Sánchez alega que desconocía que Delcy no podía pisar España pero había debutado en la UE sancionándola
- El 25 de junio de 2018, Borrell votó a favor de las restricciones a la vicepresidenta de Maduro en su primer Consejo de Exteriores. El 20 de enero de 2020, Sánchez dio el visto bueno a la "visita privada" que le proponía Ábalos.
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Pedro Sánchez tiene una nueva versión sobre la visita de Delcy: él autorizó su entrada el 16 de enero de 2020, pero no sabía que no podía pisar España. Sin embargo, en el primer Consejo de Asuntos Exteriores (CAE) del recién estrenado Gobierno Sánchez, celebrado en Bruselas año y medio antes, el 25 de junio de 2018, Josep Borrell debutó como ministro de Asuntos Exteriores votando a favor de sancionar a Delcy Eloína Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, por "menoscabar la democracia" en el país caribeño.
Sánchez ha admitido este vienes que no dijo la verdad al Congreso ni al Senado cuando dio su explicación, en febrero de 2020, sobre la visita de Delcy.
Desde Roma, el presidente del Gobierno reconocía que José Luis Ábalos le informó previamente del viaje de la vicepresidenta de Nicolás Maduro, tal como desvela el informe de la UCO que ha publicado EL ESPAÑOL. Entonces, dijo que aquélla había sido "una visita improvisada", y que el ministro -ovacionado en el Congreso al evitar su reprobación- había evitado "una crisis diplomática" reaccionando de madrugada para evitar que Rodríguez pisara suelo español.
El último informe de la UCO sobre el caso Koldo desvela que Ábalos avisó a Sánchez, como mínimo, cuatro días antes de que Delcy llegara a Madrid el 20 de enero de 2020. Es decir, casi 18 meses después de que su Gobierno se estrenara en la UE votando a favor de sancionarla.
Sin embargo, el presidente alega que después de que él autorizara a Ábalos organizar la visita de tres días de la numero dos de Maduro, "el Gobierno de España se percató" de que "había unas sanciones individuales" que pesaban sobre ella. Y que fue entonces cuando "se canceló la visita".
Según el documento oficial de conclusiones del Consejo de aquel 25 de junio de 2018, los Veintisiete decidieron "ampliar" las sanciones ya aplicadas desde 2017 al régimen dictatorial de Maduro en Venezuela.
La ampliación de las restricciones, en este caso, se motivó en que "las elecciones celebradas en Venezuela el 20 de mayo de 2018 no habían sido ni libres ni justas". Y que, por tanto, "en vista de la situación", procedía "incluir a once personas en la lista de personas físicas y jurídicas, entidades y organismos sujetos a medidas restrictivas".
Dolors Montserrat, líder del PP en el Parlamento Europeo ha acusado a Sánchez de "mentir" cuando "dice hoy que se percató de las sanciones de la UE a Delcy Rodríguez más tarde de darle el 'ok' a Ábalos para recibirla".
Unanimidad y motivos
Los tratados de la UE establecen que las sanciones "son un instrumento esencial de la política exterior y de seguridad común de la UE". Esta herramienta diplomática "permite a la UE responder a los retos de carácter mundial y a los acontecimientos que son contrarios a sus objetivos y valores".
Para que la Unión pueda actuar de este modo, "el Consejo de la Unión Europea decide sobre las sanciones por unanimidad" de los ministros de Exteriores, miembros del CAE. En este caso, la propuesta partía de la entonces Alta Representante, la italiana Federica Mogherini, e incluía a once nuevos dirigentes bolivarianos. Delcy Eloína Rodríguez aparecía con el número 12 en la relación total de sancionados.
Los motivos, votados por todos los ministros, para sancionar a Delcy fueron que la vicepresidenta de Venezuela "fue presidenta de la Asamblea Constituyente ilegítima y fue miembro de la Comisión Presidencial para dicha Asamblea. Sus acciones en el marco de la Comisión Presidencial y, a continuación, como presidenta de la Asamblea Constituyente ilegítima han menoscabado la democracia y el Estado de derecho en Venezuela, en particular mediante la usurpación de las competencias de la Asamblea Nacional y su utilización para atacar a la oposición e impedirle su participación en el proceso político".
Cumbre CELAC, mala excusa
Sánchez añadió otro elemento en su desca. El presidente señaló, públicamente, que la propia Delcy Rodríguez también participó "presencialmente", en julio de 2023, en la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Como si la propia Unión también se hubiese saltado sus normas en aquella ocasión.
Sin embargo, no es una excusa válida, por dos razones. La primera, porque la invitación a la número dos de Maduro fue cursada por la presidencia española de turno de la UE, que auspiciaba el evento. Y la segunda, porque el régimen de sanciones contempla una excepción, expresamente, para este tipo de cumbres.
El artículo 6.3.a. de la Decisión (PESC) 2017/2074 del Consejo, de 13 de noviembre de 2017, relativa a medidas restrictivas habida cuenta de la situación en Venezuela, que es el texto original, excluye de la prohibición de entrada o transito a las personas sancionadas cuando un Estado miembro actúa "como país anfitrión de una organización internacional intergubernamental".
Lo cierto es que el Gobierno de España sí podría haberse acogido a otra de las exenciones para haber legalizado la visita de Delcy a Madrid en enero de 2020. Y era muy sencilla, porque incluso encaja en uno de los motivos por los que, según la carta original que Víctor de Aldama prerredactó para Ábalos, se invitaría a la vicepresidenta venezolana a España.
La misiva decía, textualmente, que se la quería traer para hablar sobre "las posibilidades que tiene ahora mismo Venezuela para salir de las sanciones, del intercambio de productos Españoles, así como colaborar en ser participes de realizar unas elecciones Democraticas en Venezuela [...] Finalizando con ayudar a las empresas españolas que puedan estar en este momento en el país como las que podrán incorporarse en un futuro".
Y el artículo 6.6 del régimen de sanciones de la UE a Venezuela prevé que "los Estados miembros podrán conceder exenciones [...] cuando el viaje esté justificado [por] un diálogo político que fomente directamente la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho en Venezuela".
Señalar a Ábalos
A Rodríguez, aquella noche, se la recluyó en el área de tránsito de Barajas y se le obligó a despegar al amanecer. Pero el Gobierno ya había incumplido el régimen sancionador de la UE, que impide incluso sobrevolar suelo europeo a las personas señaladas.
El jefe del Ejecutivo afirmó, en su declaración ante a prensa posterior a la audiencia con el Papa, que las visitas de ministros o vicepresidentes extranjeros son "muy cotidianas y muy asiduas", y que en cuanto fueron conscientes de las sanciones, la visita no se produjo. "Ésa es la participación del Gobierno de España" en ese episodio, defendió.
Sin embargo, dado que Delcy Rodríguez llegó a aterrizar en el aeropuerto de Barajas y Ábalos se reunió allí con ella, Sánchez sostiene ahora que "cualquier otra cuestión que tenga que ver con supuestas prácticas delictivas" tendrán que "responder aquellas personas involucradas".
"Pero, desde el punto de vista del Gobierno de España, lo que quiero decirle, es que actuamos cuando se constató que había unas sanciones individuales a la vicepresidenta del gobierno de Venezuela", concluyó, descargando toda la responsabilidad en el que entonces era su 'mano derecha' en el partido y en el Gobierno y hoy está ya a punto de ser imputado en el caso de corrupción que investiga la Audiencia Nacional.