La ministra de Defensa, Margarita Robles, en Madrid,  el miércoles pasado.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en Madrid, el miércoles pasado. Ricardo Rubio

Política GOBIERNO

Moncloa cree que Maduro ha aprovechado un "traspié" de Robles para buscar enemigo exterior

Orden a los ministros de evitar la palabra "dictadura" para referirse a Venezuela mientras el Gobierno intenta desescalar el conflicto.

14 septiembre, 2024 02:35

"Todos tenemos claro lo que es China, un país que no es precisamente democrático, pero a ninguno se nos ocurre decir públicamente que es una dictadura. Pues lo mismo ocurre sobre Venezuela", explica un miembro del Gobierno.

Se refiere al hecho de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, asegurara el jueves por la noche que Venezuela es una dictadura. Fuentes de Moncloa lamentan lo que consideran un "traspié" de la ministra, por la inoportunidad de sus palabras, por entrar en un asunto que no es de su competencia y porque le ha servido a Nicolás Maduro para confrontar con el Gobierno español.

Según la lectura del Gobierno, Maduro está en una decisión complicada y cercado por la comunidad internacional, y por eso ha aprovechado las palabras de Robles para cumplir la máxima de que nada une más que un enemigo exterior, en este caso, España.

El resto de ministros cumplió este viernes la consigna de no entrar a calificar el régimen de Maduro, para desinflamar el conflicto y para no interferir en las gestiones diplomáticas del Gobierno. Sólo Robles se salió del guion y ninguno más pronunció la palabra "dictadura".

Oficial y públicamente, la estrategia del Gobierno es bajar el tono, no confrontar y no dar munición a Maduro para que aumente la tensión con Venezuela.

Por eso, no habrá respuesta a la retirada temporal del embajador venezolano en España, a la espera de que baje la tensión.

Papel de interlocutor

Considera el Gobierno que no habrá finalmente represalias contra las empresas españolas que operan en Venezuela, en su mayoría vinculadas a las telecomunicaciones y el petróleo. Entienden las fuentes del Ejecutivo que Venezuela tendría más que perder.

La estrategia de Pedro Sánchez sigue siendo la de mantener las gestiones discretas para evitar enfrentamientos en Venezuela, buscando una salida diplomática tras el fraude electoral protagonizado por Maduro y antes de que en el mes de enero vuelva a tomar posesión como presidente.

Por eso, el Gobierno confía en las gestiones de países como Brasil, México, Colombia o Chile y esta vez acompasa sus decisiones a lo que haga la Unión Europea. Todo para intentar mantener posición de interlocutor con Venezuela en ese proceso.

Esa posición ha quedado ligeramente tocada por las palabras de Margarita Robles y la decisión de Nicolás Maduro.

En el Gobierno se recuerda un episodio similar anterior, cuando la vicepresidenta Yolanda Díaz aseguró que Marruecos es una dictadura. En ese momento Sánchez había girado la política exterior para acercarse a Rabat.

Desde el Gobierno sí se critica abiertamente la posición del PP que, según explican, no ayuda con Venezuela. Añaden que gestiones como la del asilo concedido en España al opositor Edmundo González han descolocado al partido de Alberto Núñez Feijóo y ha dejado en evidencia la imagen que el PP pretende dar de Sánchez como protector o socio de Maduro.