El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, el pasado martes durante una visita a una escuela infantil en Guadalajara.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, el pasado martes durante una visita a una escuela infantil en Guadalajara. Rafael Martín

Política LO QUE EXPLICA LA DEMOSCOPIA

Los 6 apuntes demoscópicos que avalan el giro social del PP: le sirve para retener su voto y le 'roba' a la izquierda

14 octubre, 2024 03:18

El PP ha protagonizado en las últimas semanas un giro social buscando impulsar medidas que tradicionalmente se asocian a la izquierda. Hay muchos motivos que influyen en la decisión que toma un partido para empezar a explorar una vía así; uno de ellos, quizás el más importante, es cómo afecta al electorado.

Con el Gobierno en su punto más débil de la legislatura y Vox de capa caída, el giro social puede servir al PP para afianzar a parte de sus votantes, pero también para robar votos entre los indecisos de las formaciones de izquierda y atraer a nuevos perfiles, como los jóvenes y las mujeres, donde la formación de Alberto Núñez Feijóo tiene problemas.

Hemos analizado distintas encuestas del CIS para ver en qué sectores de la población pueden calar las nuevas propuestas del PP y lo cierto es que la demoscopia parece avalar el giro de Feijóo, con un gran espacio en el centro aprovechable si sabe jugar bien sus cartas.

El primer signo de este giro se vio hace dos semanas, cuando el PP se abrió por primera vez a abordar la reducción de la jornada laboral. Desde entonces, Feijóo ha registrado una ley de conciliación y ha anunciado un plan de choque de vivienda en aquellas comunidades en las que gobierna su partido, donde vive el 70% de la población española.

El análisis de los distintos barómetros del CIS ofrece muchas pistas de qué tipo de acogida pueden tener estas medidas. Analizamos seis indicadores que sirven para explicar que esta estrategia podría funcionar bien.

1. Jóvenes, mujeres e indecisos

Empezando por el aspecto más general, a lo largo y ancho de las medidas que el PP ha presentado, se puede ver cómo apela a dos sectores muy claros de la población: los jóvenes y las mujeres.

Por ejemplo, en el plan de vivienda se especifica que busca apoyar el acceso a la vivienda de los jóvenes. Pero también en la ley de conciliación se busca mejorar este aspecto en general, donde las mujeres son tradicionalmente las que salen perdiendo, y se proponen medidas específicas para fomentar su reincorporación laboral tras tener hijos.

Antes de entrar en detalle, lo cierto es que apelar a estos dos sectores es un acierto en términos de estrategia electoral, porque ahí es donde el PP presenta más déficit. Según el barómetro postelectoral del CIS tras las elecciones del pasado 23-J, el PSOE fue el partido más votado entre los jóvenes y las mujeres.

En el barómetro se indica que el 27,7% de las mujeres aseguró haber votado al PSOE en las pasadas elecciones generales. Se trata del porcentaje más alto entre las mujeres, seguido del 20,8% que votó al PP. En el caso de los socialistas, incluso supera al porcentaje de votantes varones.

En cuanto al segundo y tercer partido, las mujeres también prefirieron a Sumar (13,6%) frente a Vox (4,4%). Por lo tanto, todo indica que el voto femenino confía mayoritariamente en formaciones de izquierdas.

Atendiendo a la edad, aunque el PSOE tiene un electorado relativamente envejecido, también ganó al PP entre los más jóvenes. El 23,7% de los votantes de edades entre los 18 y 24 años eligió a los socialistas, frente al 14,4% que prefirió a los populares. La distancia se acorta, aunque sigue siendo amplia, en la franja de edad de los 25 a los 34 años: 21,8% para el PSOE y 15,6% para el PP.

El mismo CIS también demuestra que hubo cierta volatilidad entre los votantes del PP y PSOE, mostrando a los socialistas más indecisos y menos movilizados. Por ejemplo, un 26,1% de los que se quedaron en casa hubiera votado al PSOE y un 32,9% de los votantes que cambiaron de opinión (el 18,5%) hubiera elegido al PSOE.

Además, una semana antes de las elecciones, el 10% de los votantes dudaba entre votar al PP o al PSOE, la mayor incertidumbre entre partidos de distinto signo ideológico, según el CIS preelectoral.

Estos datos dibujan una realidad en la cual el PP podría conseguir atraer a parte del electorado socialista indeciso, entre los jóvenes y las mujeres, con las políticas que está empezando a impulsar. Más aún al dar una imagen de acción, frente a un Gobierno con poca capacidad al no contar con el apoyo del Congreso.

2. Votantes con hijos

Una parte importante de la ley de conciliación del PP pone el foco en los hijos. Los populares proponen medidas que, entre otras, buscan impulsar la gratuidad de las escuelas infantiles, ampliar los derechos de las familias monoparentales y de las familias numerosas, ventajas fiscales para las familias y fomentar la reincorporación laboral de las mujeres tras tener hijos.

Todo esto también se puede analizar desde la demoscopia. El CIS ha publicado esta misma semana su estudio sobre Fecundidad, familia e infancia que aborda muchas de estas cuestiones y da la razón a Feijóo al prestarles atención.

Por ejemplo, los votantes del PP son los más emparejados (74,7%), después de los de Sumar. Además, el 89,8% de los emparejados viven con su pareja. También presentan el mayor porcentaje de personas con hijos (el 74,5% de los votantes del PP tiene hijos) y ganan al resto de formaciones en el ámbito de las familias numerosas.

Alberto Núñez Feijóo charla con el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, el pasado miércoles en el Congreso.

Alberto Núñez Feijóo charla con el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, el pasado miércoles en el Congreso. Matias Chiofalo Europa Press

El 28,7% de las personas que tienen tres hijos o más votaron al PP. En segundo lugar está Vox, con el 27%; seguido de PSOE, con el 21,8%; y de Sumar, con sólo el 12,9%.

En cuanto a las edades de los niños, el 14% de los españoles declara tener hijos menores de cinco años. Ahí son los votantes de Vox y de Sumar los que tienen los hijos más jóvenes, seguidos del PP y PSOE.

Además, el votante del PP es el segundo, después de Vox, que desearía haber tenido más hijos. Y de los que no los tienen, también es el segundo tipo de votante que más desea hijos, nuevamente después de Vox.

Atendiendo a estos perfiles, el PP parece acertar al buscar políticas que sirvan para familias con hijos o que quieren tenerlos, para familias numerosas y para aquellos que tienen hijos pequeños. No sólo le permite afianzar a parte de su propio electorado y elevar su suelo, sino que también puede convencer de forma transversal a votantes de derecha que se han ido a Vox y a votantes de izquierda indecisos, especialmente en el PSOE.

En su ley de conciliación, el PP también ha puesto el foco en las familias monoparentales y, de nuevo, esto parece tener sentido. El CIS de Opinión pública y política fiscal muestra que el PP es el partido en el que más familias monoparentales hay. Son el 6,1% de sus votantes, por encima de la media española, que se sitúa en el 5,6%. Aunque son pocos, ahí están.

3. Impacto de los hijos

Pero a la hora de crear políticas atractivas, no importa sólo el perfil del votante, también son relevantes las opiniones que la ciudadanía tiene sobre el hecho de tener hijos.

Volviendo al estudio sobre Fecundidad, familia e infancia de la semana pasada, el 81,2% de los españoles está de acuerdo o muy de acuerdo en que tener hijos supone una carga económica y el 70,9% de los españoles cree que tener hijos reduce las oportunidades de trabajo y progresión laboral para alguno de sus progenitores.

Aquí también hay una cuestión de género: las mujeres están más convencidas de las dos afirmaciones anteriores que los hombres. Otro ejemplo: el 82,2% de las mujeres, frente al 70,2% de los hombres, cree que la reducción de oportunidades de trabajo y progresión afecta más a la madre.

Además, el 34,9% de las mujeres reconoce que ha reducido su actividad laboral tras su primer hijo y el 30,5% reconoce que ha interrumpido su trabajo durante un año o más tras tenerlo. En el caso de los hombres, los porcentajes caen notablemente al 9,3% y al 3,9%, respectivamente.

En estos índices se puede ver que tienen sentido todas las políticas dedicadas a intentar mitigar el impacto de tener hijos, ya sea con ayudas fiscales para reducir la carga económica o con medidas para evitar que pase factura a la carrera profesional de los progenitores, especialmente de las mujeres.

4. Permisos de paternidad

En la ley de conciliación del PP también se presta atención a los permisos de paternidad: propone aumentarlos y que puedan ser utilizados libremente. Esto puede servir para apelar a las mujeres, ya que según el CIS el 59,1% de las mujeres disfrutaron de estos permisos, frente al 40% de los hombres.

También puede servir para apelar, de manera más general, a los votantes de izquierdas o conseguir que sea una posibilidad más atractiva para los de derechas. Los votantes de Sumar (27,8%) y del PSOE (26,5%) son los que más han usado los permisos de paternidad. Entre los votantes de PP (25,8%) y Vox (21,2%) se utilizan menos.

Aunque esto también puede tener una contrapartida. En su comparecencia del pasado miércoles en el Congreso, Pedro Sánchez criticó que Feijóo propusiera que los permisos se puedan utilizar libremente, porque considera que los cuidados acabarían recayendo sobre las mujeres.

5. Conciliación y jornada laboral

La ley de conciliación del PP va de la mano de la apertura por parte del partido de Feijóo a reducir la jornada laboral. Al margen de que estas medidas puedan tener un impacto en trabajadores jóvenes que, por ejemplo, quieren disponer de más tiempo libre, también podrían tener un efecto directo a la hora de tener hijos.

El CIS pregunta por qué la gente tiene pocos hijos y el principal problema para la mayoría de los españoles es la falta de medios económicos. El 77,3% de la ciudadanía elige esta respuesta. El segundo problema es la dificultad de conciliar la vida familiar y la laboral. El 45,6% opina así.

Por partidos, la falta de medios económicos es transversal. Pero los problemas de conciliación tienen mayor incidencia en las formaciones de izquierda. Los votantes de Sumar y PSOE se sitúan en el 61,7% y 48,3%, respectivamente, frente al 47,2% y 42,9% de PP y Vox.

Además, ante la pregunta de qué medidas debería impulsar el Gobierno para facilitar la vida familiar, el 47,2% de los españoles (la opción favorita) opina que habría que flexibilizar la jornada laboral de los trabajadores con responsabilidades familiares, algo que presenta mayor incidencia entre los votantes de izquierdas y las mujeres (50,9% frente al 44,1% de los hombres).

A ello hay que sumar que el 31,6% de los españoles (la segunda opción favorita) apuesta por mejorar el tratamiento fiscal de las familias con hijos. Son los votantes de derechas y los hombres (37,5%, frente al 24,8% de las mujeres) los que más defienden esta postura.

Las medidas que el PP ha presentado intentan abordar ambos ámbitos, por lo que podrían resultar un éxito para los suyos, pero también resultar atractivas para las personas que en las pasadas elecciones generales se decantaron por formaciones de izquierda.

6. La vivienda

Por último, el plan de vivienda que quiere impulsar el PP puede interesar a la población en general, pero también a sectores específicos. Vayamos por partes. El CIS de Opinión pública y política fiscal muestra que el 80,1% de los españoles considera que la vivienda recibe muy pocos recursos, ubicándolo como el servicio público más infrafinanciado, por encima de la sanidad.

Por lo tanto, impulsar medidas relacionadas con la vivienda puede tener una buena acogida general. Pero también puede servir específicamente para robar votos a la izquierda. Los votantes del PSOE y de Sumar son los más convencidos de que a la vivienda se le dedican muy pocos recursos públicos. El 83,2% y el 91,9% de los votantes opinan así.

En el caso de la derecha también es predominante, aunque menor: el 76,1% de los votantes del PP considera que se dedican muy pocos recursos a la vivienda. En el caso de Vox, es el 77% de sus votantes.

Y esto no apela sólo según la ideología del elector, sino también según la edad. El 83,7% de los jóvenes de 25 a 34 años considera que se dedican muy pocos recursos a la vivienda, una cifra que cae en las edades inmediatamente superiores y que vuelve a crecer a partir de los 65 años.

Por estos datos, pueden ser bien acogidas las medidas incluidas en el plan integral de vivienda del PP que busca paliar el déficit de vivienda y el apoyo para que los más jóvenes accedan a ella.