La coacción a Edmundo se inició en la embajada de Holanda, pero su titular no dejó entrar a los chavistas

La coacción a Edmundo se inició en la embajada de Holanda, pero su titular no dejó entrar a los chavistas Ilustración: Tomás Serrano

Política VENEZUELA

La coacción a Edmundo se inició en la embajada de Holanda, pero su titular no dejó entrar a los chavistas

Un documento oficial del ministro de Exteriores neerlandés, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, relata que González Urrutia salió de su embajada en Caracas hacia la española ya decidido a ceder a la presión y salir a España.

20 septiembre, 2024 03:01

Durante más de un mes -desde el 29 de julio hasta "principios de septiembre"-, Edmundo González fue "presionado, coaccionado, amenazado y chantajeado" mientras permanecía bajo la protección del embajador neerlandés en Caracas, Robert Schuddeboom.

Además de los desafíos públicos de Nicolás Maduro y de los tres requerimientos de la Fiscalía que desoyó, el candidato de la oposición democrática en las elecciones presidenciales del 28 de julio recibió llamadas a su teléfono móvil, mensajes de correo electrónico y advertencias a su familia. Concretamente a su hija y su nieto, residentes en la capital venezolana.

En todas estas ocasiones, el mensaje era siempre el mismo: se le ofrecía una salida del país caribeño "o atenerse a las consecuencias". Eso sí, siempre bajo la condición de que firmara un documento reconociendo la validez de los resultados proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo.

El embajador Schuddeboom anunció hace una semana su jubilación, sólo cinco o seis días después de despedirse de González Urrutia.

Nunca dejó entrar a su residencia ni a las dependencias oficiales a los enviados del régimen, y "animó al líder opositor a resistir". A pesar de ello, la legación diplomática llegó a ser rodeada por adeptos al régimen y agentes del Sebin (la policía política chavista).

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también se ha pronunciado este jueves sobra la salida del opositor. Ha asegurado que Edmundo González le pidió "clemencia" para salir del país y que le da "pena" la situación.

"Me da pena ajena que usted señor González Urrutia, que me pidió clemencia a mí, no tenga palabra con lo que se empeñó y alegue su propia torpeza y su propia cobardía para tratar de salvar yo no sé qué", afirmó este jueves en un acto transmitido por el canal estatal. 

De una a otra embajada

Éste es el relato de las cinco semanas en las que el "presidente electo" de la República de Venezuela -según las Cortes españolas y el Parlamento Europeo- resistió la coacción bajo el amparo holandés, antes de irse a la residencia del embajador español y claudicar, "bajo vicio de coacción", ante Delcy Rodríguezmujer fuerte del régimen, y su hermano Jorge.

Fuentes diplomáticas neerlandesas, el entorno de Edmundo González y altos cargos de la oposición democrática, coinciden en la sucesión de los hechos, consultadas por separado.

Lo corroboran fuentes políticas de la oposición española, con sus propios matices. Y no lo comentan (aunque tampoco desmienten aquello que les afecta) las fuentes oficiales del Gobierno español. Y el comunicado emitido en la noche del jueves por el propio González Urrutia confirma que España "no coaccionó" y le dejó "decidir en libertad", pero no responde a por qué abandonó la protección holandesa por la española. 

Edmundo firmó, finalmente, en la residencia del embajador español, el 7 de septiembre, un día antes de aterrizar en España, el mismo sábado en el que Pedro Sánchez lo llamaba "héroe" ante el Comité Federal del PSOE y confirmaba que su Gobierno "nunca" lo iba a "abandonar".

El Ministerio de Asuntos Exteriores español insiste en que "no hubo contrapartidas", pero es como mínimo opinable. Porque González Urrutia, tras las amenazas públicas y privadas sabía que "o firmaba o me atenía a las consecuencias", como explicó en su vídeo del pasado miércoles.

VÍDEO | Edmundo González denuncia que fue obligado a firmar la victoria de Maduro para viajar a España Vídeo: EFE | EL ESPAÑOL

El departamento de José Manuel Albares asegura también que "no hubo más que contactos técnicos para el aterrizaje del avión y la seguridad de Edmundo hacia el aeropuerto", pero eso no es cierto.

Ramón Santos, embajador español, estuvo allí. No sólo tenía órdenes de dejar reunirse al líder opositor con quien él decidiera, sino que estaba presente cuando se intercambiaba documentos con los hermanos Rodríguez. Así lo atestiguan las imágenes difundidas por el fiscal, Tarek William Saab.

También afirma Exteriores que "no hubo negociación política". Y no hay prueba que lo desmienta, aunque sí testimonios del entorno del candidato opositor, ahora exiliado en España.

Su entorno asegura que él salió de la embajada holandesa ya decidido a huir de Venezuela hacia España. Y que, por eso, se desplazó a la residencia del embajador español, donde sí podría reunirse con los enviados de Maduro. 

Un documento oficial holandés al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, firmado por el ministro de Exteriores de los Países Bajos, Caspar Veldkamp, corrobora este extremo: "A principios de septiembre, Edmundo González indicó que quería abandonar la residencia [diplomática neerlandesa] y el país".

El embajador le insistió en que podría quedarse en esas dependencias, con su seguridad garantizada, cuanto quisiera. "Sin embargo, indicó que quería irse y continuar su lucha desde España", añade esta comunicación ministerial.

¿Cómo es posible que saliera de la legación diplomática holandesa, si estaba localizado, y llegara libre a la embajada española?, se preguntan opositores democráticos venezolanos, exiliados en España, que incluso sugieren que José Luis Rodríguez Zapatero habría participado de esta maniobra.

De izquierda a derecha: Delcy Rodríguez, Edmundo González (sentado), Jorge Rodríguez (de pie, con gafas) y el embajador español, Ramón Santos (de espaldas), en la sede diplomática española en Caracas.

De izquierda a derecha: Delcy Rodríguez, Edmundo González (sentado), Jorge Rodríguez (de pie, con gafas) y el embajador español, Ramón Santos (de espaldas), en la sede diplomática española en Caracas. Asamblea Nacional de Venezuela

El amparo neerlandés

El mismo lunes posterior a los comicios, mientras el CNE "robaba" la voluntad democráticamente expresada por los venezolanos -proclamando una victoria de Maduro con el 51% de los votos-, González Urrutia pedía refugio en la legación diplomática holandesa.

"Las fuerzas de seguridad han respondido en algunos casos con violencia", explica el ministro al presidente de la Cámara holandesa, para explicar sus esfuerzos, "lo que ha provocado muertos y heridos".

En estos casi dos meses transcurridos desde el fraude electoral, más de 1.000 personas han sido arrestadas o se han dado por desaparecidas. "Además de los manifestantes, también los miembros de la oposición venezolana temen por su seguridad. Varios de ellos han sido detenidos desde las elecciones y de otros no se ha sabido nada más desde entonces. Esta amenaza también se aplicó al candidato opositor Edmundo González".

El ministro lo explica así en el documento referido, remitido al Parlamento de su país: "A petición suya urgente, al día siguiente de las elecciones, decidí brindarle hospitalidad durante el tiempo necesario en la residencia del embajador [Encargado de Negocios] del Reino de los Países Bajos en Caracas".

Según el texto [Documento en PDF] remitido al Parlamento holandés, el mismo ministro de Exteriores del país centroeuropeo llegó a ejercer también su presión sobre González Urrutia: "Hablé con él sobre la situación en Venezuela, la importancia del trabajo de la oposición y la transición a la democracia", explica, "y enfaticé nuestra continua hospitalidad".

Todo eso alargó la agonía del ex diplomático venezolano, mientras tomaba la decisión de salvar su vida y evitar represalias contra su familia, cediendo a la presión chavista.