Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, José Luis Ábalos y Pedro Sánchez en un fotomontaje.

Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, José Luis Ábalos y Pedro Sánchez en un fotomontaje. Diseño: Arte EE

Política CASO KOLDO

El "jefe" Ábalos y la "jefa" Delcy: Aldama los presentó y creó un vínculo entre Sánchez y Maduro que llega hasta hoy

11 octubre, 2024 03:04

Todo empezó en octubre de 2018, cuando Víctor de Aldama conoció a Koldo García, el amigo de Santos Cerdán, que ayudó en las primarias de Pedro Sánchez, y que ya trabajaba para el ministro José Luis Ábalos.

La cosa se sustanció en diciembre de 2019, cuando Aldama escribió una carta que sirvió para presentar oficialmente a Ábalos y a Delcy Rodríguez.

Pero el asunto se enmarañó un mes después. En enero de 2020, el avión de la vicepresidenta venezolana aterrizó en Barajas (a escondidas, con muchas maletas y un vigilante que habló de barras de oro). Y la prensa se enteró de todo.

Desde entonces, el vínculo ha seguido vivo todos estos años. Porque las empresas españolas han sido las únicas "respetadas" en Venezuela. Porque José Luis Rodríguez Zapatero ha mediado en ello, para evitar expropiaciones, y en lo político, para impulsar negociaciones. 

Pero como la información es poder, una vez estalló el caso Koldo, ahora sabemos que el régimen de Nicolás Maduro ha contado con todo el relato que desvelado por la UCO en su último informe al juez.

Mensajes, cartas y negocios que amenazaban la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez, viajaron desde el móvil del conseguidor de la trama al de la vicepresidenta venezolana y al de Koldo, del de éste al de Ábalos, y desde el del ministro hasta el del presidente español.

Todo este tiempo, Caracas tenia una bomba que Madrid no podía permitirse que estallara. Jugó con ventaja.

"La jefa" y "el jefe"

El informe de la UCO número 211/2024 que, con fecha de 9 de octubre, entró en la Audiencia Nacional, juzgado central 2 con el número de registro 2.520/24. El documento, de 233 folios tiene dos firmas de agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, y cuatro vistos buenos de la sección de Delincuencia Económica (UAFAC).

El informe desarrolla en las páginas 68, 69, 74 y 75 lo que son apenas tres ejemplos de las 37 veces que aparecen los términos "jefe" o "jefa", referidos a cómo los miembros de la presunta trama corrupta se referían a Ábalos y a Delcy.  

El relato del documento reventaba este jueves políticamente la investigación del primer gran caso de corrupción del Gobierno Sánchez. Y amenaza la estabilidad de un Ejecutivo ya debilitado parlamentariamente y acosado por crisis diplomáticas, escándalos políticos e investigaciones judiciales.  

Los mensajes y la carta

 "Y si no hablas tú con el que eres la jefa jajajajaja", escribió el 27 de diciembre de 2019 Víctor de Aldama en un mensaje de texto a Delcy Rodríguez, a través de la aplicación Threema.

"Mensaje del jefe", tecleó el mismo cabecilla de la trama 10 meses después, el 27 de octubre de 2020, en otra comunicación con la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela.

En la primera conversación, ese tal Aldama que presidía el Zamora Club de Fútbol, desconocido para el gran público hasta febrero de este año, estaba cerrando la "visita de una autoridad extranjera". Es decir, los detalles del viaje de Delcy a España.

Ése que salió mal, porque la prensa descubrió la visita de la máxima autoridad chavista sancionada por la UE, y manchó de sospechas, desde el inicio, el Gobierno formado por el PSOE de Pedro Sánchez y el Unidas Podemos de Pablo Iglesias.

Esa coalición que había negociado José Luis Ábalos, ministro de Fomento y secretario de Organización socialista. El hombre más poderoso de España tras el presidente.

En el segundo mensaje, el mismo Aldama lo que hacía era tratar de calmar a la número dos de Nicolás Maduro.

Una señora "de carácter", según el propio Ábalos, amigo de su hermano, el entonces ministro de Turismo, Jorge Rodríguez. Una señora acusada de "crímenes contra la humanidad" por la Unión Europea, y responsable de la represión a la oposición democrática en el país caribeño.

Aldama, su contacto comercial en España, transmitía un mensaje de Ábalos, quien ya era su contacto político, en tanto que hombre fuerte de Sánchez:

"Buenas tardes Delcy, mensaje del jefe. La reunión de Leopoldo López con el presidente a sido [sic] en Ferraz como secretario general no en moncloa como presidente esto es importante que lo sepáis y entendáis besos".

España acababa de dar asilo al entonces líder opositor venezolano, gracias a la mediación de José Luis Rodríguez Zapatero.

El expresidente socialista de España, que comenzaba a ganarse la rehabilitación del PSOE -y el oído de Sánchez para los consejos y la mediación en situaciones difíciles, desde Caracas a Waterloo- no aparece en los papeles de la UCO. Pero su personaje siempre ha sobrevolado las relaciones del Gobierno Sánchez con el régimen de Maduro, hasta ahora, con su "mediacion" para lograr la salida de Edmundo González, el líder opositor de ahora, a España.

Sánchez había reconocido a Juan Guaidó pocos meses atrás como "presidente encargado" de Venezuela. Pero aquel paso, que le costó dar después de muchas presiones hasta de la UE, ya parecía en falso. Y aunque debía recibir al preso político torturado más famoso de los últimos años, recién llegado a nuestro país, quería que Maduro no viera el gesto como una afrenta.

"Bien", responde Sánchez

Aldama los bautizó así, a ella y a él, "la jefa" y "el jefe". Y utilizó sus influencias para sacar tajada comercial mientras le vendía una gestión diplomática al Gobierno de España, a través de Ábalos.

Había llegado a las inmediciones de Delcy a través de Jorge Giménez, presidente de la Federación de Fútbol de Venezuela, de la máxima confianza de la vicepresidenta… y socio de Aldama en negocios de compraventa de petróleo y diamantes, dos de las principales riquezas expoliadas por el régimen de Maduro en el país caribeño.

Era 10 de diciembre de 2019, y sólo había pasado un mes de las segundas elecciones generales de aquel año. Aún no había tomado posesión Sánchez, que todavía tenía a su emisario Ábalos negociando la coalición con Iglesias, cuando Aldama preparó una carta tipo, hallada por la UCO en su ordenador, para poner en contacto a la jefa y al jefe.

Encabezamiento de la carta de Ábalos a Decy, preparada por Aldama.

Encabezamiento de la carta de Ábalos a Decy, preparada por Aldama. E.E.

En la misiva que redactó Aldama, el secretario de Organización del PSOE, invitaba a Delcy "a nuestro país" para hablar sobre "las posibilidades que tiene ahora mismo Venezuela para salir de las sanciones, del intercambio de productos Españoles, así como colaborar en ser participes de realizar unas elecciones Democraticas en Venezuela [...] Finalizando con ayudar a las empresas españolas que puedan estar en este momento en el país como las que podrán incorporarse en un futuro".

Si no fue esta redacción exacta, una muy parecida fue enviada desde la sede de Fomento en Madrid a la Vicepresidencia de la República Bolivariana de Venezuela, en Caracas. Porque apenas un mes después, el 16 de enero de 2020, Ábalos ya tiene cerrado el viaje de Delcy, y charla con Koldo por WhatsApp para confirmarle que tiene la autorización del presidente del Gobierno.

Pantallazo del WhatsApp de Ábalos con Sánchez enviado por el ministro a Koldo.

Pantallazo del WhatsApp de Ábalos con Sánchez enviado por el ministro a Koldo. E.E.

"La vicepresidenta de Venezuela viene en privado el lunes y quiere verme discretamente como continuación del encuentro que tuve con el ministro de Comunicación (que es su hermano)", explica el ministro al presidente, haciendo referencia a Jorge Rodríguez, en un pantallazo que envía a su asesor.

"La gestión que acordamos en favor de las empresas españolas", añade Ábalos, denotando que Sánchez ya estaba sobre aviso de todo, "ha permitido que Duro Felguera haya cobrado una importante deuda".

"Bien", responde Pedro Sánchez

La UCO duda de que sea cierto lo de la deuda cobrada por la compañía española, pero el señuelo empresarial ya está colocado. Koldo, que ya tenía negocios con Aldama, contesta "Cuanto te quiero" a su jefe. Y éste responde, según el informe de la UCO: "Ya ves que no me ha dicho nada pero al menos no pone pegas"

Ya no es el 'caso Koldo'

Hoy, Aldama ya está en la cárcel, enviado ahí en preventiva por el juez Santiago Pedraz -titular de otro juzgado de la Audiencia Nacional, el uno-, por su presunto fraude de 182 millones en el IVA de unos contratos de hidrocarburos.

Pero no ha hecho falta que el cabecilla de la trama cantara tras sentir el frío de la sombra y los barrotes. Han sido sus teléfonos y ordenadores los que, incautados hace meses en la investigación, han empezado a desentrañar para el juez y la prensa todas las ramificaciones de lo que empezó 'sólo' como un caso de comisiones ilegales por la compra de mascarillas en plena pandemia de la Covid.

Ahora, igual que él bautizó a Ábalos como “el jefe” y a Delcy como “la jefa”, habrá que cambiarle el nombre a la causa: esto ya no es el caso Koldo, porque es judicialmente el 'caso Ábalos', ya cerca de la imputación. Y periodísticamente, le queda poco para ser el 'caso Sánchez'.

Poco o nada: porque si trazamos el hilo entre Madrid y Caracas que mezcla política, barras de oro, engaños al Congreso, petrodólares, disidentes exiliados, sanciones de la UE e intereses personales mezclados con los públicos, a ambos lados del Atlántico, a conclusión es una sola:

Delcy, como protagonista, y Maduro, como su verdadero jefe, contaban con toda esta información cada vez que la tiranía chavista ha tenido que negociar algo con la democracia española. Y Ábalos, como protagonista, no podía ignorarlo cuando Sanchez, su verdadero jefe, lo destituyó primero, y mandó echarlo del partido, después.

Una reunión Ábalos-Maduro

Porque lo de "las empresas españolas" se explica en los folios del 66 al 68. Ahí, la UCO detalla la vinculación de Aldama con el Ministerio de Transportes de Ábalos, con quien ya tenía "todo armado" el 17 de septiembre de 2019

"Con motivo de su faceta empresarial ligada a Venezuela", su relación con Delcy fue clave para "reforzar su posición privilegiada en el Ministerio" al firmar con Globalia, "una empresa perteneciente al ámbito de competencia del MITMA" un contrato para intermediar en el cobro de una deuda de 200 millones.

"Según información aportada por la AEAT a este procedimiento, Aldama firmaba [...] con esta empresa el día 17 de septiembre de 2019", reseña el documento entregado por la Guardia Civil al juez. El archivo que lo prueba consta en una conversación del conseguidor de la trama con la vicepresidenta venezolana, "con la que en ese momento mantiene una estrecha relación".

Esa charla es del 26 de enero de 2020... pocos días después del incidente de Barajas, cuando Delcy preguntaba "cómo está el jefe", refiriéndose a Ábalos, el 12 de febrero, dos semanas después. "Bueno hoy no es su mejor dia [sic] ayer en la madrugada tuvo unas palabras muy duras con el 1 y hoy todo salió bien pero el miércoles que viene se bota en el congreso su dimisión", en referencia a una reprobación que no salió adelante.

...aunque el caso ya se había judicializado y el número 7 de instrucción de Madrid había pedido las imágenes de las cámaras de seguridad a Aena.

Y porque, aparte del avión que salió de Moscú 1 de enero de 2020, paso por Zambia el día 2, y aterrizó en Caracas el día 3, supuestamente con las barras de oro negociadas con Delcy, la UCO refiere más negocios de petróleo y de diamantes que Aldama consiguió manejar en Venezuela gracias a esta red clientelar y política. 

Porque las barras de oro aparecen en el informe de la UCO, en la página 69, cuando se lee cómo Aldama negoció con Delcy un contrato de compraventa en el que el Fondo de Desarrollo Nacional de Venezuela (FONDEN) ofrece 104 barras de oro a BANCASA SA, por valor de 68.498.254,11 dólares americanos.

Fue el 27 de diciembre de 2019, poco después de redactarle Aldama la carta a Ábalos para que la invitara a España, y poco antes de que, efectivamente, la vicepresidenta venezolana aterrizara en Barajas. 

Con un negocio tan oneroso cerrado, la conversación entre Aldama, ya instalado en el Ministerio Delcy evoluciona por todo lo alto: trata de organizar con "la jefa" Delcy una reunión telefónica entre "el jefe" Ábalos" y el mismísimo Nicolás Maduro.

Según extrae la UCO del móvil del conseguidor de la trama, la vicepresidenta "le comunica que no tienen agenda" y Aldama le contesta: "Ah ok vale tú dime nosotros estaremos un buen rato con el". Acto seguido, Delcy añade "Perfecto V!!!". Y seguidamente, Aldama le comenta "Y si no hablas tú con el que eres la JEFA jajaj ijaja".