecuencias tangibles", el ministro ha acabado haciéndole un feo al presidente, Pedro Sánchez... y a su propia formación política, liderada por la vicepresidenta Yolanda Díaz.

Fue Pedro Sánchez quien dio la orden, el pasado mes de marzo, de "renunciar" siquiera a presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado en el Congreso, cuando conoció el adelanto de las elecciones en Cataluña. El entonces president, Pere Aragonès, disolvió el Parlamento catalán al haber decaído los Presupuestos, precisamente, por el voto en contra de los Comuns, la confluencia catalana de Sumar.

Es decir, que hubo una serie de "consecuencias tangibles", en palabras del ministro. Curiosamente, Bustinduy parecía no recordar cuál fue el motivo de que este año su departamento haya tenido 600 millones de euros menos para la Dependencia. Porque el ministro "ha hecho hincapié en que era responsabilidad de los grupos parlamentarios".

Pero la realidad fue otra.

Consecuencias tangibles

Y ahora, la portavoz del Partido Popular en el Senado, Alicia García, recuerda que Sánchez dice estar dispuesto "a gobernar con o sin el concurso del Poder Legislativo" y, por tanto, "tengan o tengan Presupuestos". Pero que las verdaderas "consecuencias tangibles" de gobernar sin el Parlamento "son éstas, que los españoles pagan con peores servicios el empeño de Sánchez de permanecer en Moncloa".

El hecho de que se abriera la contienda electoral catalana, en la que el PSOE se jugaba su mayor apuesta, la de llevar a Salvador Illa a la Generalitat, en competencia directa con Aragonès (ERC) y, finalmente, el prófugo Carles Puigdemont (Junts), motivó la decisión. Sánchez ordenó dejar el proyecto en un cajón y seguir gobernando con las cuentas de 2023, ya prorrogadas desde enero.

Los Presupuestos de 2024 no se habían presentado antes del 30 de septiembre, como marca la Constitución, porque, antes de todo, Sánchez había adelantado las elecciones generales al 23 de julio, y no se formó Gobierno hasta mediados de noviembre.

En todo caso, en marzo el presidente renunció a sus cuentas públicas, alegando que no había "ambiente" para que se aprobaran los PGE en el Congreso, dado que la mayoría parlamentaria que lo aupó a la investidura exige la participación "siempre y de todos" los que la conformaron, según palabras de un miembro del Gobierno.

Y en la campaña electoral autonómica más decisiva desde el inicio del procés, el Gobierno no tenía perspectivas positivas. Bustinduy ha insistido ahora en que es necesario que haya Presupuestos para el año que viene, o se repetiría la misma, o mayor, merma para su departamento. Y ha conminado a los grupos a apoyar la senda de déficit, aprobada el pasado martes en el Consejo de Ministros, y después, las cuentas que presente el Gobierno de coalición.